Estudio de Bloomberg: energías renovables ya son económicamente competitivas en Chile
Una de las principales conclusiones es que para 2030 casi todas las tecnologías de esta industria serán más baratas que aquellas que se basan en combustibles fósiles. Expertos también dicen que el estudio alerta sobre una importante fuente de empleo.
por ALEJANDRA CARMONA
(El Mostrador – 26/05/2011)
Un informe de Bloomberg New Energy Finance (BNEF) señala que las energías renovables no convencionales ya son económicamente competitivas en Chile.
Esta es una de las principales conclusiones del informe encargado por el Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales (NRDC, por sus siglas en inglés) que encomendó evaluar los costos comparativos de una amplia gama de tecnologías de generación en el sector eléctrico chileno. Según éste, las opciones tradicionales “no son necesariamente las más seguras o más asequibles para el futuro”.
El estudio explica que en 2011, “ya existen nuevas pequeñas hidroeléctricas, biomasa, biogás, fuentes de energía eólica terrestre y energía geotérmica que compiten con los costos de las principales tecnologías de Chile de grandes hidroeléctricas y de plantas de gas natural. En poco tiempo, la energía solar será también una opción accesible”. Esta competitividad será aún mayor para 2020.
Otra de las conclusiones es que una disminución importante en los costos vendrá de la mano de tecnologías solares. “Para 2030, casi todas las tecnologías renovables serán más económicas que las tecnologías de producción energética en base a combustible fósil, incluso sin tomar en cuenta las externalidades que cada fuente de energía tiene sobre la salud y el medio ambiente, y sin considerar los costos de transmisión”, indica el documento que fue encargado a BNEF, proveedor líder de análisis de datos y noticias en la energía limpia y mercados de carbono.
Miguel Márquez, experto en energía, señala que “los resultados del estudio son una señal positiva para las energías renovables y debiera ser tomada en cuenta si es que alguna vez Chile se decide a tener una política eléctrica responsable”. A la luz de los datos, Márquez también lanza un ejemplo relevando el proyecto HidroAysén: “Lo más probable es que los 7 mil ó 7 mil 500 millones que cuesta ese proyecto podrían significar el desarrollo de más de 2.300 o hasta 3 mil MW si ese mismo dinero se invirtiera en energías renovables no convencionales”.
NEGOCIO VERDE
El informe de Bloomberg revela que, además de la discusión sobre el impacto ambiental de este tipo de energías, el futuro del negocio es redondo. “Es incalculable el impacto positivo de competitividad, porque son fuentes de energía que no requieren costos de operación, lo que aumentaría la competitividad de nuestro país, pero sobre todo en la generación de empleo”, dice Márquez.
El documento fue presentado ante la Comisión de Minería y Energía del Senado y ante las Comisiones de Minería y Energía, y Recursos Naturales de la Cámara de Diputados el pasado miércoles por el equipo de NRDC y el Profesor Roberto Román, experto en Energías Renovables No Convencionales de la Universidad de Chile.
El día de la presentación ante los parlamentarios, Douglass Sims, abogado y especialista de financiamiento de proyectos energéticos de NRDC, señaló que “teniendo en cuenta los recursos renovables de alta calidad de Chile –sus recursos solares son los mejores del mundo-, la caída de los precios de la tecnología de las ERNC y el aumento de los precios de combustible fósil, hay importantes fuentes de generación de ERNC que actualmente son competitivas en Chile, y lo serán cada vez más”.
Por eso, además de la comprensión del concepto de sustentabilidad de la matriz energética en Chile, la principal reforma, para quienes defienden las energías renovables, es incluir en la Ley de Fomento de Energías Renovables no Convencionales la meta del 20% de estas energías para el año 2020. “Este cambio permitiría aprovechar el gran potencial de generación de estas fuentes y agilizaría su viabilidad económica para que compitan en el mercado”, señaló Alex Muñoz, director Ejecutivo de Oceana.