¡Quieren cerrar el Parque Forestal!
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Santiago es una ciudad desigual, eso está claro. Nuestra periferia rotunda es una ciudad que apenas obedece a las fórmulas de eficiencia del régimen de estado subsidiario; una realidad urbana que quedó definitivamente fuera de esa ciudad de los viejos manuales de urbanismo. En el centro, el Parque Forestal pertenece a esa vieja escuela de espacios públicos notables, de calidad; uno de nuestros espacios más democráticos. En las últimas semanas se ha encendido el debate sobre su cierre: hay un proyecto para enrejar el Parque Forestal.
El 25 de febrero se publicó en Publimetro una carta del alcalde de Santiago Raúl Alcaíno, donde el edil subrayaba que en los $466 millones que el municipio ha anunciado como inversión para el Parque Forestal no se contemplaría su cierre. Esto frente a las demandas que han sido tema en el consejo municipal; poco antes de los anuncios de Alcaíno, el concejal Ismael Calderón aseguró que “sí existiría un proyecto en esa dirección y que sería consecuencia del reclamo de algunos vecinos, debido a que el sector se presta por las noches para la delincuencia, consumo de drogas y sexo”.
Es el concejal RN Felipe Alessandri quien se ha puesto a la cabeza de la demanda para que cierren el parque, presentando junto a 100 vecinos una propuesta para que el Parque Forestal sea completamente enrejado y esté cerrado entre 11 de la noche y 6 de la mañana, “que esté muy bien iluminado, con un pasto bien cuidado, con un mobiliario urbano decente y con más guardaparques”, puesto que el parque hoy “es un motel, baño público, hay preservativos, borrachos, asaltos a toda hora y eso no debería ser”.
En La Nación del 3 de marzo, se lee:
“En el parque siempre hay asaltos, durante las protestas rompen todo y los guardias municipales no tienen atribuciones. Por eso creemos que con un parque cerrado tendríamos mejores resultados”, aseguró Alessandri. Agregó que Alcaíno entendió su preocupación y la de los residentes de los sectores aledaños al Museo de Bellas Artes, “y dijo que se les consultará a los directores de obras, de jardines y de seguridad, para ver sus opiniones con respecto a la instalación de rejas”.
La demanda de cierre es clara; paradójicamente, se trata del lugar que posiblemente sea el más integrador de la capital, un espacio que aporta calidad de vida y donde se nota la apropiación de un espacio público por gran parte de la heterogeneidad social y cultural de Santiago.
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Definitivamente algo está pasando con el parque. En un domingo reciente, era posible disfrutar de espectáculos callejeros multitudinarios frente al Museo Nacional de Bellas Artes que abre sus puertas gratuitamente esos días. Sentado en el pasto que comienza a escasear por mal tenido, se daba cuenta uno de trabajo de una pareja de carabineros motorizados que cumplían con el control de bebidas alcohólicas a quienes infringían la norma. Sin embargo, algo de todo esto no estaba bien: como parte de su trabajo, la misma patrulla procedió a diluir el espectáculo de dos malabaristas que habían llenado de gente que los ovacionaba las escaleras del Bellas Artes, haciendo que se escuchara un abucheo en todo el parque. Existe una fricción entre los beneficios de un espacio como este y su necesidad, más que de control, de administración, lo que no ha sido resuelto de la mejor manera.
Claramente existe un problema. Puede que se deba a la poca afición de nuestras autoridades a realizar una administración urbana eficiente que entienda el valor de la calidad de estos lugares. ¿Puede que estén mal todos los rankings que ponen a Santiago como una de las ciudades más seguras de Latinoamérica? ¿Puede que lo de la reja se deba a intolerancia y/o histeria? ¿Puede ser que sea otra de las muestras del agotamiento de la creatividad de nuestros representantes políticos? ¿Puede que algo como esto “pase” sin que nos pronunciemos? ¿Estamos de acuerdo con cerrar el Parque Forestal?
Dicen que uno finalmente tiene a los representantes que se merece.
¿Pasará lo mismo con los espacios públicos?
Hay una iniciativa de realizar una Consulta Ciudadana respecto a este tema, y me parece que es deber de espacios como Plataforma Urbana de discutir este tipo de problemas.
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