Vivienda expropiará terrenos en Dichato, Talcahuano y Constitución a precio comercial
La ministra Magdalena Matte dijo que los terrenos que se confisquen no serán entregados posteriormente a privados. En las zonas expropiadas se construirán muros, se hará levantamientos de tierras y se plantará una serie de árboles.
R. CERDA Y G. CALABRANO
(El Mercurio – 15/03/2011)
Unos 150 terrenos serán expropiados por Vivienda en las ciudades de Constitución, Talcahuano y en el balneario de Dichato para construir las obras que permitan mitigar los posibles efectos de un maremoto en el borde costero.
La ministra de Vivienda, Magdalena Matte, fue enfática en señalar que se expropiará a precio justo y comercial, y que los terrenos no serán entregados ni vendidos posteriormente a privados. “Eso es inconstitucional. Estamos comprando esos terrenos para realizar las obras de mitigación ante un nuevo maremoto porque con eso lo que se busca es proteger dichas localidades”, explicó.
En las zonas donde se van a confiscar se construirán muros, se hará levantamientos de tierras y se plantarán árboles para detener la fuerza de las olas.
En Dichato se van a expropiar 40 propiedades para dar tranquilidad a 800 familias, y en Constitución serán 150 las propiedades que el Estado comprará para dar seguridad a 4 mil familias. En tanto, en Talcahuano se está estudiando el detalle y todavía no se tiene el número exacto de expropiaciones. De ser necesarias serán mínimas y puntuales para proteger a la población Sta. Clara.
El geógrafo y doctor en Tsunamis de la Universidad Católica, Marcelo Lagos, dijo que las obras de mitigación debieran soportar un maremoto con olas por sobre los 10 metros, que fue el escenario de varias localidades afectadas el 27-F. “En algunas zonas de la zona sur, afortunadamente donde no hay viviendas, las olas llegaron hasta los 30 metros”, explicó.
El coordinador del plan de reconstrucción urbana del Minvu, Pablo Allard, dijo que entre el 2011 y el 2012 Vivienda junto a Obras Públicas invertirán unos $150 mil millones para obras urbanas y de mitigación en todo el borde costero, como también en zonas del interior de las regiones del sur más afectadas por el 27-F.
Todos estos trabajos son parte de los 25 planes maestros para el borde costero desarrollados durante 2010 por las universidades Católica y de Valparaíso, a petición de Vivienda tras el desastre del 27-F.
SUBSIDIO
Vivienda entrega 150 UF extra por sobre el subsidio regular para construir viviendas resilientes a un maremoto.
Afectados por expropiaciones, en Dichato plantean cambiar el uso de sus sitios de habitacional a comercial
DICHATO.- Se hacen llamar “los históricos” porque son los vecinos del borde costero de esta localidad arrasada por el maremoto del 27 de febrero de 2010 que nunca han querido negociar la entrega de sus terrenos con el Gobierno.
Se niegan rotundamente a las expropiaciones de sus sitios ubicados frente al mar, donde por años vivieron o atendieron en sus locales al público en las temporadas de verano. Hasta ahora son once residentes que pertenecen a la agrupación ciudadana “Borde Costero de Dichato”. Su presidenta, Lorena Arce, mantiene contacto con el “Movimiento Nacional por la Reconstrucción”, el cual lo agrupan también vecinos de la población Aurora de Chile de Concepción, Villa Futuro de Chiguayante, Andha Chile, la “Red Construyamos”, entre otros.
Arce explica que todos los grupos entregaron un petitorio en La Moneda, en el cual se niegan a la “privatización” del borde costero. Piden una vivienda digna para los damnificados, urbanización de las ciudades destruidas, canalización y alcantarillado de calles, subsidios de luz, agua y un bono de invierno.
Para Dichato en particular, dicen que no quieren vender obligadamente sus propiedades al Estado para que realicen los planes maestros de reconstrucción y por ello plantean un cambio en el uso del suelo. “Como se quiere mitigar y no colocar población a la orilla del mar en términos de vivir, entendemos que cambien el uso del suelo a comercial”, dice Arce.
“Nos están negando instalar luz y agua en una propiedad que heredamos, por lo que no podemos levantarnos ahí mismo”, reclama María Orellana, una de las afectadas.
Los vecinos explican que no están en desacuerdo con que se levanten obras de mitigación que hacen necesaria la salida de infraestructuras para instalar muros de contención y bosques. De hecho, Pedro Villaseñor, dueño de cabañas, afirma que entienden el peligro, que nuevamente quedó demostrado la madrugada del sábado pasado cuando la zona fue afectada por el maremoto en Japón.
En la localidad, el resto de las personas con propiedades en la zona de riesgo han aceptado vender, mientras que otros aún no han sido notificados por el Decreto 849, como el dueño del local “Don Mino”, José Mora. Pero además hay casos de restaurantes a los que la Gobernación de Concepción entregó espacios en comodato de tres a cinco años para atender.