Empresas buscan impulsar el pequeño comercio devastado por el terremoto: Desafío Levantemos Chile, grandes empresas y la banca privada se unen en esta tarea
(El Mercurio, 20/05/2010)
por Ximena Pérez Gallegos
Arquitecto de la Universidad Católica Mathias Klotz diseñó el original proyecto de módulos que une locales y vivienda.
Reconstruir mejorando.
Ese es el lema y uno de los objetivos principales del proyecto con que Desafío Levantemos Chile, la banca privada y un grupo de empresas pretenden habilitar nuevamente los pequeños locales comerciales que vecinos de la zona más afectada por el terremoto tenían junto a sus casas.
Un tercio de cada proyecto será financiado por el banco, otro por el subsidio estatal y el último por el aporte de las empresas vinculadas al rubro del micro o pequeño empresario.
Así lo explicó Felipe Cubillos, director de Desafío Levantemos Chile, quien dijo que a todos ellos les interesa que el comercio vuelva a revivir.
“Queremos crear un modelo de solidaridad creativa (…) Queremos abrir una ventana de solidaridad muy efectiva; al final del día, lo que nosotros estamos haciendo es dar un empujón inicial a todos estos comerciantes que lo perdieron todo para que ellos puedan volver a ser empresarios”, planteó Cubillos.
Pero la idea no es sólo reconstruir estos locales, sino hacerlo buscando que sus dueños saquen más partido a sus negocios.
“Aquí no es agarrar cuatro palos, y pararlos para que ellos (locatarios) empiecen a operar”, destaca Rodrigo Silva, gerente de la División Sucursales del Banco Santander, institución que otorgará créditos blandos a los micro y pequeños empresarios afectados por la tragedia.
“Lo que nosotros estamos haciendo es asesorar a los clientes a través de una reconstrucción distinta a lo que tenían originalmente, de tal manera que ellos tengan dentro de su rubro una mejor posibilidad de hacer un buen negocio para adelante, la idea es mejorar sus condiciones anteriores”, subraya.
Para lograrlo, además de la banca, se han sumado empresas distribuidoras vinculadas a los negocios afectados. Las primeras en hacerlo fueron Unilever, Coca-Cola y Concha y Toro.
La primera en ser beneficiada con la iniciativa será Yolanda Hernández, dueña de un conocido restaurante y sandwichería de Cauquenes que fue devastado por el terremoto junto a su casa, y donde se instalará el primer piloto del proyecto, que será inaugurado el 3 de junio.
El diseño pertenece al destacado arquitecto de la Universidad Católica Mathias Klotz y consta de cuatro módulos, dos en el primer piso para una cocina y un restaurante (o almacén si es el caso), y dos en el segundo piso para un dormitorio principal, otro secundario, y un área de living-comedor.
En total, el espacio destinado a vivienda tendrá cerca de 50 m².
El piloto será fabricado por Tecno Fast, la misma empresa que hizo la escuela modular de Juan Fernández, y que financiará la construcción del nuevo restaurante de Yolanda Hernández, cuya casa se financiará con el subsidio estatal.
“Este terremoto nos pilló sin un ahorro”, explica la microempresaria, quien no estaba en condiciones de endeudarse en cerca de $10 millones para financiar un tercio de la obra.
“Mi esposo, yo y mis papás vivíamos del negocio. Imagínese, llevamos casi tres meses sin percibir un peso”, comenta.
El gerente general de Tecno Fast, Cristián Goldberg, asegura que la fabricación de los módulos demora una semana, y la instalación otra semana.
Según plantea Felipe Cubillos, la idea es que se genere un módulo “estándar”, que sirva por lo menos para el 80% de los casos, y permita fabricarlos a mayor escala e instalarlos en el menor tiempo posible.
El empresario y cabeza de Desafío Levantemos Chile confía en que “una vez que se construya el primer caso, van a empezar a aparecer empresas y bancos que van a querer ayudar”.
“Acá, lo que estamos haciendo con este piloto es demostrar que se puede”, sentencia.
Días después de instalar el nuevo hogar y el restaurante de la señora Yolanda, se inaugurará un segundo piloto, en Talca, para reinstalar un taller de autos.
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$25
millones en promedio costará el proyecto más básico de reconstrucción.
50
metros cuadrados
tendrá la zona destinada a la vivienda en el modelo estándar.
Triple
financiamiento
tienen las obras: crédito bancario, subsidio estatal y aporte de privados.
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”El tipo de local que vamos a tener nosotros es mucho mejor. Ahora el material va a ser más moderno, y más funcional todo”.
YOLANDA HERNÁNDEZ
