Más de 100 toneladas de basura a la semana se retiran en los parques de Santiago
El Parque O’Higgins es el que más acumula desperdicios. En promedio, se recogen 40 toneladas en siete días y su mantención tiene un costo mensual de $60 millones. En Quinta Normal, los desperdicios cayeron en 75%.
Por Francisca Jara, El Mercurio
Cada tarde, cientos de familias visitan los parques de Santiago. Pero tras la jornada quedan restos de comida, botellas y cerros de colillas de cigarrillos, que suman 100 toneladas de basura a la semana, según cifras de municipios y del Parque Metropolitano.
Pocos basureros, falta de educación e inexistencia de una política regional serían algunas de las causas.
El aseo es responsabilidad de cada municipio. Sin embargo, según la intendenta (s) Caterina Klein, esto “requiere una mirada integral y un cambio cultural”.
Una autoridad regional que se encargue propone el experto urbano y consultor de Atisba, Iván Poduje, ya que “la mayoría de los municipios no tiene cómo mantenerlos y así solo se agravan los patrones de segregación de Santiago”.
Este verano, la Municipalidad de Santiago comenzó a multar a quienes botan basura en el parque Quinta Normal, lo que disminuyó en 75% la cantidad de desechos.
“Mantenerlos requiere de un esfuerzo financiero importante, pero lo vamos a hacer. Además, creo que todas las comunas debieran tomar estas medidas”, dijo la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá.
No solo la Quinta Normal sufre por la basura. En el Parque Bicentenario (Vitacura), a la semana se recogen 17,4 toneladas de desechos que generan los 12.000 visitantes. Los vecinos reconocen que es bastante limpio, pero “siempre hay gente sucia que deja botellas, colillas y no recoge los desechos de su mascota”, dice Lucía Flores.
En el Parque Araucano en Las Condes, cada semana se recogen 18 toneladas de basura de los 85 papeleros que tiene en sus 30 hectáreas. “Nosotros colocamos señalética que prohíbe estas conductas, pero igual hay gente inculta”, cuenta Alfonso Rojas, supervisor del lugar.
“En la pileta siempre flotan botellas y en los quinchos se acumula mucha basura, sobre todo por los jóvenes que llegan a consumir alcohol y hacer asados”, cuenta Cristián Lira, visitante del Parque O’Higgins.
En promedio, de sus 80 hectáreas se retiran 40 toneladas de desechos a la semana y su mantención tiene un costo mensual de $60 millones. El sábado se comenzó a multar a los que ensucien el parque y luego se quiere extender al Parque Forestal, donde se retiran 15 toneladas semanales de basureros y prados. “Qué les cuesta caminar a los basureros (…) los domingos esto parece un chiquero”, dice molesta Gloria Sánchez.
En la Municipalidad de Providencia, a pesar de no tener un registro de la basura que acumulan, la alcaldesa Josefa Errázuriz cuenta que “los parques se están usando como contenedores. Hay que educar a la gente para que se lleve sus desperdicios”.
En una situación distinta se encuentran los 16 parques urbanos que administra el Parque Metropolitano de Santiago. Según el director Mauricio Fabry, la basura “es una preocupación permanente, aunque aún no hemos tenido problemas tan graves como para considerar las multas”.
Como un “ícono” cataloga Fabry al Parque André Jarlan, en Pedro Aguirre Cerda, ya que “es un verdadero ejemplo de cómo una comunidad usa y cuida su área verde”.
”El tema de la basura nos preocupa, por eso hay que seguir educando y fiscalizando durante todo el año”.
CAROLINA TOHÁ
ALCALDESA DE SANTIAGO