Vecinos de Ñuñoa critican remodelación del parque Ramón Cruz de la Villa Frei
La renovación del área verde y la llegada del Metro dividen a los vecinos y el municipio.
Por Vadim Vidal, La Tercera.
Están pegadas en las casetas de conserjería de las nueve torres y en la subida de la mayoría de los 41 bloques de departamentos de la Villa Frei, el conjunto habitacional inaugurado en 1968, destinado originalmente a los afiliados a la Caja de Empleados Particulares, donde en la actualidad viven cerca de siete mil personas. Son dos hojas tamaño carta: una con recortes de prensa sobre la remodelación del parque Ramón Cruz y otra con una convocatoria a las asambleas que desde hace un mes se realizan todos los sábados a mediodía al lado de la multicancha. Los firmantes, el Comité Patrimonial Villa Frei-Parque Ramón Cruz. Su objetivo: convertir la villa y su parque en una zona patrimonial.
“Lo único que no estamos dispuestos a aceptar es que no nos consulten e intervengan el parque”, dice Ulises Valderrama, uno de los convocantes. Según él, ningún habitante ha sido consultado sobre las obras. Cuenta que se organizaron luego de ver una información en el periódico municipal El Ñuñoíno. Ahí se anunciaba que los trabajos comenzarían en 2013 y que se mantenían conversaciones con la comunidad. Todo esto presentado con un plano de la nueva cara del parque.
Participación ciudadana
“Sabemos que se necesitan mejoras”, añade Carmen, otra de los 35 vecinos que componen el grupo. “Se necesita mayor seguridad, hay que mejorar las luminarias, identificar los árboles centenarios que tiene, pero existe miedo de que se licite y sea un privado el que decida”.
Nombran como antecedente del comité las reuniones de los residentes para coordinar ayuda tras el 27/F. Que se conocían desde esa instancia, pero que han afianzado lazos y, de hecho, cuentan ya con personalidad jurídica. Señalan que a las primeras reuniones llegaron señoras de edad con letreros con mensajes como “Estos árboles son míos” o “Este es nuestro patio”.
La geografía humana del parque durante un día de semana cualquiera lo conforma un grupo de ancianos avanzados en años caminando a paso lento por el pasillo que conecta el área verde con los bloques de departamentos, tomando el pálido sol del mediodía. Un grupo de niños en los juegos que se preservan apenas del óxido y el uso, además de dueñas de casa yendo por verduras a los locales comerciales que dan a Irarrázaval. No parece un lugar pletórico de vida.
Durante las tardes llegan los adolescentes a practicar skate al sector de los locales comerciales y grupos de jóvenes a ocupar la pequeña multicancha en pichangas que se extienden hasta el anochecer.
Silvia Ruz lleva 44 años en la villa. Llegó cuando los departamentos aún no eran entregados por miedo a que algún poblador de las tomas de Peñalolén ocupara el que le había asignado el Serviu. Desde hace 12 años es la presidenta de la Junta de Vecinos Ramón Cruz, y desde su cargo ve con buenos ojos la propuesta del municipio. “Lo poco que se ha mostrado me parece justo lo que deseamos”, asegura. Su organización cuenta con 150 afiliados y dice estar dispuesta a sentarse a conversar con las autoridades.
Según Roberto Epuleo, secretario de planificación de la municipalidad, estas instancias de participación se darán una vez que algún interesado se adjudique la licitación de los trabajos, no antes. Esto debe ocurrir de aquí a tres meses. “Las empresas tienen que presentar un proyecto de paisajismo con lo que se va a intervenir del parque y señalando cómo van a consultar a los vecinos. Una vez adjudicada la obra, tienen que cumplir esa forma de participación ”, apunta Epuleo.
No se cortarán árboles
Para el alcalde de Ñuñoa, Pedro Sabat, la gente está reaccionando antes de tiempo. “Acá se toman banderas en forma innecesaria. No son siempre de carácter constructivo. Hay un grupo que lo hace; siempre son los mismos”, señala. Renglón seguido aclara que la municipalidad sólo promueve la idea, pero es el Serviu el que ejecuta los trabajos. “Siempre hemos estado arreglando el parque de a poco, porque no nos alcanza la plata para hermosearlo bien. Lo que queremos hacer ahora es el proyecto de una sola vez”, añade.
Las obras costarán $ 640 millones, de los que el Serviu aportará el 88 %. Los 60 millones restantes correrán por cuenta del municipio.
El alcalde niega tajantemente que vaya a tener áreas concesionadas o que vayan a cortar los árboles. “Me han ofrecido colocar en ese parque de todo, porque en realidad es un lugar abandonado. De día, cuesta ver gente circulando en él, porque da susto. Yo no dejaría andar a mis hijos en bicicleta ahí. Pero jamás he aceptado ni siquiera prestarlo por horas o poner algún tipo de comercio”, explica el alcalde.
En todo caso, cualquiera sea el proyecto , deberá convivir con la construcción de la Línea 3 del Metro, una de cuyas salidas estará emplazada en la esquina de Ramón Cruz con Irarrázaval.
Según la empresa estatal, el área de trabajo ocupará la mitad del frontis del parque y se extenderá desde diciembre de este año hasta 2015.