Hidroeléctrica Alto Maipo: Controversias y hermetismo
En la comuna precordillerana de San José de Maipo sus habitantes tienen la posibilidad de vivir una vida de campo a tan sólo 52 kilómetros de Santiago. Rodeado de una rica flora y fauna, montañas y ríos, el lugar se convirtió en una zona privilegiada para disfrutar de la naturaleza y practicar variados deportes. Como tal, fue declarada en 2001 “Zona de Interés Turístico Nacional” por el Sernatur y, en 2006, “Reserva natural de biodiversidad de interés internacional” por el Ministerio de Minería.
Pero esta comuna no sólo es un atractivo natural, sino que también cumple un rol estratégico y fundamental para la vida de 6.685.685 habitantes en Santiago, puesto que abastece a la ciudad con un 75% de agua potable, permite regar hectáreas agrícolas y proporciona el 80% de los áridos utilizados en obras de construcción en la Región Metropolitana.
Sin embargo, su riqueza medioambiental se vería afectada, según algunos, por el Proyecto Hidroeléctrico Alto Maipo (PHAM), de la empresa AES Gener, que comprende la construcción de dos centrales de pasada, Alfalfal II (275 MW) y Las Lajas (256 MW), en el sector alto del Río Maipo, específicamente en los valles de los ríos Colorado, Volcán y Yeso, de los cuales captaría parte de las aguas y las devolvería al cauce en el sector de El Manzano, según AES Gener.
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En 2017 estas centrales se sumarían a las ya existentes en el municipio (Alfalfal, Maitenes, Queltehues y Volcán), y se conectarían al Sistema Interconectado Central (SIC). Según consta en la descripción del proyecto, más del 90% de las instalaciones serían subterráneas, para lo que sería necesario construir 67 kms. de túneles a 800 metros de profundidad.
En noviembre de 2012, Felipe Cerón, gerente general de AES Gener, declaró que la construcción de las obras mayores se comenzaría “el próximo año, lo más temprano que podamos”. No obstante, la construcción de Alto Maipo se inició en febrero de 2013 únicamente con obras preliminares, como la creación de 40 entradas de caminos, ensanchamiento de vías y la instalación de 100 postes eléctricos de 18 metros de altura en una extensión de 70 kilómetros en el sector El Volcán, los que servirían para equipar los futuros campamentos de trabajadores.
Como todos estos trabajos no fueron reportados por la empresa dueña del proyecto al Servicio Agrícola Ganadero (SAG), la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región Metropolitana (COREMA) efectuó una sanción porque esta actividad generó “impactos ambientales no previstos respecto al proyecto evaluado, provocando la remoción total de la flora nativa, alterando los hábitos y especies de fauna nativa en categoría de conservación y afectando las características físicas de los suelos, pudiendo generar así procesos de degradación”.
Pero esta situación no ha sido la única controversia que se ha producido en torno a Alto Maipo. Esto porque el aluvión que ocurrió en los sectores precordilleranos el pasado 21 de enero y que llevó a Aguas Andinas a cortar el suministro de agua potable a 21 comunas del Gran Santiago por más de 12 horas, fue responsabilizado por la Coordinadora Ciudadana Ríos del Maipo –organización que reúne a vecinos y personas que trabajan en el lugar contrarios al PHAM- a las obras realizadas por AES Gener en el lugar. Sin embargo, esta información fue desmentida por la ministra de Obras Públicas, Loreto Silva, y por el intendente metropolitano, Juan Antonio Peribonio, quienes confirmaron que el desastre se produjo debido a factores climáticos.
Tras esto, Andrés Cabello, gerente de medio ambiente de AES Gener, declaró a CNN Chile que “los trabajos están localizados a más de 40 kilómetros de la zona de los aludes que afectaron el suministro de agua potable a la Región Metropolitana”. Pero los registros fotográficos presentados por la Junta de Vecinos Villa Alta Montaña Lo Valdés evidenciarían construcciones en sectores protegidos.
Posteriormente, la organización aseguró en un comunicado de prensa que “el Proyecto Hidroeléctrico Alto Maipo nunca consideró posibles eventos causados por el cambio climático en sus estudios. Lo ocurrido en el Cajón del Maipo es una demostración más del precario equilibrio de la Cuena del Río Maipo, zona sísmica y volcánica, de importancia vital para el normal funcionamiento de Santiago, poniendo definitivamente en riesgo el abastecimiento de agua potable y riego a la ciudad”.
Por otro lado, Jack Stand, ingeniero civil hidráulico e integrante de la coordinadora, afirmó en una entrevista a radio Biobio que “el Proyecto Hidroeléctrico Alto Maipo implica una mega intervención en la cuenca y una degradación irreversible en la misma. En consecuencia, si este proyecto se construye, todo lo que es el sistema de abastecimiento de agua potable de Santiago y la seguridad de éste se va a ver seriamente mermada”.
En contraste, Sergio Sepúlveda, profesor asociado del Departamento de Geología de la Universidad de Chile, dijo a radio Cooperativa que “el proyecto Alto Maipo va a llevar el agua por túneles, por lo tanto, no van a afectar gran parte de la cuenca las obras mismas, porque son subterráneas, así es que para este tipo de fenómenos no creo que tenga mayor incidencia”.
Ante opiniones como ésta, la Coordinadora sostiene que los túneles del proyecto tomarían el agua de los ríos Colorado, Volcán y Yeso, y la trasladarían a través de túneles, secando las zonas aledañas del trazado de las obras y la totalidad de la cuenca del Maipo, porque el agua sería devuelta a su cauce recién a la altura de El Manzano, imposibilitando el regadío de las hectáreas agrícolas, el desarrollo del comercio y la realización de actividades deportivas, como kayak y rafting.
Si se retoma la descripción del proyecto hidroeléctrico, la empresa asegura que “respeta los derechos de aguas de terceros”. A pesar de esto, AES Gener firmó un contrato con Aguas Andinas el 6 de junio de 2011. Como este acuerdo tenía un marcado carácter de secreto, la Coordinadora y parlamentarios presentaron un recurso de reclamación en la Corte de Apelaciones para conocer los puntos establecidos que comprometían los recursos de Aguas Andinas que abastecen a la población de Santiago.
Una vez publicado un hecho esencial de la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), se confirmó que ambas empresas habían acordado que “un caudal de 2,5 m3/s de los recursos hídricos de la Laguna Negra y Laguna Lo Encañado” podrían ser eventualmente utilizados en la generación de energía eléctrica en las dos nuevas centrales que comprende el proyecto Alto Maipo. Es decir, los recursos hídricos de las lagunas, de las cuales se produce agua para consumo humano, se comprometió para las centrales por un lapso de 40 años, en caso de contaminación, excedentes o turbiedad. A cambio, AES Gener le debe cancelar a Aguas Andinas pagos mensuales por potencia y energía.
Ante todos estos hechos, cabe considerar que el proyecto hidroeléctrico se está llevando a cabo en total hermetismo. La falta de entrega de información clara y oportuna, por parte de las autoridades y representantes de la empresa en instancias adecuadas, genera incertidumbre en la ciudadanía por la magnitud de un proyecto del cual desconocen sus reales alcances y efectos en su vida cotidiana.