Cul de Sac is dead.
por David Assael
Dando vueltas por Internet me encontré con una noticia a mi parecer bastante increíble… El Príncipe de Inglaterra, quien siempre es noticia por algo, ya sean problemas de platas, políticos o de faldas, esta vez era noticia por un tema Urbano, y de mucha trascendencia: A través de su fundación está promoviendo una iniciativa para terminar con los CUL-DE-SAC. Así de simple. (para los que no saben que son los cul de sac, son las típicas calles de condominio, sin salida, ahora muy características de la periferia santiaguina.). El Príncipe pensó que el modelo de expansión suburbano norteamericano estaba afectando demasiado negativamente la calidad de vida de las ciudades inglesas, así que cortó por lo sano y está enfocado a convencer a todos los inmobiliarios importantes de Inglaterra de que hay que cambiar la forma en que se expanden las ciudades. INCREÍBLE.
Además, algo notable es que el camino que optó para lograr esto no es el de modificar la normativa, si no el de aprovechar su influencia para convencer a los privados, o sea, muy dentro de las normas de mercado que operan en la construcción de ciudad contemporánea. La prensa informa que la Home Builders Federation, que agrupa al 80% de los inmobiliarios, ya se sumó a la idea. Y eso no es todo… además de proponer el fin de los CUL-DE-SAC, ya lo está implementando en su propia ciudad experimental, Poundbury, donde además se están poniendo a prueba los principios del “renacimiento urbano inglés”. Dichos principios se refieren a generar una densidad adecuada que permita la convivencia de desarrollos mixtos de vivienda con comercio y oficinas, correcto diseño de calles y calzadas, y en general todos las acciones que apunten a disminuir el uso del automóvil y aumentar la cantidad de desplazamientos a pie, con el fin de generar ciudades orientadas más hacia el peatón que hacia el auto. Estos principios provienen de “Towards a urban renassaince” comisión formada por Richard Rogers que durante algunos años estudió distintas ciudades europeas con el fin de proponer un modelo de desarrollo sustentable para las ciudades Británicas. Digamos que los resultados son completamente opuestos al modelo de expansión que se estila en ciudades como Los Ángeles.
En un tiempo vamos a ver si esta iniciativa inglesa es lo suficiente convincente para cambiar el modelo de expansión de las ciudades, lo que dudo, ya que las presiones económicas, entre las que destacan sin duda los inmobiliarios para los que en muchos países es más rentable construir en tierras rurales que densificar y la industria automovilística que avala por todos los medios la proliferación del automóvil, no van a dejar tan simplemente de que se les cambien las reglas del juego.
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