Mapa preliminar de zonas excluiría más de 2.000 MW de generación eléctrica
Se trata de Castilla y Cruz Grande, las que aún no cuentan con aprobación ambiental y que suman una inversión de US$ 4.860 millones.
(Diario Financiero – 28/12/2010)
El mapa de zonas que elabora el gobierno a través de los ministerios de Energía y Bienes Nacionales -y que tuvo sus orígenes en la administración de Michelle Bachelet- arrojó que existen seis zonas aptas para el desarrollo de centrales térmicas, tema que ha despertado gran interés y oposición ciudadana, tras el episodio de la central Barrancones.
Si se toma el actual mapa que maneja el gobierno y se consideran las seis áreas que serían las indicadas para proyectos térmicos, aproximadamente ocho proyectos que se encuentran en tramitación o que ya se encuentran en construcción, no serían viables, sólo por no estar en las zonas delimitadas por el gobierno.
Se trata de más de 4.000 MW que dejarían de inyectarse tanto el Sistema Interconectado Central (SIC) como en el del Norte Grande (SING).
De otra forma, si se consideran sólo los proyectos que aún no cuentan con la aprobación ambiental, quedaría fuera la iniciativa del grupo CAP, Cruz Grande y que tiene su proceso detenido en el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) hasta marzo de 2011; y la cuestionada Central Castilla, de EBX, del empresario brasileño Eike Batista.
En conjunto, las últimas iniciativas señaladas suman una inversión de US$ 4.680 millones y una capacidad de generación de unos 2.250 MW.
Mayor exigencia
De acuerdo al experto de Electroconsultores, Francisco Aguirre, el que se hayan dado a conocer las seis zonas no necesariamente indica que en el resto del país no se pueda construir ninguna iniciativa, sino que más bien se trata de una etapa preliminar. “Hay un error de enfoque. No hay que decir que en el resto del país definitivamente no se podrán construir carboneras, sino que lo que se ha visto como primera etapa son éstas y, probablemente en 50 años, vamos a necesitar ocupar otras zonas y otras tecnologías” sentenció.
Asimismo, Aguirrre explicó que eventualmente se podría tener un proceso de tramitación ambiental más ágil, ya que se conocerán los lugares más aptos. “Si hay alguna iniciativa que salga de estas seis zonas va a tener algún grado de mayor análisis e incluso mayor grado de tramitación. Yo esperaría que estas zonas permitieran resolver, en el corto y mediano plazo, autorizaciones avanzadas y que no enfrentáramos los problemas que han experimentado algunos proyectos”, dijo.