Que vida de barrio! Del local de esquina al Strip Center
Me ha llamado la atención el tema que se está discutiendo por estos días en la prensa local, sobre la vida de barrio y de cómo la ciudad se podría repensar en estos términos. Una ciudad de barrios, tal como lo es París, donde en cada esquina hay un bar, una librería, una ferretería, una peluquería, un café, etc.
En Chile, es cada vez más fuerte la inclusión de un nuevo modelo de equipamientos a escala de barrio. Quizás ya todos deben conocer los llamados “strip center“. Estas esquinas full servicio, que incluyen una infaltable farmacia, un minimarket, gimnasios, peluquerías, zapaterías, sushi bar, algunas veces sushi bar electrónico, y en resumen, una mini oda a la economía de escala. Esta tendencia de equipamiento en las esquinas se va acercando a la idea de dotar de servicios en escala de barrio, siendo una alternativa real de evitar tomar el auto para comprar en un hipermegamercado o en un mall.
Vimos que un par de asesores urbanos de los candidatos a la presidencia hablan de esto (artículo sobre las propuestas). El mismo Cristián Boza, asesor de Sebastián Piñera lanza una furtiva discusión epistolar en el diario El Mercurio, sobre cómo los barrios reorganizarían las ciudades en Chile. No siendo yo un gran entendido en el tema y el fenómeno de los strip center, considero que si bien para lograr una vida de barrio consolidada, el strip puede ser un primer paso, pero de ahí a que nos transformemos en Paris hay una distancia de la tierra a la luna.
La gran diferencia entre el modelo de vida de ciudad de barrio a la europea con la que tenemos en Chile, radica en que la gestión económica para desarrollar un barrio esta apoyada e incentivada por las políticas públicas. El estado de alguna u otra manera puede conducir con incentivos o restricciones para que los privados se pongan con equipamientos, claro está que la palabra restricciones espanta a los más libremercadistas, pero es sano pensar como el Estado puede regular y potenciar mediante leyes.
Por ejemplo, el señor Francisco Hunneus en una carta al director del Mercurio, cuenta como en Francia se estableció una ley para equilibrar los aranceles a los libros. Con esto, se generó un mercado de precios equivalentes tanto para grandes como independientes. Con esto la pequeña librería de barrio también pudo subsistir ya que los precios eran mas o menos los mismos para todos. Algo parecido se observa en Buenos Aires con las grandes y pequeñas librerías. Algo distinto se puede apreciar en Chile. Finalmente para poder acceder a estos tipos de servicios, que claramente no los tenemos a la vuelta de la esquina, tenemos que desplazarnos a un mall, un centro comercial, donde ahí encuentras un boullevard, con cines, restaurantes, librerías, cafeterías, galerías de arte y todo lo que nunca imaginarias encontrar en un mismo lugar.
El tema es cómo poder estimular esa condición del equipamiento a escala de barrio. Con el strip center lo tendremos asegurado?. Será necesario cambiar leyes y reformar estructuralmente para tener una ciudad más humana y cercana a sus habitantes?. Comprar el pan a la vuelta de la esquina o dentro de Ripley o Falabella?
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