Policía de Río apuesta a tener el control de las favelas antes de 2014
Plan de seguridad para el Mundial de Fútbol y Olimpiadas:
Tras las expulsión de los narcos, viene la instalación de servicios públicos en los barrios.
JAVIER MÉNDEZ ARAYA (El Mercurio)
Río de Janeiro, una ciudad bendecida por exuberantes montañas, bosques y playas, está viviendo un punto de inflexión en materia de seguridad, con miras a la realización del Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.
La llamada “Cidade Maravilhosa”, profundamente dividida entre el mundo de las 1.000 favelas repartidas por toda la urbe y los barrios acomodados cerca de Copacabana, Ipanema o Leblón, es escenario de uno de los planes más audaces de la gobernación estadual, que busca liberar zonas dominadas por el narcotráfico antes de la realización de los eventos deportivos.
Se trata, sobre todo, de retomar los barrios marginales donde casi no existe la presencia del Estado y donde más de un millón de habitantes se han visto atrapados en medio de una guerra brutal entre narcotraficantes.
En un operativo que contó el apoyo de carros militares blindados y helicópteros artillados, la policía entró el domingo por primera vez en décadas a las favelas de Rocinha, Vidigal y Chácara do Ceu, y las ocupó pacíficamente por dos horas.
Luego, hoy lunes, los agentes iniciaron la búsqueda de armas, drogas y narcotraficantes ocultos, informó la prensa local.
Mientras tanto, funcionarios del servicio de limpieza reanudaron la recogida de basura, una vez que 50 técnicos de la Compañía de Agua y Alcantarillados comenzaron obras para mejorar el suministro a la población.
Según la académica de la Universidad Federal de Río de Janeiro, Ángela Abreu, lo iniciado en la favela Rocinha “es la operación más correcta que el gobierno podía hacer en términos de seguridad y que influirá también en los ámbitos de la educación y la salud de los habitantes de esas zonas. Esto, porque vivían virtualmente prisioneros en sus propias casas”.
Añade que la ocupación permitirá la instalación posterior de Unidades de Policía Pacificadora (UPP) con agentes entrenados especialmente para tratar con comunidades regidas durante años por el crimen organizado.
Como las favelas de Rocinha, Vidigal y Chácara do Ceu quedan cerca de los barrios más ricos de la ciudad, la ocupación tiene un fuerte valor simbólico por su localización y viene a resaltar la voluntad del gobierno de reconquistar decenas de barrios marginales más antes del Mundial de Fútbol de 2014.
Objetivo
Desde 2008, cuando el gobierno de Río comenzó la “pacificación” de las favelas, ha instalado 18 UPP. Su meta es instalar 21 más para 2014. Cada UPP puede atender varias favelas.
Sergio Cabral, gobernador del estado, advirtió ayer que se arrebatará el territorio a los delincuentes. “Ese programa está planificado, y va a ser cumplido”.
En este marco, la policía ya ocupó hace unos meses la favela de Mangueira, cerca del estadio Maracaná, que probablemente sea sede de importantes partidos del Mundial y de la inauguración de las Olimpiadas.
Según adelantó la prensa, el próximo objetivo será la ocupación del Complexo da Maré, cerca del aeropuerto internacional de Río y de la ruta a Sao Paulo, que es un grupo de 16 favelas con 130 mil habitantes, refugio de narcotraficantes fugados.
Sin embargo, hay quienes opinan que los próximos operativos podrían ser inciertos. Así lo sostiene el coronel (r) José Vicente, ex secretario nacional de Seguridad Pública y actual profesor de la Academia de la Policía. “Hay ahora unas 50 favelas dominadas por narcotraficantes fuertemente armados y unas 150 por grupos paramilitares. Y el problema es que la policía de Río no tiene los recursos materiales ni los hombres para ampliar el plan de pacificación”, explicó.
Vicente enfatizó que actualmente la situación de seguridad de Río de Janeiro es grave, con un índice de 40 homicidios por cada 100 mil habitantes, mientras que la media en todo Brasil alcanza a las 22,7 por cada 100 mil habitantes.
“Esto es muy preocupante a poco más de dos años del Mundial. Porque además de los homicidios hay que sumar el alto índice de robos de autos y asaltos a personas”, indicó a “El Mercurio”.
Pese a todo, el Comité Río 2016 aseguró que “los históricos sucesos del domingo refuerzan el compromiso asumido por Brasil de realizar los Juegos de 2016 en un ambiente de total seguridad para participantes, turistas y residentes”.