Definiendo el dónde: Plan Regional de Ordenamiento Territorial. Región de Coquimbo.
Con el objetivo de promover y facilitar el aprovechamiento sostenible de los recursos dentro de la ocupación ordenada del territorio y las inversiones que se pretenden ejecutar a lo largo de la Región de Coquimbo, el Gobierno Regional, firmó un convenio de Planificación Territorial junto a las carteras de Obras Públicas, Economía, Vivienda y Urbanismo, Medio Ambiente, Bienes Nacionales y representantes de Municipios, donde se busca aprovechar eficientemente los espacios del territorio Regional.
Dicho acuerdo está enfocado a trabajar en cuatro ejes principales; Sistema territorial de Borde Costero, Sistema territorial Urbano, Sistema territorial Rural, Sistema territorial Cuencas Hidrográficas y Riesgos Naturales como tema transversal.
Si bien el convenio firmado, conocido como Plan Regional de Ordenamiento Territorial (PROT) tiene distintas interpretaciones, lo importante, para la División de Planificación y Desarrollo Regional de la Región de Coquimbo, encargados de su generación, es el enfoque.
El PROT, como instrumento no es normativo, es indicativo, de ahí la importancia, tanto de su enfoque, como de la metodología a seguir en su generación.
¿En que consiste este convenio, este plan para el ordenamiento territorial?
En palabras simples, en este caso, es la expresión territorial de la estrategia regional de desarrollo (ERD 2020), es la competencia territorial de la estrategia. La ERD de la región de Coquimbo tiene componentes territoriales e identifica territorios, en este caso, Urbano, Borde Costero y Rural , el PROT viene a suplir el descalce de la estrategia como instrumento, con el territorio, específicamente, en el tema del dónde.
Toda inversión, ya sea a través programas, acciones, iniciativas, estrategias para la región, desemboca, de alguna manera, en un territorio, el que no siempre, se encuentra definido. La ERD responde, de alguna manera, al qué, al cuándo, al para qué, pero falta el donde. La idea del PROT es responder esta variable, el vacío del donde.
Teniendo claro lo que pretende, la pregunta sería ¿Cómo pretende llegar a este donde?
De una manera participativa, con la participación y cooperación de todos los actores que intervienen en el territorio, para esto, la visión establecida en la ERD, se complementa con los usuarios de éste. Serán las visiones de los actores las que se plasmen en las unidades territoriales a trabajar establecidas.
El componente ciudadano, pretende ser fuerte en el proceso regional, así como lo tuvo la elaboración de la ERD, la cual es en su definición: un acuerdo social respecto a la visión del desarrollo de la región, en este caso podríamos definir al PROT como un acuerdo social respecto al cómo y dónde desarrollar el territorio.
El proceso participativo se materializará de distintas maneras, con talleres de participación ciudadana, mesas de información y negociación, cuando corresponda, porque el PROT, es un complemento de intereses, públicos, privados, civiles, siempre bajo el marco de la ERD.
En principio el desarrollo contempla cerca de 50 talleres, los que tienen distintas funciones y magnitudes, según corresponda, levantamiento del diagnóstico, prospectivo, de mapeo, sectoriales, provinciales y en algunos casos comunales, pues si bien el PROT es una visión regional, la idea que tenga matices locales.
Sabiendo que busca responder el dónde, de una manera participativa, la pregunta es ¿cómo?, ¿en que se traduce el PROT?, ¿cual será su materialización?
El instrumento final contempla planos y memorias, que contengan en sí, las definiciones estratégicas de la ERD.
Para diferenciar: si el PRDU definía usos de suelos preferentes, zonas homogéneas y la estrategia definía una línea de acción, por ejemplo, “garantizar el acceso al borde costero”, o “potenciar la actividad portuaria”, ninguno de estos instrumentos define el donde, éste va a estar definido ahora en el plano, en el mapa regional. Este objetivo general va a estar definido, el PROT definirá puntos específicos concretos en el territorio, los que a su vez estarán asociados a planes, programas, proyectos, que ayuden su desarrollo.
El PROT como instrumento pretende ayudar a planificar la inversión, a orientarla, definir donde se puede invertir, recomendar donde no, establecer zonas de conservación, de riesgo, de manera clara en el territorio. La iniciativa busca la cooperación e intercambio de información de las partes involucradas con el objetivo de promover el desarrollo estratégico del territorio el toda la Región de Coquimbo.
Nuevamente, el PROT no es un instrumento Normativo sino indicativo y ésta podría ser su gran falencia. Su construcción participativa, debería al menos garantizar la cooperación, al momento de su ejecución, de los actores que participaron de su generación. Una especie de acuerdo, que al incluir las distintas visiones de los distintos actores regionales, debiera ser un instrumento potente, decisivo a la hora de definir las inversiones en el territorio, en el que las visiones sectoriales quedan postergadas, en pos de una visión general.
Al ser indicativo, no obliga, pero ayuda a gestionar, incluirá sí, un instrumento de contenido normativo, indicando, de manera tal, que se conozca, que tipo de leyes afectan al territorio especifico y de seguimiento, con indicadores, variables, datos estadísticos, que permitan ver el desarrollo, en el tiempo, del territorio.
Dicho de otra manera, pretende tener las discusiones de futuro, el ¿que queremos?, ¿que exportamos?, ¿que construimos? ¿como lo hacemos?, proyectadas en un mapa, ya que sin esta orientación, la del donde, cualquier inversión y proyecto podría calzar con la estrategia, de manera genérica. Es cuando aparece el donde, que la estrategia comienza a materializarse en el territorio.
Un ejemplo: la estrategia define potenciar la educación, ese sería el qué, el cómo sería con liceos de excelencia, ¿donde?, es el desafío tras el PROT, construir en el territorio la visión establecida en la estrategia.
El tema del acuerdo social y trabajo participativo debieran ser potentes en la generación del instrumento, ya que, si bien es cierto los planificadores pueden hacer un trabajo serio, minucioso, riguroso, claramente, no son dueños de toda la verdad ni de abarcar todo el abanico de posibilidades de uso o posibilidades que pueda tener un territorio, ya que si bien un éste puede tener características favorables para un determinado uso o actividad, los factores económicos, tecnológicos y de mano de obra, pueden transformar el territorio, las pendientes rocosas, utilizadas como campos de cultivo en los valles de la región son prueba de ello.
Si las ciudades y territorio, son sistemas dinámicos, el instrumento que intenta planificarlos debe entender y mantener esa condición, requiere ser flexible.
Entendiendo esta premisa, se plantea su revisión y posibles modificaciones, si las requiere, cada 4 o 5 años.
Finalmente, ¿para cuándo?, ¿cuáles son los plazos para el producto final?.
La etapa de trabajo pretende estar terminada en diciembre del 2012 y que tenga un proceso de desarrollo en el territorio que permita llegar con buenos resultados al 2020, año en que debe ser actualizada la Estrategia Regional de Desarrollo.