Transantiago: Déficit y Futuro en marco del actual gobierno
Es casi un deber de Plataforma cubrir -al menos en parte- las sucesivas alzas de los últimos meses al costo del pasaje del sistema de transporte público de Santiago y el gran dilema financiero en que se encuentra -y del cual por supuesto alertamos hace bastante tiempo- tema que sin mediar un terremoto de por medio sin duda habría acaparado portadas y crónicas en nuestra prensa.
Lo cierto es que la situación financiera de Transantiago es tal que ni siquiera el subsidio aprobado para este año, unos US$633 millones, alcanzan a cubrir el déficit de este año. En palabras del actual ministro: “Por cada peso que entra hay dos que se gastan.”1 ¿Las razones? No haber aumentado la tarifa cuando el panel de expertos lo recomendaba, el explosivo aumento de recorridos y buses que encarecen la operación, la alta evasión y las multas que se cobran mes a mes a los operadores con problemas en su operación.
¿Qué pasará con Transantiago en los próximos años? Más información, después del salto.
Multas a operadores
Una de las herramientas que el sistema tiene para sancionar e impedir que los operadores inclumplan con su servicio son las multas en dinero, que implican el no pago de lo que les corresponde por prestar el servicio. Estas multas son eficientes cuando algún operador en situaciones puntuales no cumple con el servicio o deliberadamente baja la calidad de este mismo. Sin embargo y tal como lo he reiterado en muchas ocasiones, los operadores muchas veces no tienen la suficiente información para enfrentar imprevistos o no pueden manejar el caudal de información que debiera estar operativo desde el día 1 de Transantiago con el fin de adecuar la demanda y operar en un ritmo de normalidad.
El actual sistema de multas implica una fuerte fiscalización en terreno, en donde cuadrillas de inspectores y asistentes verifican el cumplimiento de los horarios y frecuencias y operan en un rol casi idéntico a los antiguos “sapos” que Transantiago pretendía dejar atrás. Día a día los podemos ver en la ciudad llenando planillas y dirigiendo a los choferes de la locomoción, olvidando que parte de las promesas del este nuevo sistema era la generación de un Sistema (con mayúsculas) que sería el cerebro de lo que pasaba en nuestra ciudad.
La fuerza de esta herramienta es tal, que ya está provocando el riesgo de quiebra de varios alimentadores según quedó consignado en esta nota. El no pago de ciertos pagos bimensuales impidió incluso que dichos operadores en riesgo pudieran operar ya que no tenían “dinero para comprar petróleo”. La solución al entuerto fue derivar máquinas y operativos de otras líneas para cubrir la operación de los recorridos con problemas, desviando recursos. En palabras de los mismos empresarios:
“Tuvimos que desvestir a un santo para vestir a otro”, agregó otro empresario, en relación con el movimiento de dineros que deben hacer al interior de su empresa para poder seguir operando. “Afortunadamente tendremos plata el lunes (hoy) y ya podremos respirar un poco mejor. La verdad es que estamos haciendo grandes bicicletas para seguir funcionando”, añadió.2
El ministro ha señalado que se está estudiando la posibilidad de que se retome la competencia en las zonas locales, permitiendo que los recorridos no sean monopolio de un sólo operador. Con esto se espera mejorar el servicio y evitar que zonas de la ciudad queden sin cobertura por la quiebra o no operación de un servicio. Ha señalado también que habrá zonas que por su características no son rentables ni pueden ser eficientes, en donde deberá operar el Estado subsidiando estos servicios, así como que se mantendría e incluso reduciría la sobreflota en muchos servicios.
Evasión
La evasión en Transantiago llegó en Febrero al 17,8%. Cifra que lejos de disminuir es de hecho, la segunda más alta después de Febrero del 2007 cuando se inició el plan. Una cifra tan alta es imposible explicarla sólo por aquellos que deliberadamente no pagan su pasaje. Las causas de que mensualmente se dejen de pecibir US$300.000 ($160.000.000 aprox) por concepto de pasajes son difíciles de concebir desde una oficina y “palpar” cuál realmente es la situación en la calle. Si bien los expertos son los que deben tomar las decisiones correctas en base a sus conocimientos, no se debe caer en la otorgación de soluciones que no son atingentes. En el ámbito de la evasión es difícil explicar por ejemplo que muchas veces la única manera de subirse a un alimentador de la zona sur de la capital (o a un troncal a eso de las 15:00) es a la fuerza por la puerta de atrás, dado que la precariedad del servicios y la nula frecuencia de éstos hacen que sencillamente sea esa la única opción ante la alternativa de esperar 20 minutos más que pase el siguiente, a riesgo que el próximo ni siquiera pare. A estos usuarios es a los que se les debe dar una solución o bien mejorar la frecuencia en ciertas horas y no tratar como a delincuentes.
