Viña cumple 15 años con aguas limpias, hito que salvó su turismo
En 1997, sus playas estaban saturadas de aguas servidas.
por Hernán Cisternas El Mercurio
Hasta 1997, las principales playas de Viña del Mar tenían un nivel de contaminación que superaba en más de 200 veces la norma chilena. Según este reglamento, las aguas recreacionales no pueden tener concentraciones de más de 1.000 coliformes fecales por cada 100 mililitros, lejos aún de los máximos aceptados en Estados Unidos, que tolera hasta 200 coliformes por 100 mililitros.
Las playas Los Marineros, Blanca y Casino registraban habitualmente sobre 220.000 coliformes, al igual que La Boca -en Concón-, debido a la constante descarga de aguas servidas sin tratamiento al mar. La playa Acapulco concentraba 90.000 coliformes y la de Reñaca 20.000.
Esta situación cambió radicalmente en 1997, con la puesta en marcha de una planta de tratamiento y un emisario. La inversión descontaminó el balneario reduciendo casi a cero los niveles de concentración en la mayoría de las playas, con excepción de El Encanto y Las Salinas, que bordean los 100, la mitad de la exigencia internacional.
Autoridades comunales de Esval y de turismo conmemoraron ayer los 15 años de ese acontecimiento, haciendo notar cómo el saneamiento del borde costero salvó la principal actividad económica del balneario y frenó el desplazamiento de turistas hacia otras zonas, en particular a La Serena, que se constituyó en alternativa.
La alcaldesa Virginia Reginato señaló que “de haber tenido todas las playas en pésimas condiciones, ahora son las mejores”. Según Milos Miskovic, director regional de Turismo, se recuperó terreno y la zona es el principal destino turístico nacional, captando el 27% del flujo.