Campo Dunar de Concón, el Santuario vendido

Hace casi dos décadas que la empresa inmobiliaria Reconsa, compró al Estado un terreno que recientemente había sido declarado Santuario de la Naturaleza. Hoy, el dilema radica en si es factible que el Estado los recupere o no. Jóvenes, padres, niños, deportistas, ecologistas, comerciantes, investigadores y arquitectos se han unido en torno a un solo objetivo: la conservación del Campo Dunar de Concón.

Isabel Siefer, de 52 años, prefiere no detallar anécdotas de sus pololeos de antaño en las dunas. Ella veranea desde niña en Concón y vive hace quince años en un condominio ubicado justo en frente del Santuario. Isabel proyecta sus recuerdos en los tantos enamorados que ahora se acercan a contemplar al sol esconderse en la bahía: “Mis recuerdos son los mismos de muchas otras generaciones, de las que yo veo que vienen a pasear aquí. La historia se repite en las familias y todos tienen un cariño enorme por las dunas”, dice.

A esta voluntad de la comunidad, se ha sumado el Alcalde de Concón, Jorge Valdovinos; la Comisión de Medio Ambiente del Consejo Regional (Core); algunos políticos como el senador RN Francisco Chahuán y el diputado PPD Rodrigo González; el campeón Sudamericano de sandboard, Víctor Chávez, que constantemente viaja desde su natal Perú a las dunas; y el Colegio de Arquitectos de Chile, el cual manifestó explícitamente su rechazo al cierre del Campo Dunar. Tal medida fue tomada por la empresa propietaria del terreno, que pretende construir 22 condominios alrededor y sobre el Santuario.

Las 50 hectáreas por las que luchan los conconinos y que hoy parecen un objetivo difícil de alcanzar, hasta hace un tiempo fue un hecho, pues en agosto de 1993, el presidente Aylwin junto a su ministro de Educación, Jorge Arrate, declararon que 50 hectáreas de las 150 que componen el Campo Dunar de Concón, serían Santuario de la Naturaleza. Fue así como, tras el manifiesto interés de Reconsa por dichos terrenos, en marzo de 1994 -y dos días antes del cambio de gobierno-, el Decreto Supremo 481 fue reemplazado por el Decreto Supremo 106, que redujo el Santuario de 50 a 12 hectáreas. Estas últimas fueron ampliadas a 19,5 hectáreas en enero de 2011.

Pero más allá de la polémica que hoy se vive entre ciudadanos, autoridades políticas y la SOCIEDAD URBANIZADORA REÑACA CONCON S.A (Reconsa), el problema que hoy se evidencia en el Santuario de la Naturaleza ha estado latente hace décadas, pues -prácticamente- dicha zona ha sido tierra de nadie. Al ser las dunas propiedad de Reconsa, la Municipalidad no puede intervenir en ellas, ni siquiera equipándolas con basureros o cobrando por estacionamientos. Tampoco el SEREMI del Medio Ambiente está capacitado para instalar senderos turístico-educativos que vayan sobre la arena; propio de las zonas ecológicas protegidas.

Comunidad consciente y organizada

Ante tal panorama, y preocupados por el daño que incluso provocan ellos mismos, la ciudadanía se ha organizado en diversas instancias. La red Duna Libre es la que ha estado en la palestra durante el conflicto, y que se creó en julio de 2011 apenas se supo de la construcción de los condominios.

Ante el crecimiento de la ciudad, Camila Hernández, arquitecto y parte del directorio de la red, ve con preocupación el futuro de las dunas: “Si se dejan solamente 19,5 hectáreas como Santuario de la Naturaleza después de la construcción, eso no le permitirá a la duna mantener su movimiento con el viento, que es necesario. Entonces, de aquí al 2021 desaparecerían, porque la capacidad de carga de las dunas no es tan grande como para la cantidad de máquinas y edificios que le están poniendo”. Camila agrega que, entre otras cualidades, las dunas también tienen un valor urbano, pues funcionan como amortiguadoras del crecimiento de la densidad de la población y la ciudad.

Por otra parte, el problema ambiental fue una de las razones del nacimiento de otra organización: la Eco Ruta. Ésta busca inculcar hábitos y buenas prácticas de recolección y reciclaje, y la valorización del entorno natural. Además de las siete rutas que cubren distintos sectores de Concón, se realizan actividades eco-sociales como la campaña de reciclaje en Villa Alemana y una caminata y travesía en kayak con la Escuela Especial Quillahua, en Playa La Boca.

Claudia Jofré, presidenta de la organización, cuenta que después de cada manifestación en el Campo Dunar, se han quedado muchas familias a recolectar las pancartas que han quedado tiradas y a separar otros residuos para el reciclaje. Dentro de sus planes está la ‘limpieza dunar’ el 14 de enero y la instalación de contenedores.

El valor ecológico de las dunas de Concón

A lo lejos parecen sólo un montón de arena, pero en esta formación geomorfológica habitan más de 250 especies endémicas que se dan sólo bajo esas condiciones geográficas y climáticas. Tanto así, que ni siquiera se pueden producir en las dunas de Ritoque, que son las más cercanas.

Las dunas de Concón tienen una data de unos 125 mil años. Actualmente, tienen la condición de ‘dunas colgadas’, pues entre ellas y el mar hay una plataforma rocosa y baja que impide que la arena llegue a ellas y las alimente. Según el libro ‘Las dunas de Concón’, del biólogo Sergio Elórtegui, dentro de los ambientes costeros de Chile, los campos de dunas requieren de especial atención. Una de las razones es su valor paisajístico, que se puede apreciar en las líneas que provoca el viento en la arena. También son de interés arqueológico, pues en ellas se asentaron poblaciones indígenas precolombinas.

Actualmente, el acceso a las dunas se encuentra abierto mientras no se resuelva el recurso de protección presentado por los ciudadanos en contra de la inmobiliaria, quienes la semana pasada intentaron -en vano- cercar el recinto. Entre los ciudadanos, se cree que tal acción fue una trampa para que los conconinos que querían celebrar el año nuevo, entraran por la zona protegida del Santuario, dañándolo.

Hoy, Duna Libre está a la espera  de una audiencia fijada para este mes con el Presidente de la República, para solicitarle una mejor gestión en la conservación de las dunas. Por otra parte, todos los sectores están atentos a la respuesta sobre la expropiación de los terrenos a la inmobiliaria Reconsa. La alternativa que fue solicitada por la Comisión de Medio Ambiente del Consejo Regional (Core), si bien liberaría a las dunas, para algunos parece poco viable, pues podría significar pagarle a la inmobiliaria hasta 100 millones de dólares.

*Noticia en desarrollo: Hoy, el alcalde Jorge Valdovinos comunicó el encargo que hizo a la empresa Habiterra, por $113 millones, para que confeccione un nuevo Plan Regulador de la comuna. Esta medida permite suspender todos los permisos para construir, incluyendo el proyecto de Reconsa.

6 de enero: Congelan obras en dunas y empresa iniciará acciones