Bienes Nacionales de Uso ¿Privado? ¿Cuánto vale el espacio público?
Una de las tantas críticas que se ha hecho a raíz del tema Hidroaysén contra la ciudadanía, es que ésta ha sido mas reactiva que propositiva. que aparece cuando las decisiones están por ser tomadas y no antes. Mas allá de si esto es así o no, queda claro que la mayoría de las veces la ciudadanía carece de información con respecto a los proyectos que ingresan a los distintos sistemas públicos. Es en estos casos en que se espera de las autoridades, que actúen, como mínimo conforme a la ley.
Pero ¿qué pasa cuando la autoridad, que se supone tiene toda la información, no toma las acciones a tiempo?, peor aún, cuando ésta, que es quien debe ser garante del cumplimiento de las leyes, las olvida o simplemente no las toma en cuenta.
Es en este punto en el que me quiero detener para hablar de un caso que demuestra claramente que la culpa de todo no es siempre de una ciudadanía mal informada, sino también de una autoridad soberbia y muchas, demasiadas veces, desidiosa.
Me refiero específicamente al caso del “Galpón Falabella”, construido no solo en un bien nacional de uso público, cosa que no le molestó a la DOM de la ciudad de La Serena, sino también en un vacío significativo dentro de la estructura urbana de la ciudad.
Inaugurado en el año 1998, Mall Plaza La Serena, se ubica al pie de la primera terraza de la ciudad, una ubicación importante dentro de su estructura geográfica.
Para poder satisfacer la necesidad de estacionamientos se le entregó en comodato un espacio frente al mall, estacionamientos que debían ser gratuitos, al estar ubicados en un, hasta entonces, Bien Nacional de Uso Público.
Este lugar es un vacío importante para la estructura de la ciudad, es un espacio que media entre la ciudad y la ruta 5 Norte, una especie de vacío patrimonial que entre otras cosas permite que la ciudad ,gracias a su geografía de terrazas, sea vista en su totalidad desde la mencionada ruta.
Era, desde el Río Elqui hasta la ciudad de Coquimbo, un paisaje de espacios abiertos de baja densidad que se configura como la fachada de La Serena.
En los últimos años esta franja se ha ido poblando con los más diversos usos, parcelas de agrado, que mantienen el paisaje, equipamientos, de los que hablaré en otro momento y el último y mas polémico de todos, el “Galpón Falabella”.
Hace unas semanas, a todos nos sorprendió que una franja de los estacionamientos antes mencionados apareciera cerrada, mayor fue la sorpresa, cuando comenzó la construcción de una estructura tipo galpón, en un espacio que no es ni del Mall ni de otros privados, es de La Serena. ¿de qué se trata este galpón?
La respuesta es simple, la tienda antes nombrada, presentó un proyecto en la DOM, para ampliar sus dependencias a un tercer nivel (cuarto si se consideran los estacionamientos subterráneos) y necesitaban un espacio para seguir funcionando mientras se ejecutan las obras. Demás está decir que construir un bloque frente a una de las terrazas de la ciudad de las terrazas, me parece, personalmente, un escándalo aún peor que la construcción del galpón, pero a esto, también me referiré en otra ocasión.
La tienda como cualquier particular pidió permiso para construir su galpón, pero en este caso en un espacio que no les pertenece. Haciendo una caricatura: es como si al querer agrandar tu casa, construyeras una provisoria en la plaza de tu barrio, debido a que no puedes ocuparla mientras se construye la ampliación.
La DOM, encargada de otorgar los permisos de edificación, no tuvo objeción y fue así como comenzó la construcción del galpón, vuelvo a insistir, en un, hasta entonces, Bien Nacional de Uso Publico.
A raíz de la molestia ciudadana, expresada en diversas publicaciones de la prensa local, autoridades (concejales) que al parecer no sabían nada de lo anteriormente expuesto, se opusieron a la construcción y ésta se detuvo.
Ante un permiso (bien o mal) otorgado por la DOM, pocas acciones se pueden realizar, si se pide la demolición de la estructura, el Municipio puede ser demandado por la negligencia traducida en la pérdida económica de la empresa. entonces ¿qué se hace?
En este caso especifico, una mediación, en la que el Municipio da un permiso para la ocupación de este espacio por el tiempo que demoren las obras de ampliación a cambio de la gratuidad de 80 estacionamientos en la sección de los de pago.
Conclusión, el espacio público y patrimonio de la ciudad tiene, en este caso, para las autoridades, un valor equivalente a 80 estacionamientos.
No quiero decir, que a partir de esta situación se declara la ley de la selva en el suelo urbano de La Serena, pero cabe preguntarse:
¿Qué podemos esperar hacia adelante, si no aprendemos de situaciones como esta, a ser más vigilantes con lo que pasa en nuestras ciudades?
Para terminar, hago eco de una de tantas inquietudes planteadas, por un ciudadano, en torno a este tema:
¿Qué pasó con los acertados trabajos de la gente que dedicó parte de su vida en darle a La Serena su ordenamiento actual?
¿Que pasó con la visión de Oscar Praguer, plasmada en el ,al parecer, ya olvidado Plan Serena?