Surgen polos urbanos que bajan segregación residencial

En Pudahuel, Maipú y Padre Hurtado crece expansión inmobiliaria junto a sectores populares. Esto ayuda a disminuir las diferencias sociales.

por Oriana Fernández G., La Tercera

Una laguna de aguas cristalinas y casas con paneles solares en el techo resaltan en el mayor complejo inmobiliario de Padre Hurtado. Una de sus etapas se entregó hace pocos meses, por lo que llegaron nuevos residentes.

Al otro lado de la línea férrea, a pocos metros, los vecinos antiguos miran optimistas. Juan Díaz, dueño de una tienda de alimentos para mascotas, dice que este auge los favorece: “Hay más dinamismo, vienen a comprar y, al menos, a mí, me ha ido bien”. El proyecto es la cara de una renovación que se vive no tan solo en esa comuna, sino que también en Maipú y Pudahuel. En estas zonas han surgido polos residenciales, donde el costo de la vivienda supera las 3.000 UF y están ubicados junto a barrios de un segmento social con menores ingresos. Es el proceso de “gentrificación” o llegada de grupos de altos ingresos económicos a sectores de pocos recursos, lo que lleva a un alza de los precios del suelo y a un posterior desarrollo en esas áreas.

Francisco Sabatini, investigador del Instituto de Estudios Urbanos de la UC, sostiene que este fenómeno hasta ahora se había concentrado con más fuerza en Peñalolén y Huechuraba, pero hoy alcanza estos sectores en el poniente de la Región Metropolitana. “Si los que están llegando a esas comunas trabajan o estudian en Santiago, entonces me parece que es un fenómeno urbano, por rural que sea el paisaje”, explica el académico.

El alcalde de Padre Hurtado, José Miguel Arellano, señala que ya se vendieron todos los terrenos que estaban disponibles hace dos años para construir. Añade que jóvenes profesionales son los que más demandan estos complejos. “Era gente que vivió acá antes y eligió volver a su zona”, añade el edil. Precisamente, Sabatini destaca ese aspecto en las áreas donde ha estudiado el fenómeno: residentes que vivieron, quizás cuando niños en la comuna, hoy retornan a reintegrarse con mejores ingresos.

Comercio

En la ciudad satélite de Maipú, creada en 1980 para potenciar la inversión inmobiliaria en nuevas zonas de la región, hoy conviven los viejos residentes con los nuevos llegados con el boom inmobiliario. Marco Antonio, dueño de una pequeña reparadora de calzado en la “plaza Hibisco”, dice que en los últimos años han florecido a pocas cuadras de su hogar “las farmacias, los supermercados y hasta una tabaquería ¿cuándo había habido una tabaquería?”, se pregunta. Es el comercio surgido con los condominios. Esos inmuebles triplican en precio de las casas como la de Marco Antonio.

Alberto Pizarro, director de infraestructura del municipio de Maipú, plantea que un nuevo tipo de consumo surge con estos grupos, los que en su mayoría trabajan en Santiago. Dice que viven al ritmo de la urbe, pero buscan alejarse del centro y tener un aire menos contaminado.

Un caso de estudio para Sabatini es Pudahuel. Cuenta que es un ejemplo de cómo se puede reducir la segregación residencial. En un complejo de avenida San Pablo, a la altura del 9500, José Vega sostiene que hay barrios más populares a algunas cuadras, pero que “no es necesario poner rejas adicionales. Todo se mantiene tranquilo”.

Sostiene que un problema lo trae el precio de las casas: han subido exponencialmente. Hace unos años valían 700 UF y hoy más de 2.000 UF.