Brasil construirá la tercera mayor represa del mundo
Tras años de polémica, discusiones sobre protección ambiental y resguardo a los pueblos que viven en la zona, ayer, el regulador ambiental de Brasil dio su aprobación definitiva para la construcción de la represa hidroeléctrica Belo Monte, en el río Xingu, afluente del Amazonas.
El proyecto de 17.000 millones de dólares ha generado severas críticas de los ecologistas. El gobierno, sin embargo, ha dicho que supondrá “una revolución económica y social” para la región amazónica.
En 2015, el proyecto de 11.200 megavatios empezaría a generar electricidad, crucial para proveer energía a la economía de rápido crecimiento de Brasil, según las autoridades.
Se trata de la tercera mayor represa hidroeléctrica del mundo después de Las Tres Gargantes, en China, e Itaipú, en la frontera de Brasil y Paraguay.
El proyecto se ha suspendido y retomado en varias ocasiones por órdenes judiciales concedidas a favor de ecologistas y pobladores nativos.
Norte Energia, el consorcio que ganó la licitación para construir y operar Belo Monte, está formado por el holding estatal Eletrobras, el segundo mayor fondo de pensiones de Brasil; Petros, y constructoras locales.
Concebido hace 30 años, los críticos sostienen que el embalse afectará al medio ambiente y a miles de personas que habitan la región. La represa de 6 kilómetros de extensión desplazará a 30.000 habitantes de la zona y reducirá el volumen de agua del río Xingu en una extensión de 100 kilómetros, dice Reuters.
También inundará 516 kilómetros cuadrados de selvas, grandes áreas de bosques y tierras, según EFE.
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La empresa debe garantizar una corriente de agua en el río Xingu, suficiente para la supervivencia de los ecosistemas y de los modos de vida de los pobladores.