Nuevo Parque Eólico en Chiloé
El 1 de agosto fue aprobado por el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) el Parque Eólico Chiloé, iniciativa que se suma al parque San Pedro en Dalcahue. Ambos proyectos que, a pesar de que buscan producir energías renovables no convencionales, han encontrado oposición en algunos grupos ambientalistas.
Ecopower, empresa chileno sueca, es la encargada de la iniciativa que requerirá una inversión privada de unos US$ 235 millones. El parque se instalará en el sector Mar Brava (Bahía de Cocotué) en Ancud y ocupará una superficie de 1.000 hectáreas.
Contará con 56 aerogeneradores de 2 MW que recibirán la energía cinética del viento, captándola, por medio del movimiento de las aspas. La fuerza del viento hará girar un generador, que se encuentra en una góndola, produciendo la energía eléctrica.
El parque permitirá generar 112 MW de energía eléctrica que alimentaran el Sistema Interconectado Central y la Isla Grande de Chiloé. Actualmente la isla requiere 50 MW los que son suministrados por una matriz energética en base a petróleo, por ende, con la puesta en marcha del proyecto, la Isla Grande de Chiloé podrá ofrecer energía al SIC. Además contribuirá a uno de los objetivos del Plan los Lagos que es promover el uso de energías renovables no convencionales.
Con la instalación del parque se contempla construir caminos de servicio, líneas de transmisión subterránea y una subestación eléctrica. Se estima que se requerirá una mano de obra de unos 100 trabajadores.
La iniciativa no cuenta con total apoyo ciudadano. La Comisión Ballenera Internacional, el Centro de Conservación Cetácea, organizaciones indígenas y representantes de la comunidad han mostrado rechazo al proyecto. Señalan que temen impactos negativos por los posibles daños que generarían las vibraciones de las torres a las ballenas que llegan a la zona, que estarían en peligro sitios arqueológicos existentes en el lugar y que temen por un posible efecto negativo sobre la extracción de machas. Además se argumenta que no se les consultó a las comunidades huillinches, que se encuentran en las cercanías del parque, vulnerando el convenio 169 de la OIT. Acuerdo que vela por el reconocimiento de los pueblos, el respeto a sus formas de vida, desarrollo económico y el derecho sobre sus tierras y territorios.
Para aprobar la construcción del Parque Eólico Chiloé se consideró sólo una declaración de impacto ambiental. Las ONGs alegan que se requiere un estudio de impacto ambiental completo y que se debe reconsiderar la localización del parque para ubicarlo en áreas alejadas de la costa.
Desde la intendencia se explicó que se pidió sólo una declaración porque el parque no será emplazado en un área sensible, esto es, que no presenta asentamientos humanos mayores ni es un área protegida.
Desde la empresa se informó que se creará una fundación que velará por el cuidado y mantención de los sitios arqueológicos, habrá un monitoreo sobre la avifauna del lugar y que estudios han descartado posibles impacto sobre la extracción de las machas. Además señalaron que las torres estarán a 150 metros sobre la línea de alta marea, por lo que no se produciría un daño sobre los cetáceos.
Por lo pronto las organizaciones indígenas presentarán un recurso de protección que pretende detener el proyecto. La puesta en marcha del proyecto está prevista para el primer trimestre del año 2012.