Reinstalan antiguos monolitos de los tajamares del Mapocho
Las estructuras, que recuerdan al puente Cal y Canto, fueron reubicadas a sólo metros de su emplazamiento original.
por Manuel Valencia
(La Tercera – 02/09/2010)
Fueron construidos a comienzos del siglo pasado para recordar el emplazamiento del puente Cal y Canto y los antiguos tajamares que protegían a la ciudad de Santiago de las crecidas del Mapocho.
Sin embargo, los dos tradicionales monolitos dejaron de cumplir su función cuando se instaló el puente La Paz, como parte de las obras de mitigación de tránsito, que implicó la construcción de la autopista Costanera Norte.
A nueve años de su retiro, los obeliscos volverán a ver la luz. Con una inversión de $ 20 millones, hoy están siendo reinstalados a sólo metros de su ubicación original y, pieza sobre pieza, en ambas riberas del río, específicamente, entre los puentes La Paz y De los Carros.
El ministro de Obras Públicas, Hernán de Solminihac, destaca la importancia de mantener estos monumentos históricos. “Las obras de infraestructura públicas deben ser oportunidades de desarrollo, no sólo para quienes las usan, sino para la ciudad en su conjunto (…). Esta manera de hacer las cosas, de que las grandes obras de infraestructura convivan con la ciudad, es lo que queremos replicar en los proyectos futuros”, dice el titular de Obras Públicas.
De Solminihac señala además que, “en el año del Bicentenario, estas obras cumplen un rol especial: eran hitos que formaron parte del puente Cal y Canto y su entorno, como única vía de acceso al norte de la ciudad de Santiago”, explica el secretario de Estado.
Valor patrimonial
Los dos monolitos son estructuras de cantería en forma de obelisco. Tienen una altura de 14 metros y fueron construidos para señalizar y recordar la existencia del puente Cal y Canto y de los tajamares.
De acuerdo con el secretario ejecutivo del Consejo de Monumentos Nacionales, Oscar Acuña, “resulta particularmente importante esta reinstalación cuando estamos a días de celebrar nuestro Bicentenario y estos elementos son puestos en valor, recordándonos el valor patrimonial de los tajamares en la trama urbana de nuestra ciudad”, explica Acuña.
Agrega, además, que monumentos como los monolitos, “nos emplazan a seguir trabajando juntos para que los tajamares recuperados de las obras de la Costanera Norte e instalados en el Parque de los Reyes, puedan ser también puestos en valor para nuestra ciudad y sus habitantes”, indica.
Los tajamares fueron construidos por el arquitecto de La Moneda, Joaquín Toesca, bajo la administración del gobernador Ambrosio O’Higgins, entre 1792 y 1805. Su objetivo era actuar como muros de defensa para generar un paseo en el límite de Santiago y proteger a la ciudad de los constantes desbordes del río Mapocho. Esos episodios causaron muertes y destrucción durante la Colonia. Luego, con la canalización del río, entre 1888 y 1889, fueron sepultados.
De acuerdo con el alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, los monolitos forman parte importante del patrimonio histórico de la comuna. “Estamos muy contentos de saber que Costanera Norte haya cumplido con su compromiso de resguardar estos obeliscos conmemorativos del puente Cal y Canto, que fueron retirados para la construcción de la autopista”, señala. Zalaquett también destaca que el resguardo de éstos responde al trabajo mancomunado de los profesionales de la empresa y del municipio, para conservar la obra original y hacerlos perdurar en el tiempo.