30 de August, 2010

¿Cómo están influyendo los Instrumentos de Planificación Territorial en el desarrollo de las ciudades?

Por Beatriz Mella

Imagen: Ximena Schnaidt

A partir del ciclo de entrevistas que hemos ido presentando los últimos meses, hemos querido abrir el debate en torno a las mismas preguntas que les hemos presentado a los actores que han tenido la posibilidad de decidir, implementar y crear planes y proyectos en el ámbito de la ciudad.

En esta oportunidad analizamos un tema que compete al ámbito de la toma de decisiones, las cuales están determinadas por una serie de instrumentos que van desde los planes reguladores como elementos de regulación de uso de suelo en sus diversas escalas, las concesiones o las regulaciones de determinantes medioambientales. ¿De qué manera afectan estos instrumentos de planificación a la competitividad de las ciudades? ¿Son suficientes? ¿Estamos preparados para una readecuación de estos instrumentos? ¿Posibilitan una mirada a largo plazo?

Les dejamos las preguntas abiertas a ser respondidas, mientras que después del salto, las opiniones de Felix de Amesti, Louis de Grange y Luis Valenzuela.

¿De qué manera afectan estos instrumentos de planificación a la competitividad de las ciudades?

Los instrumentos de planificación por lo general apuntan a generar una articulación entre los distintos agentes que producen dinámicas en la ciudad. Sin embargo, pueden llegar a ser entendidos como posibles catalizadores de nuevos procesos que generen la recientemente anhelada competitividad entre ciudades. Según la opinión de Felix de Amesti, las herramientas deben tener competencias en las distintas escalas territoriales, para lo que el Plan Maestro se presenta como una excelente posibilidad de mezclar desde el diseño arquitectónico, hasta las decisiones tomadas bajo los procesos de participación ciudadana. Considera además, el creciente desarrollo del país como una potencialidad que permita pasar desde normar a administrar el territorio.

“En Chile es necesario incorporar elementos que estén entre la Planificación y diseño arquitectónico. El Plan Maestro aparece como una excelente herramienta para mediar entre estas dos escalas (…) Yo creo que la planificación en Chile es buena, pero maneja las cantidades. Somos países tremendamente urbanizados, tenemos alcantarillado, manejo de aguas servidas, etc., pero la calidad no se puede normar. La calidad se diseña y se administra, por lo tanto como instrumento sería interesante incorporar el plan maestro, tanto para la participación ciudadana, como para el manejo de proyecto y toma de decisiones estratégicas de los municipios” F.A.

¿Estamos preparados para una readecuación de estos instrumentos?

Las preguntas sobre los instrumentos de planificación, generalmente se enfocan hacia un cuestionamiento a su vigencia y funcionalidad, por lo que ya se han propuesto cambios que determinen nuevas formas de administrar el territorio. Louis de Grange, por ejemplo, apela a metodologías más actualizadas que permitan una nueva forma de operar en la ciudad.

“Primero que todo se necesita información de primera calidad. Información permanente, bases de datos, actualización permanente y una vez que se tiene la información para hacer una planificación correcta, yo creo que hay que empezar a utilizar metodologías más actualizadas que las que actualmente se están utilizando. Yo creo que estamos atrasados 30 años respecto a las metodologías de planificación urbana” L.G.

¿Posibilitan una mirada a largo plazo?

La gestión de ciudades requiere una visión a largo plazo que responda a los nuevos desafíos de competencias, crecimiento, sustentabilidad y progreso. La manera lógica de destrabar un desarrollo es entender primero qué es lo que se busca en la generación de estos cambios. Ante una estrategia consensuada, según la opinión de Luis Valenzuela, es necesario:

“ plantearse muy claramente las metas de desarrollo para Santiago. Hay que llegar a un consenso o un plan al respecto y, de acuerdo a esa visión de Santiago a futuro, uno podrá establecer distintos instrumentos, o lo podría apuntar a un fuerte desarrollo sustentable (…) Uno puede tener instrumentos muy específicos, entre instrumentos de regulación, indicadores, e instrumentos de cartera de inversión de proyectos.”

“Creo que más importante que decir quién toma la decisión, son todas las instancias de discusión que se tienen que producir para que se produzca una ampliación del límite urbano.” L.V.

¿Son suficientes?

Cuando hablamos de instrumentos de planificación territorial, cabe preguntarse primero cuál es el tipo de planificación que hoy necesita la ciudad. Una posición moderada en cuanto a este desarrollo, plantearía que no bastan las regulaciones ni tampoco se puede prescindir de ellas. Lo importante es entender que los actuales instrumentos de planificación, independiente de la posibilidad de establecerse modificaciones en ellos, deben ser integrados con los instrumentos estratégicos. A modo de ejemplo, es imprescindible que instrumentos como los panes reguladores comunales sean complementarios y coherentes con las propuestas estratégicas planteadas en los Pladecos. La gestión urbana en este momento depende de la correcta articulación de las decisiones que afectan las distintas escalas territoriales, que posibiliten cada vez mejores y mayores inversiones urbanas.

