Carta de la semana: Licitación portuaria

Es lamentable que cierta gente eliga tener torres de 85 metros sobre los cerros Concepcion y Alegre ademas de un muralla de 2o metros de altura en la costa

Donde se puede revisar el plan propuesto por EPV ???
Saludos

Con respecto a los bulevares, en Chile está mal enfocado el concepto de bulevar, lo ven como un simple centro comercial o un paseo comercial, y no tiene nada que ver con el verdadero concepto.

Sacado del diccionario de la RAE:

Bulevar:
1.- Calle generalmente ancha y con árboles.
2.- Paseo central arbolado de una avenida o calle ancha.

Tomando en cuenta el verdadero concepto, el gran bulevar que existe en Valparaíso es el de la Av. Brasil, además de los que están en calle Uruguay y calle Francia, entre otras. Me gustaría ver más arboladas las calles céntricas y ojalá se haga un gran bulevar en Av. Argentina.

Hola a todos.

Sucede que la Perla N°17 (de un collar de 25 que le estoy colgando a los tripartitos) es de tal importancia que voy a publicarla en varios espacios para motivar la reflexión del respetable público sobre el particular.

SECTOR EN RIESGO.
El sector ubicado entre la PUCV y Puerto Barón está en zona de riesgo por las siguientes razones:
– por debajo de la Avenida Argentina corre el estero Las Delicias, el cual, en caso de inundación, afectaría todo el sector mencionado.

– Desde Brasil al Muelle barón es una zona ganada al mar, y es bien sabido que en caso de marejada o tsunami, el mar siempre tiende a ocupar primero los terrenos que le quitaron.

La Armada ha hecho una declaración advirtiendo a la ciudadanía del riesgo, pero los tripartitos continúan alegremente (e irresponsablemente) con sus elegantes renders, sus promotoras piernilargas, sus persuasivas propagandas y su descarada cortina de humo de una “opción de compra de terrenos”, como si cualquiera de nosotros fuera a creer que esa “opción” la han colocado en el contrato en calidad de adorno.

Es mi opinión que esta actitud es totalmente descarada y definitivamente peligrosa.

Desde luego, una vez hecho el negocio inmobiliario, se irán a buscar otro borde costero para seguir la rumba, ya que continuar vendiendo más calcetines en un sector tan congestionado (Jumbo, mamut pequeño adjunto, un nuevo mall cerca del Congreso) sería un suicidio, sin contar con el enredo vial en el sector, con tanto movimiento vehicular concentrado en unas pocas cuadras.

La actitud de los pro-mall es perjudicial, y Dios no quiera que muy pronto tengan que lamentar sus decisiones de hoy.
Tengan en cuenta, señores comentaristas y lectores, que otra vez está temblando en el norte, centro y sur de Chile.

Saludos.

Por motivo de pulgares, ahí vamos de nuevo.

En alguna ocasión alguno de los pro-mall, con ese humor negro que los caracteriza a todos, argumentó que “de todas maneras el sector residencial ubicado entre Brasil y Errázuriz estaría dentro de la zona de riesgo y se inundaría también”.

Qué argumento tan demoledor; es como si un bus con treinta pasajeros fuera a explotar con una bomba terrorista y pretendemos echarle diez pasajeros más con la excusa de que los treinta originales van a morir de todas maneras.

Cuando se le consultó públicamente al señor Somarriva sobre la advertencia de la Armada, contestó, ignorando el meollo de la pregunta, que “el mall no va a interferir con el puerto”, como si el sector Barón ya fuera de ellos, y no del puerto como ha sido siempre y como debe seguir siendo – de acuerdo con la misma declaración de la Armada (a la cual desautorizan los pro-mall alegando que “sólo se preocupa por sus acorazados”).

Inicialmente pensé que se tataba de irrespeto y falta de gratitud, pero al final comprendí que los pro-mall están en la misma situación de un muchacho drogadicto que vive escondiéndose debajo de los puentes hasta que comprende que los mismos que le suministran la droga lo van a proteger (protegiendo su negocio), y de repente se vuelve valiente y atrevido con todo el mundo porque se sabe respaldado. La Municipalidad estaba como una araña abandonada en su rincón, vendiendo espacios públicos para pagar las cuentas de agua y luz, hasta que apareció el negocio Mamut y ¡Zas! de un momento a otro sacó ínfulas y ánimos para apoyar una rifa de suelo patrio en un sector en donde jamás tuvo ninguna jurisdicción, pisoteando planes reguladores y desconociendo a entidades respetables como la Cámara de Comercio y el Colegio de Arquitectos.

La Dirección de Puertos y el Ministerio del Interior, los superiores de EPV según el organigrama oficial, llevan diez años haciendo la vista gorda, en un mutismo inexplicable ante la descarada falta de protección del patrimonio estatal en borde costero.
Ahura viene la UNESCO y nos da, sabrá moya por qué xuxa, el primer lugar de América Latina en desarrollo humano, como premiando la fiebre inmobiliaria, la metalización y la privatización que nos tienen infectados hasta el tuétano.

Lo único que falta es que nos metan el modelo de transantiago en Valparaíso y Viña.
Ya lo intentaron en Concepción, pero allá la ciudadanía vio a tiempo la trampita.
Aquí nos tienen acostumbrados a las trampitas desde que la Muni dejó de ser “ilustre”.
Somos muy “resilientes” (léase “sufridos y aguantadores”).