Autos eléctricos de uso público: El proyecto emblemático de París
El Ayuntamiento de París implementará próximamente Autolib, un revolucionario modelo de transporte urbano que busca alquilar autos eléctricos en distintos puntos de la ciudad. La propuesta, basada en sistemas similares que funcionan en la ciudad alemana de Ulm y la francesa Lyon, viene a complementar el exitoso sistema de arriendo de bicicletas, Velib, que ya cuenta con más de 190 mil suscriptores y 26 millones de viajes desde sus inicios.
La iniciativa pondrá a disposición de los parisinos, y los residentes en 30 municipios limítrofes de la capital, cerca de 4.000 vehículos eléctricos de alquiler, una cifra que podría aumentar en función de la demanda.
En sus inicios, la puesta en marcha del proyecto no fue fácil, porque los automóviles eléctricos presentaban múltiples problemas: ausencia de modelos en serie, coste elevado de baterías de litio, escasa autonomía y ausencia de infraestructura apropiada para recargar.
Pese a esto, el plan se ha visto favorecido por las políticas de gobierno de Sarkozy a favor del medio ambiente y los progresos tecnológicos que han permitido avanzar en la autonomía y los costos de los vehículos.
La flota de podría estar compuesta por el modelo Blue Car de Bolloré, con 250 kilómetros de autonomía por recarga y velocidad máxima de 130 km/h, o el Cleanova de Groupe Dassault, con 200 km de autonomía y 120 km/h de velocidad máxima.
El servicio, promovido por la alcaldía de la ciudad, prevé utilizar 50% de energías renovables para recargar las baterías de litio y espera obtener un mínimo de 20.000 abonados en el momento de lanzar el proyecto, previsto para fines de 2011.
Asimismo, está anunciada la creación de 1.000 estaciones para la recarga y el alquiler de dichos automóviles, 700 en la capital y 300 en los suburbios, las cuales tendrían capacidad para 4 o 10 autos dependiendo de su ubicación.
Los costos para los usuarios rondarían los 15 euros mensuales de abono y 5 euros por media hora de uso, lográndose el objetivo central de hacerlo asequible a la mayor cantidad de usuarios.
Para la administración comunal esta enorme inversión se justifica en términos de que la medida reduciría el uso particular de automóviles y promovería la utilización de energías renovables. En cifras, se calcula que la puesta en marcha de Autolib podría reducir en 22.500 coches el parque parisino, lo que supondría un descenso anual de 22.000 toneladas de las emisiones de CO2.
En contraposición, algunos piensan que el proyecto podría transformarse en un estímulo para la utilización de automóviles, perjudicando y obstaculizando el uso del transporte público y el sistema de arriendo de bicicletas Velib.
Incluso, algunos representantes del partido político Nuevo Centro propusieron sustituir el uso de autos compartidos por taxis eléctricos, a su entender sólo así se evitarían las externalidades negativas y se avanzaría realmente en el uso de transportes sustentables.
Sin embargo, el sistema parece hoy más una realidad que una quimera. Éste se encuentra avalado por un gran porcentaje de la población y ya fue adjudicado a cuatro grandes empresas para su realización; por lo que sólo queda esperar como funcionará en la práctica para evaluar y analizar sus beneficios en el sistema de transporte de la Ciudad Luz.