La novedosa intervención urbana de la capital tiene rostros y manos de mujer
Desde murales en Las Condes hasta árboles cubiertos con lana en Santiago centro, están entre estos trabajos:
Son parte de distintos colectivos, estudiantes y profesionales, de entre 26 y 32 años, que buscan llenar de color la ciudad, acercar el arte a las personas y hacer de este oficio una vía rentable para ganarse la vida.
Por Valentina Pozo, El Mercurio.
Coloridos murales en el sector de Escuela Militar, en Las Condes, y árboles cubiertos de lana en Santiago centro, se pueden encontrar hoy sin problemas. Son parte de la denominada intervención urbana.
Distintos colectivos se dedican a crear estas obras que, según sus autoras, dotan de color a la capital, entregan arte directamente a la gente y son una rentable vía para ganarse la vida.
Si bien las intervenciones más conocidas son los grafitis, hay mujeres que han optado por innovadoras formas de decorar la ciudad y romper la rutina de los transeúntes.
María Antonieta Landa (29) y María Luisa Portuondo (29) son las fundadoras del Laboratorio Escénico Visual (LEV), al cual se incorporó María Jesús González (29). Las tres, actrices de profesión, dejaron de ver el teatro como la alternativa, ya que “sentimos que pertenecía a un grupo más selecto, por lo que un menor número de personas podían ver nuestro trabajo”, señala Portuondo.
Motivadas por esta premisa decidieron empezar con las intervenciones. En esta línea desarrollan la serie “Cosas que me gusta hacer, porque sí”, con la cual ya han realizado tres obras: la primera fue colgar 500 grullas de origami en un árbol del Parque Forestal, la segunda llegó a las 2.800 en el puente Condell y la tercera fue una alfombra de 180 m {+2} hecha con retazos, que ubicaron en el centro.
Para Landa, el valor de las intervenciones urbanas está en “acercar el arte a la gente, ya que es menos restrictivo que el de una galería y se desarrolla de una manera amigable con la ciudad”.
Otra de las corrientes que se han desarrollado con fuerza desde hace un año en la capital es el Yarnbombing. Estas acciones, que tienen adeptos en gran parte del mundo, consisten en decorar árboles, escaleras, asientos de plazas “y todo lo que esté disponible en la ciudad con tejidos”, cuenta Deborah Olmedo (32), de Yarnbombing Chile.
En esta misma línea están las integrantes de Lana Attack, quienes ven con una satisfacción especial el tejer para realizar arte, pues es “algo innovador y muy atractivo para quien lo ve”, destaca Natalia Muñoz.
Arte rentable
Hacer del arte una actividad rentable para vivir es lo que lograron las participantes de Estamos Pintando. Constanza Larenas y Trinidad Guzmán, ambas de 26 años y tituladas de Arte en la Universidad Finis Terrae, son las creadoras de los murales en la pasarela de Escuela Militar y en Presidente Riesco. Los dos proyectos fueron patrocinados y financiados por la empresa Benetton, que además canceló el trabajo de estas artistas.
Pero estas no fueron sus primeras obras. A su haber tienen la sala de urgencias de pediatría del Hospital Padre Hurtado, en San Ramón, y el gimnasio de la cárcel de mujeres de San Miguel.
Guzmán dice que lo de Benetton se debió a una “cazatendencias de la marca que vio nuestro trabajo en internet. Entramos a un nicho que nadie sabía que existía y que es rentable. Donde es posible vivir de este trabajo, vivir del arte”.
Así como ellas, las jóvenes de LEV negocian auspicios para la cuarta obra de “Cosas que me gusta hacer, porque sí”, en la que esperan generar un trabajo “que perdure en el tiempo”, según Portuondo.
Primer festival chileno de esta disciplina
Intervenir simultáneamente distintos puntos de Santiago es lo que planean hacer los organizadores del Festival “Hecho en Casa”, que cuenta con el patrocinio del Consejo Nacional de la Cultura y será realizado en el Centro Gabriel Mistral (GAM).
Para Felipe Zegers, director del evento, la iniciativa no sólo es innovadora, ya que “si bien en el mundo hay festivales de street art , no los hay con una convocatoria transversal que abarque a todas las expresiones de intervención urbanas”, sino que busca dar cuenta de que la intervención urbana “va más allá de los grafitis”.
Pese a que aún están analizando la fecha definitiva para su realización -se baraja el último trimestre del año-, Zegers explicó que no sólo se considera la participación de artistas de renombre internacional como Sebastián Errázuriz, sino que abarcaría un perímetro desde Plaza Baquedano hasta las inmediaciones del GAM.
El ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke, destacó la importancia de la iniciativa, y aseguró que las intervenciones urbanas “son esenciales en las artes visuales, principalmente por la experiencia que brindan a los ciudadanos y al entorno donde se realizan. Proyectos de este tipo fomentan el desarrollo de estas prácticas y ayudan a que los vecinos se acerquen al arte”.