Ciudad, Política y Medios: El caso de la tarificación vial en Londres.
Hace un par de días leí, bastante perplejo, la noticia de que la tarificación vial en londres había fracasado… tal cual. Quedé impresionado, ya que hace no tanto éste era un fenómeno bastante exitoso y ejemplar… ¿Cómo podía haber cambiado tanto el panorama en tan poco tiempo?!?! pero justo entonces me acordé de que Londres tiene nuevo alcalde, y el mítico Ken Livingston, quien implementó la tarificación vial, ya no está al mando de la ciudad, lo que me imaginé explicaba todo.
Entonces seguí leyendo la noticia: Paul Watters, jefe de relaciones públicas de AA, declaró que el peaje al congestionamiento en la capital británica “claramente no funciona”. “El promedio de velocidad en el centro de Londres es de sólo 16 km/h, como hace 100 años”, agregó.
Aun así, en la actualidad hay menos automóviles circulando que cinco años atrás. Transport for London, el sistema de transportes de Londres, asegura que hay cerca de 70 mil autos menos que en 2003 en la zona con recargo cada día, lo que equivale a una disminución del 20% de los autos, según “The Guardian”.
O sea, hay un 20% menos de autos, pero el sistema fracasó… suena raro. Entonces seguimos leyendo:
La culpa de la congestión sería de las construcciones, el sistema de semáforos y las medidas que dan prioridad a los peatones, buses y ciclistas.
O sea, no hay que ser muy rápido para darse cuenta de que la tarificación vial SI reduce el tráfico de los automóviles, pero evidentemente hay otros factores que han causado congestión. Me está recordando el chiste del sillón de Don Otto. Por último leemos los últimos párrafos:
El alcalde de Londres, Boris Johnson, quien venció a Livingstone en las elecciones municipales de mayo pasado, declaró: “Siempre pensé que el impuesto era un instrumento inútil”.
También aseguró que revisará la normativa y que analiza descartar los proyectos para construir más paseos peatonales.
Los defensores de la medida argumentan que, sin ella, la congestión sería mucho peor.
Stephen Glaister, especialista en transportes del Imperial College, asegura que durante los tres primeros años del proyecto los niveles de congestión se redujeron en un 30%, pero que factores como las construcciones redujeron los beneficios.
A primera vista, las conclusiones son las siguientes:
1. En Londres hay nuevo alcalde.
2. Al nuevo alcalde no le gusta el sistema de tarificación vial.
3. Están tratando de demostrar que la tarificación vial no funciona. (Y para eso están usando los medios de comunicación)
4. Van a tratar de eliminar la tarificación vial.
5. Si la eliminan, vamos a comprobar que tan efectiva era y Londres actuará como un gran laboratorio para las ciudades del mundo.
Pero hay algunas otras conclusiones interesantes al respecto:
Esta noticia la leí en diario el Mercurio del día Sábado y estaba entre los titulares del diario, o sea, hay una decisión editorial por destacar de que este sistema no funciona. ¿Y por qué podría interesarnos esto en Chile?
Me recordé que en Santiago el alcalde Alcaíno propuso estudiar la tarificación vial hace algún tiempo, pero nunca más se supo nada.
Cuando Raúl Alcaíno invitó a la Cordesan a un grupo de actores relevantes de la comuna, el Presidente de la Asociación de Concesionarias de Autopistas lo primero que dijo públicamente después de la primera reunión que tuvieron, es que una de las principales medidas que deberían de adoptar es la de eliminar los paseos peatonales del centro para que puedan circular más autos.
O sea, todo depende de cómo se vea y quién lo vea… para hacer ciudad se cruzan un montón de intereses distintos de orígenes muy diversos y muchas veces se termina imponiendo no necesariamente el mejor o el que brindará mayores rentabilidades sociales, y casi siempre al final los que tienen más poder son los que terminan imponiendo sus visiones o proyectos. Esas son las reglas del juego en la ciudad contemporánea.
A ver que nos termina por enseñar Londres al respecto.
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