Debuta fondo concursable para el patrimonio: Se podrá postular hasta por $100 millones, para recuperar monumentos en las regiones afectadas por el terremoto
(El Mercurio, 28/05/2010)
por Romina de la Sotta Donoso
“El patrimonio cultural material está en un abandono enorme” , dice el ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke. “Queremos ser más que un servicio. Que no nos vean como productores de eventos”.
A las 11:00 horas de hoy -y a 48 horas del Día del Patrimonio-, el ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke, lo anunciará públicamente en la Parroquia La Matriz, en Valparaíso. La misma cuyos daños post 27 de febrero constató en marzo, y con cuya restauración se comprometió dando una poderosa señal política.
“Con el terremoto nos encontramos con que nuestra institucionalidad cultural, que comprende a la Dibam, el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) y el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), y que opera de forma atomizada, no tenía un fondo patrimonial. Íbamos a tener que esperar la nueva Ley de Fomento a la Reconstrucción, que todavía no opera. Por eso, tomamos los recursos disponibles que teníamos, $900 millones, y creamos el programa de apoyo a la reconstrucción del patrimonio material”, dice.
Este programa, explica, “asignará un máximo de $100 millones por proyecto, el que debe contar además con recursos privados, que pasen preferentemente por la Ley de Donaciones Culturales. Y deben ser, al menos, equivalentes al monto asignado”.
Las corporaciones y fundaciones podrán postular en junio y julio, con proyectos en las regiones Metropolitana, V, VI, VII y VIII. “La selección la hará un comité de expertos del patrimonio, tanto del ámbito privado como del Estado”.
Los nuevos fondos concursables se articularán con el recién inaugurado trámite expres s , que permite la aprobación en siete días -en vez de 30- de la Ley Valdés. Instrumento que ha beneficiado ya a nueve iniciativas, entre ellas, el concierto de Verónica Villarroel en Talcahuano, la restauración de la biblioteca de Molina, de la iglesia de Santa Cruz y de la casa natal de Arturo Prat.
“Hoy, la responsabilidad de la cultura está un 90% en manos del Estado y un 10% en los privados. No hemos creado suficientes incentivos para que se desarrolle la responsabilidad cultural empresarial”, agrega.
“El patrimonio cultural material está en un abandono enorme”, comenta, y se refiere a algo que, hasta ahora, era competencia del CMN y de la Dibam (del Ministerio de Educación).
“Nos hemos dado cuenta de que nuestra institucionalidad es insuficiente. No abarca el patrimonio y crea duplicidad excesiva entre órganos como el Ministerio de Obras Públicas y el de Educación. Y está el agravante de que el Ministerio de Cultura ha presentado un crecimiento acromegálico en sus fondos, mientras la Dibam y el CMN operan en términos económicamente muy desmedrados”.
Dice que, según la Ley 18.981, al CNCA “le compete velar por el patrimonio cultural del país, pero no poseemos los instrumentos para hacerlo”. Aunque el ministro de Cultura puede diseñar políticas, no tiene instrumentos para implementarlas en el ámbito patrimonial.
Cruz-Coke niega que el Instituto del Patrimonio -que duerme en el Congreso- vaya a ordenar las competencias.
“Hay acuerdo en la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, y en general en el ambiente cultural, de que el Instituto del Patrimonio sólo replicaría los problemas ya existentes”, dice, y agrega: “Queremos ser más que un servicio. Algunos ven al CNCA o a la Dibam como productoras de eventos que proveen de una bonita escenografía para las decisiones políticas. No es así; la cultura no sólo tiene incidencias políticas y económicas, sino que, finalmente, es lo que somos como país”.