* Las reflexiones sobre los instrumentos de planificación tienen como base un análisis de los siguientes artículos:

– ARENAS, Federico. Obstáculos para la gobernanza de los espacios metropolitanos chilenos: fragmentación institucional, desarticulación instrumental, atomización social. En: Ciudad, Poder, Gobernanza. Santiago de Chile: Instituto de Estudios Urbanos, U. Católica de Chile, Serie EURE Libros, Colección Rideal, 2008, 455 p.

– Moris, Roberto. 2009. Las tuyas, las mías y las nuestras. Ideas para una gestión urbana integrada sustentable. Revista CA N° 141, Agosto – Septiembre 2009

Por Beatriz Mella

Arquitecta y Urbanista, PUC. Doctorado (C) en Planificación Urbana y Transporte, University College London

Actualmente Candidata a PhD en Planning Studies, University College London UCL. Arquitecta y Magíster en Desarrollo Urbano, Pontificia Universidad Católica de Chile. Se ha desarrollado como Columnista en Plataforma Urbana desde el 2008, colaborando además desde esa fecha en el desarrollo de proyectos web ligados a la investigación, difusión de proyectos urbanos y en fondos para el desarrollo de la docencia.

Comentarios de Disqus

http://www.sistemasdeingenieria.cl Paula Noé

Chile cuenta con expertos conocidos mundialmente en materia de modelación y simulación urbana. En cuanto a las herramientas que permiten la toma de decisiones inteligentes, no pondría a los planes reguladores; me parece que es más una variable.

El ingeniero Francisco Martínez, académico de la Universidad de Chile, desarrolló uno modelo de uso de suelo para Santiago, a pedido del Ministerio de Transporte (SECTRA, específicamente), el que resultó ser una excelente herramienta de simulación urbana tendiente a la toma de decisiones, más certera y estable que muchas que se han venido desarrollando en el mundo. Su proyecto MUSSA, llegó a oídos de la transnacional Citylabs, quien adquirió la licencia y adaptó el software para su sistema CUBE. Ahora MUSSA es conocida internacionalmente como CubeLand y su licencia fue adquirida para modelar la ciudad de Beijing, Seúl, Budapest, New Orleans y decenas de ciudades en todos los continentes.
Herramientas como éstas, permiten pensar la ciudad hacia el futuro, proyectarla y predecir los cambios e influjos del comercio, las inmobiliarias y los factores sociales y ambientales, entre otros, ejercen en el desarrollo de las ciudades, las que mutan según estas fuerzas y no tanto sobre la planificación que de ellas se haga.
Saludos.
Daniel González

Concuerdo con Paula, el factor de los procesos de la ciudad, de como éstas se relacionan e influyen entre sí, es mucho más potente e influyente, que como se norma, tipifica o proyecta a priori con los planes reguladores o maestros, como herramientas de institucionalización de la ciudad.

Creo que el problema radica, en los modelos de desarrollo económico, de como el territorio no solo se hace sustentable ambientalmente, como hoy por hoy, tiene mayor énfasis. El tema es, como los habitantes y las ‘sociedades locales’ son capaces de lograr herramientas y sinergias de desarrollo de sus propios lugares y territorios, que sean autónomos, ‘autosustentables’ de las economías de aglomeración de los servicios. En otra época, fue el fordismo o industrialización, la cual permitía a los habitantes tener sus fuentes de trabajo cerca de su casa, y el cual como inversión industrial iba acompañada de la inversión en vivienda. Hoy, es el servicio o el post-fordismo (Chicago Boys/ Neo-liberalismo/ Decreto 420), el cual hace que las economías se encuentren localizadas en centros de concentración económica (Centro, Providencia-Las Condes, Ciudad Empresarial, Sanhattan, El Cortijo-Quilicura, etc.), lo cual genera una concentración económica territorial, que:

1º Concentra toda la ‘utilidad’ económica de ésta forma de hacer economía, en los sectores socio-económicos que tienen acceso y capital para re-crear modelos de servicios

2º Concentran casi toda la oferta laboral en éstos sectores, haciendo que ésta se mueva a diario en su origen-destino hacia esos sectores (oriente)

3º Dejan al resto de la ciudad, sin ofertas laborales o muy menores, que impiden que la gran mayoría de los habitantes puedan acceder a empleos cerca de sus barrios y generando un enorme encareciendo/empobreciendo del territorio de la ciudad (comprobado en el costo de la logística y de los bienes y servicios de esos lugares)

Estos puntos, si se replicaran como ‘modelo de crecimiento económico urbano’ y no como ‘modelo de crecimiento volumétrico urbano’, pero en el resto de las ciudades del país, tengo la certeza, que con las mismas demografías proporcionales o efectivas, provocaría los mismos problemas citados que aquejan a Santiago hoy. Osea, el problema es el ‘Modelo de Crecimiento Económico de la Ciudad y el Territorio, No el Modelo o Instrumentos de Planificación Normativa de la Ciudad y el Territorio’.