A riesgo de ser esto el relato de una experiencia personal, me cuesta entender porqué en los buses más grandes e incluso en los alimentadores pequeños no se implementan cobradores en las puertas de atrás. No me refiero a que operen en todo momento, pero sí cuando se requieran, debiera contemplarse la opción de que un bus en determinados paraderos pueda recoger pasajeros abriendo al menos dos puertas
. Obviamente no se reducirá ese casi 20% con esta medida, pero doy por sentado que se rebajaría en al menos un 5%. Me cuesta entender que un 17,8% de los usuarios de Transantiago sean unos aprovechadores.
La actual administración ha señalado que pronto tendremos noticias con respecto a este ámbito, noticias que esperaremos con ansias, más allá de campañas publicitarias, aumento de fiscalizadores al doble (llegando a 100 personas) o elevando las multas. Creemos que una mejora del sistema es sin duda una mejor opción.
Valor del pasaje
La tarifa de Transantiago se mantuvo estancada durante varios años, quizás más allá de lo económicamente sostenible dado que el plan hacía agua financieramente hablando. La premisa de no subir las tarifas pese a lo que recomendaban los expertos, terminó pasando la cuenta al estado del plan experimientando en lo que va de este año alzas que debieron ocurrir hace tiempo atrás: $40 en febrero del año pasado para ser exactos, según lo plantea el actual ministro. Del actual déficit no se puede concebir su solución sin un aumento del valor del pasaje, dado que en materia comparativa el pasaje en Transantiago, con todos sus beneficios y posibilidades de combinación debe de ser uno de los más baratos en Chile, incluso ahora.
Las alzas continuarán, esperándose que la tarifa pueda incluso superar los $500 a fin de año.
Nuevos Contratos
Este 2011 se terminan los contratos y se propondrán nuevas alternativas para mejorar la operación del sistema, sobre todo en las Zonas de alimentadores con problemas de frecuencia, flota y evasión. Espero que el actual gobierno no caiga en la solución a través de la gestión de leyes y renegociación de contratos por sobre una adecuada gestión técnica que implique una inversión en infraestructura y una buena gestión de los recursos de flota, máquinas y choferes que permitan responder adecuadamente a las dinámicas de una ciudad del tamaño de Santiago.
Esperemos que el sello ingenieril y práctico que tiene este gobierno quede reflejado en una mayor cantidad de soluciones técnicas y menos legales dadas por la formación profesional del actual gabinete.
Tecnología
Nuevamente la ausente en todo anuncio o entrevista se da por descontado al parecer que existe un cerebro coordinando todo el ir y devenir de los buses en nuestra ciudad, sin embargo no me consta que esté operando como debería el sistema de gestión de flota como se planteó que debiera funcionar. Los controladores se comunican por radio con los actuales “sapos” en los paraderos terminales de ciertos recorridos y son estos quienes gestionan en terreno la llegada y salida de los buses. Sus condiciones laborales están supeditadas a laborar en un paradero, muchas veces sin baño ni con las instalaciones adecuadas, lejos de la promesa de un control de gestión remoto monitoreado vía GPS, con contadores de pasajeros, eficiente, dinámico y coordinado con el resto de la ciudad e instituciones.
Por otra parte la información al usuario aún es deficiente en términos de entregarla en terreno. Si bien los teléfonos funcionan relativamente bien, el acceso a información más precisa –como información directo a tu celular– y que permita optimizar nuestros tiempos de viaje no está operativa. Aún estamos a tiempo de retomar el rumbo en este ámbito.
Infraestructura
Alivio me da escuchar al actual ministro hablando de que los troncales deben operar como un metro en superficie. Para esto se requiere de fuertes inversiones en infraestructura que no terminen con la construcción los actuales corredores, sino que sea un proceso continuo que permita complementar la red de metro en el corto plazo, para tal como la mayoría de las ciudades desarrolladas, contar con un metro que permita conectar y absorver gran parte de los viajes en la ciudad. Esperemos que el ritmo actual no baje y que junto con el recientemente inaugurado corredor de Vicuña Mackenna pronto se pueda contar con un gran corredor en el eje Alameda-Providencia que permita descongestionar la línea 1 al hacer más rápido el tránsito por superficie.
Los dejo con la entrevista a Felipe Morandé, Ministro de Transporte y Telecomunicaciones en Tolerancia Cero.
- Ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Felipe Morandé ante la Comisión de Transportes y Telecomunicaciones del Senado, La Nación 12/05/2010 en Archivo de Prensa. [↩]
- Fuente: Transantiago: dos empresas de buses al borde de la quiebra, en El Mercurio, 10/05/2010 [↩]
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