Instituto del Patrimonio. ¿Hacia una nueva institucionalidad cultural?
Hace algunos días se inició un mediático debate en torno a la creación de una nueva figura en la institucionalidad cultural chilena. La propuesta -que aún sigue en el Congreso-, toma el DIBAM y el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) en su totalidad, con bienes, personal y pertenencias y los transforma en el Instituto del Patrimonio.
Los actores, cambios y críticas después del salto.
Para entender el cambio propuesto, primero deben comprenderse las funciones y relaciones entre los actores actualmente vigentes.
La Dibam (Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos) es uno de ellos, el cual hoy se encuentra enfocado en rescatar, conservar, investigar y difundir el patrimonio nacional, considerado en su más amplio sentido.1 . Es un organismo de carácter público que se relaciona con el gobierno a través del Ministerio de Educación.
La propuesta pretende juntar este organismo con el Consejo de Monumentos Nacionales, órgano centralizado que también depende del Ministerio de Educación. Funciona en Santiago y en regiones trabaja mediante Consejos Asesores que son presididos por el Intendente, Gobernador o Alcalde2.
Según Ricardo Brodsky, jefe de Coordinación Interministerial del Gobierno, “la Dibam deja de existir como tal. Los museos, las bibliotecas y los archivos pasan a ser parte del Instituto del Patrimonio, al Igual que el Consejo de Monumentos Nacionales ((Fuente: El Mercurio)) .”
Si bien la Dibam y el CMN, dependían hasta ahora del Ministerio de Educación, el nuevo Instituto del Patrimonio será dirigido por un director nombrado por el Presidente de la República a través de un Concurso Público.
Además de esta nueva Institución, la propuesta contempla la creación de un órgano que se hará cargo de la declaración de bienes como monumentos nacionales, el Consejo del Patrimonio, el cual, presidido por el Ministro de Cultura, está conformado por ministros asociados a distintas áreas del quehacer cultural y patrimonial, como el Ministro de Educación, de Vivienda, de Bienes Nacionales, de Obras Públicas, de Defensa, el director de la Conadi3, más cinco personas de la sociedad civil nombradas por el Presidente de la República. Las tareas de este Consejo del Patrimonio son, entre otras, funcionar como órgano asesor y definidor de las políticas del Instituto del Patrimonio
La relación entre el Instituto del Patrimonio y el Consejo del Patrimonio finalmente es parecida a la que hoy existe entre la Dibam y el CMN.
Uno de los problemas que trae consigo la coexistencia de varios organismos culturales (que además dependen de ministerios distintos), es que se crea un llamado “cruce de competencias”. Por ejemplo, tanto el Dibam como el Consejo de la Cultura y las Artes, destinan fondos relacionados con el Fomento a la Lectura. Este es uno de los puntos que intenta solucionar la propuesta de creación del Instituto del Patrimonio: que haya una coherencia en temas de política cultural que se desarrolla tanto en el Instituto del Patrimonio como en el CNCA.
Dentro de la propuesta, se puede considerar ventajoso también, que en el presupuesto del Instituto del Patrimonio, considerado en su mayoría para los Fondos Concursables que pretenden restaurar y rescatar el patrimonio, se destinará un 15% para ser ocupado directamente por el Instituto en caso de que sea necesaria una intervención inmediata o en caso de que ningún privado se interese por la recuperación de alguna entidad patrimonial (ya sea inmueble, mueble o intangible). Este presupuesto parte de la base del Fondart de $6.750 millones de pesos.
A pesar de las buenas intenciones de la propuesta, hay voces detractoras que alegan que esta medida reorganizativa , no es suficiente para proteger el patrimonio cultural de Chile.
La editorial de El Mercurio del lunes 13 de Julio declaraba:
“El objetivo del proyecto gubernamental -aún en estudio en el Ministerio de Hacienda-, es preservar el patrimonio, pero la sola reorganización de las entidades actuales no bastará para ello. (…)Si este proyecto se limita a reorganizar el funcionamiento de las entidades existentes, aunque quizás podría llevar a una mejor gestión en el ámbito cultural, difícilmente se logrará un real mejoramiento en la preservación del patrimonio cultural chileno”
Según Ezio Mosciatti, Presidente del Comité de Patrimonio del Colegio de Arquitectos de Chile, en una carta también enviada al diario El Mercurio:
“Es menos mala la actual situación de la que podría crearse si se llegara a aprobar el proyecto de ley del Instituto del Patrimonio. Por el momento es preferible mejorar lo que está funcionando. Creemos firmemente en que hay muchas trabas, problemas tributarios y falta de incentivos. Pero esto se debe solucionar con una institucionalidad, leyes y normas que respondan a lo que hoy se considera patrimonio, que acoja la participación ciudadana y las comunidades”
El desarrollo inmobiliario que hace algún tiempo inundó la ciudad de Santiago fue una importante señal de alarma respecto al patrimonio inmueble de varios barrios importantes de la capital. Hoy, el tema del patrimonio en todas sus escalas, ha llegado a instalarse firmemente en el debate público.
Cada vez hay más ciudadanos que se alzan con la certeza de que por lo menos una de las aristas de la identidad de una nación, se construye respetando el patrimonio tangible e intangible de la sociedad.
Si bien este tema no se resuelve a cabalidad con una reestructuración de un organigrama de funciones, es por lo menos uno de los pasos que hay que dar para que la cultura de todo un país vaya en ascenso. El tema está en el Congreso, en los ciudadanos, en la agenda política de los candidatos, hay recursos, ministerios e intentos de mejorar la institucionalidad. Dejo abierta la interrogante de qué es lo que falta o qué no es suficiente para darle más cabida al patrimonio, más importancia a la cultura y un mayor cuidado por la identidad.
Referencias:
El Mercurio
www.dibam.cl
www.monumentos.cl