Aumentan terrazas para fumadores en cafés del centro de Santiago
Sólo en 2013, 26 locales han solicitado permisos municipales para sacar mesas y sillas a la vereda. El proyecto es de la administración anterior y se retorna ahora para finalizarlo en 2016.
El abogado Lorenzo Torres trabaja en el centro de Santiago. Casi todos los días toma un café junto a un grupo de colegas. Habitualmente, se juntan en Aromas, en Huérfanos casi llegando a Teatinos. El ritual se ha alargado en unos 10 a 15 minutos desde el uno de marzo pasado. Cuando entró en vigencia la nueva Ley Antitabaco, que prohíbe fumar en espacios cerrados de uso público, el grupo de amigos debe esperar algunos minutos para sentarse en una de las 10 mesas que ese local tiene instaladas en el paseo semipeatonal del centro.
“La gente se pelea los puestos, todos quieren tener un espacio en la terraza, porque es el único lugar en el que se puede fumar”, explica Torres.
Como este abogado de 37 años, cada vez más santiaguinos prefieren esos espacios abiertos para prender un cigarrillo.
Aromas es una de las cafeterías que se sumó a la idea de poner mesas y sillas en las calles del centro de Santiago. Sólo desde enero pasado se abrieron 26 nuevas terrazas. De ellas, 23 se inauguraron entre febrero y marzo debido a la puesta en marcha de la nueva ley.
Según datos del municipio de Santiago, los 26 permisos aceptados en los últimos 90 días igualan los entregados durante todo 2012 y son más de la mitad de los 46 que se otorgaron en 2011. En total, desde ese año, son casi un centenar los lugares que incorporaron terrazas.
En el último mes se entregaron permisos para locales en calles Huérfanos, Brasil, Almirante Latorre, Tenderini, Grajales, Catedral y pasaje Rosa Rodríguez.
Esos puntos se suman a los ya existentes en barrios como Lastarria, Bustamante, Bellas Artes o Paseo Bulnes.
La Ley Antitabaco exige que los techos o protectores para esas terrazas no estén pegados a los muros estructurales de la construcción, por lo que el mobiliario en la vía pública se ha transformado en una buena forma de mantener a los fumadores como clientes.
“Debe haber dos metros entre las mesas y el frontis del local para que circulen las personas. Los quitasoles deben ser blancos o de color crudo y no pueden tener publicidad. De forma opcional se pueden instalar jardines como cierre”, señala Aldo Roba, diseñador proyectista de la Dirección de Obras Municipales de Santiago.
Las autorizaciones se emiten luego de una revisión de esa unidad, que vela para que las terrazas no interrumpan el tránsito vehicular o peatonal.
El municipio de Santiago cobra por metro cuadrado ocupado y según la ubicación del lugar. El valor de la autorización en época estival (septiembre a marzo) alcanza el doble que en invierno (abril a agosto).
Fumadores en la calle
En Café Aromas, las mesas se instalaron apenas comenzó a regir la ley. Según su administrador, Julio Cortés, realizaron una inversión cercana a los 600 mil pesos para colocar el mobiliario y los toldos.
“Hasta el momento hemos logrado disminuir la baja de ventas de un 40% al interior del local”, explica, quien cada mes paga 300 mil pesos por el permiso de tener mesas en las aceras.
A su vez, Café Vainilla, en Huérfanos 1350, es uno de los últimos lugares que recibió la extensión de la patente y está a punto de expandirse hacia el paseo. Néstor Cornejo, su administrador, explica que invertirá más de 350 mil pesos mensuales en 13 m2 de terraza. Desde la entrada en vigencia de la ley, su clientela ha bajado en un 30%.
El 4 de marzo pasado Café Caribe, ubicado en el Paseo Ahumada, abrió un llamativo espacio para fumadores: 18 mesas altas para que los clientes tomen café y fumen de pie, como lo harían en el interior del lugar. “Ese sector tiene una capacidad para 100 personas. Como están de pie ocupan poco espacio”, explica Carlos López, encargado por 28 años de la administración del lugar.
Asimismo, Work Café, ubicado en Miraflores 241, sacó mesas a esa arteria hace un mes. “Siempre se llenan. Nos han ayudado a subir las ventas”, asegura Andrés Morales, el administrador.
Algunos espacios ya contaban con esos espacios al aire libre antes de la entrada en vigencia de la ley. El restaurante B Partners (ex San Marcos) lleva 16 años con terraza en Huérfanos con Mac-Iver. “Ahora la gente pasa a tomar una bebida o un jugo sólo para fumar”, asegura Jessica Solís, una de las meseras.
Asimismo, el restaurante japonés Yamasushi aumentó sus clientes en la terraza entre un 10 y un 15% desde que empezó a regir la ley.
La alcaldesa Carolina Tohá explica que debido al explosivo crecimiento de ese tipo de espacios el municipio pondrá atención en el orden y uso que tengan: “Vamos a definir algunos criterios para las zonas donde podrá ubicarse este tipo de equipamiento”.