Dejo link que muestra ésto, verificado empíricamente y de manera brillante por Matías Garretón, acá mismo en PU:

http://www.plataformaurbana.cl/archive/2010/07/06/prms-un-rechazo-revelador-santiago-necesita-un-proyecto-estrategico-metropolitano/#comment-374974

Por otro lado, cuando hablamos, de ‘Modelos de Crecimiento (Desarrollo)Económico de la Ciudad y el Territorio’, siempre pensamos en el ‘suelo urbano o urbanizable’, pero se nos olvida el mayor territorio de nuestro país: el ‘rústico o rural’, el cual concentra las mayores riquezas de nuestro país.

Naturalmente, las ciudades son catalizadores de las economías territoriales del resto del país. Un ej. el año pasado las empresa del cobre rentaron US$ 10.000.000.000 y pagaron de impuestos US$400.000.000 (aprox. un 25% de la Renta o 17% sobre las utilidades que pagan todos los chilenos, con sus propios recursos de inversión), con el recurso o insumo de comercialización -cobre- entregado gratuitamente. Y no hemos contabilizado aún el oro -que fue un pilar de salvataje después de la crisis, renta hasta un 30% anual- y la plata.

Si el fisco, cuenta con US$ 33.000.000.000 al año por el desarrollo de toda la economía nacional, el cobre aporta un poco más del 1.2 % del ingreso fiscal diréctamente aprox.

Si las utilidades del cobre quedaran en el Fisco, cada 3 años aprox. podríamos duplicar los fondos fiscales para todo lo que se les ocurra. Osea, en vez de 42 m2 de superficie de viviendas sociales, podríamos entregar 84 m2 aprox. Y en el caso de recibir todo ese aporte al Fisco, podríamos cada 15 años, duplicar todo el PIB de nuestro país.

Y aún, no he hablado de los impuestos territoriales, que todo país desarrollado cuenta.

Osea, ahí tienen el financiamiento de las ciudades de nuestro país, incluso tendríamos un enorme problema, de que deberíamos hacer con ‘tanto crecimiento’. la clave de todo ésto, no está en la Planificación Urbana a través de Instrumentos de Planificación que son instrumentos ‘posteriores’ a los modelos económicos, sino que se encuentra en los instrumentos ‘anteriores’ o en los instrumentos de ‘Economías Urbanas y Territoriales’.

Las ciudades, solo son reflejo de los procesos de desarrollo de éstas, intentar normarlas o conducirlas con modelos predictivos dentro de éstos modelos económicos actuales, no resuelve el problema de fondo y solo administra la desproporción de la concentración económica reflejada en el territorio y su calidad de vida.

Saludos cordiales.
Marcelo, El Viejo

Buen comentario el de Paula solo me resta hacer una sola aclaración; SECTRA nunca dependió del Ministerio de Transportes, fue un organismo Intersectorial para evaluacion social de proyectos viales, semiautonomo, dependiente de MIDEPLAN, formado por profesionales muy competentes, expertos en modelos de simulación. Se creo en la decada d elos 80s

Como ni el MINVU ni el MINTRANS existían los profesionales para la revisión de los Estudios de Capacidad Vial exigidos a los Planes Reguladores, en los procesos de evaluación ambiental de los instrumentos de planificación la responsabilidad de revisar las modelaciones quedaban en SECTRA.
El Gobierno de Piñera ha desarticulado la SECTRA, hace ya dos meses, nadie sabe por que, y a sus profesionales se les dio a elegir entre MINVU y Transporte, lo que es un desastre ya que ninguno de estos ministerios cuenta ni con la orgánica ni con la tecnología necesaria para revisar estudios de capacidad vial, hoy por hoy, el unico metodo que existe para regular los indicadores de los Planes Reguladores.
O sea, la Ciudad, ahora si que quedo en pelotas.

Saludos.
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Daniel Yovanovic

13-11-16-
La “recientemente anhelada” competitividad entre ciudades constituye, a mi manera de ver, una amenaza para el desarrollo.
Entre ciudades de una misma Nación debe haber SINERGIA, cooperación, ayuda mutua, solidaridad, intercambio, articulación, equilibrio, trabajo en equipo, coordinación, armonía, convenios, coherencia, metas comunes, interacción, movilidad (turística, profesional, académica y ciudadana en general), cogestión administrativa, compartir recursos, normas comunes, buena vecindad y fraternidad.
Son veinte valores que se pierden sin remedio si aceptamos la competitividad como valor central.
Uno debe competir contra la entropía, contra el clima, contra la ignorancia, contra las enfermedades, contra la corrupción, contra la delincuencia, contra las barras bravas, contra la drogadicción, contra el alcoholismo, contra la excesiva comercialización de suntuarios, contra el bullying, etc, pero no contra una ciudad hermana.