EGIS, Entidad de Gestión Inmobiliaria Social. Representatividad al límite.
Hoy mas que nunca está en boga la representatividad política en nuestro país. Un sistema binominal, que impide una elección mas justa de verdaderos representantes de la población; participación ciudadana en temas de importancia nacional, regional y/o local; conglomerados políticos vs independientes, que buscan verdaderamente soluciones para la localidad que pretenden representar, medios de comunicación que intencionan la verdadera información, neutra, sin compromisos ni finalidades; etc. Algo muy parecido ocurre con la representatividad social.
Muchas veces el acceso a la información posibilita una mejor decisión, una elección sobre un tema especifico, en este caso social. Hace un par de días atrás me paso que al preguntar en una asamblea si sabían que era una EGIS (Entidad de Gestión Inmobiliaria Social), los asistentes no tenían la mas minima idea, lo mas preocupante de todo es que la misma gente que nos solicito apoyo en la asamblea, quería acogerse a la Ley de Copropiedad Inmobiliaria a través del Municipio y luego postular al subsidio Mejoramiento de la Vivienda.
La elección de una EGIS es fundamental para una próspera postulación a cualquier subsidio habitacional, el problema es que la gente no lo sabe. Las Municipalidades cumplen en cierta medida con la función de informar e incluso intencionar una buena elección, tomando en cuenta características, evaluaciones, cualidades y desventajas de cada una. Pero no es suficiente. La contraparte –EGIS– debe obligarse a participar activamente en todo el proceso. Es muy fácil encontrarse con EGIS que prometen el cielo y la tierra, regalando estrellas a las dirigentas y globos a los niños, homologando las malas prácticas de la política en general y eso es lo mas preocupante. Es muy fácil ser populista, lo difícil es ser concreto. De aquí la primera pregunta: ¿Qué representatividad social tienen las EGIS con los pobladores que esperan años por una solución que ellos se comprometieron a responder?
Las EGIS son elegidas en asamblea por la agrupación que desee postular (JJ.VV., Comité de Adelanto, Comité de Allegados, Club Deportivos, etc) y busca en ella una representatividad que muy pocas veces se observa sincera y trasparente. Estamos de acuerdo, las EGIS son PYME’s y en algunos casos S.A. que buscan un negocio en esto, están en su derecho, incluso su rol como emprendedores es mejorar las condiciones de habitabilidad residencial y urbana de sectores mas vulnerables de nuestro país. Suena bonito, pero también están dentro de las reglas del juego educar a la gente, explicar procesos, pasos, estadísticas, tiempos y plazos, en definitiva, mantener a la población informada, generar actividades participativas en donde los beneficiados tomen decisiones en conjunto con los actores involucrados. En rigor, los postulantes contratan los servicios como mandante a las EGIS, si una no responde se cambia. El problema recae en que la burocracia de los procesos subsidiarios es tan alta que para la gente no es tan fácil. Ese cambio significa partir de cero –como cualquier proyecto– es decir, años de retraso en este caso.
¿En manos de quien estamos dejando nuestras ciudades? De empresas que no cuentan con el 100% de respaldo de la ciudadanía, que poseen bajos índices de credibilidad que en definitiva ven mermadas las confianzas y por ende la representatividad ante los organismos gubernamentales que entregan los subsidios.
Me han tocado casos en los que las EGIS se niegan a asistir a las asambleas, acusando que tienen horario de atención. No mantienen una comunicación fluida y constante con todos los actores involucrados (Municipios, SERVIU, MUNVU, etc) es ilógico pensar de ese modo. Así como existen EGIS y PSAT con una vocación increíble, colaboradores, educativos y entusiastas, características que motivan a la gente y entregan las energías para continuar, pese a las dificultades de la Política Habitacional. En definitiva no fue responsabilidad de la EGIS, se hizo lo que se pudo. Entonces ¿Cuál es la traba para normar esta diferencia y evitar problemas de esta índole?
Es responsabilidad de nosotros participar activamente en la toma de decisiones, lo que no significa solamente poseer el ahorro solicitado y que como recompensa me cambiaran la cerámica de mi vivienda, sino que también las confianzas necesarias para entablar lazos que permiten una convivencia sana entre prestador y mandante. Se acotan así las dificultades y aumenta la productividad, el respaldo y la eficiencia.
Sí, es fácil comentar y criticar esto desde la vereda de enfrente, pero no cuesta nada un poco de empatía hacia la gente que espera años para cambiar una ventana, gente que realmente lo necesita. Se puede convivir con el negocio y el respeto de las familias. Y no hablo de populista, sino que hablo representando en gran medida a familias que vienen a mi oficina a reclamarme por las malas prácticas de las EGIS, roces que sinceramente creo son muy fáciles de reparar y seguir adelante con postulaciones que en si ya son complicadas como para agregar mas trabas en el sistema.
Las nuevas modificaciones a la Política Habitacional aún no han sido publicadas en el Diario Oficial, sin embargo todos sabemos que se está trabajando en eso y que prontamente saldrán promulgados los cambios a los decretos correspondientes a cada subsidio. Éstas se harán visibles recién en un par de llamados mas a modo definitivo. Es decir, durante el próximo año paulatinamente veremos cambios en los decretos que inciden directamente en el funcionamiento de los procesos de cada subsidio y su postulación. Además estas modificaciones serán paulatinas y a modo de evaluación, de acuerdo a los comportamientos de cada EGIS en relación al subsidio con cual se trabaje.
Por lo tanto, el rol de intermediario de las EGIS decaerá proporcionalmente. Lo anterior significa que el Estado se ha dado cuenta de lo expuesto en esta columna y que las EGIS y PSAT (las que sigan desarrollando trabajos) deberán afinar sus prácticas para mejorar sus estándares. Obligadamente se estará regulando los protocolos.