Autoridades evalúan la implementación de “ciudades amigables”
Veredas en buen estado, semáforos más largos y señalética clara. Hasta ahora, cuatro municipios del país están interesados en la ejecución de obras integrales para la tercera edad.
Por Sebastián Sottorff, El Mercurio
Es media tarde en la Plaza de Armas de Santiago. El bullicioso centro de la capital está en pleno movimiento, mientras que varios ancianos permanecen sentados en las bancas. Uno de ellos es José Luis Miranda, de 73 años, quien relata el periplo que tuvo que pasar para llegar hasta este lugar desde su casa en San Ramón.
“Como tengo una cojera, camino más lento. Y como tampoco veo muy bien, tengo que andar pendiente de no caerme a un hoyo o tropezar. Así que tomar la micro o andar en metro me lleva el doble de tiempo que a una persona normal. A veces pido ayuda, pero no siempre me escuchan”, explica mientras afirma su bastón con fuerza. Asegura que llegar hasta acá le toma por lo menos una hora y media.
“Pero es porque tengo que andar muy pendiente de no caerme”, insiste.
Se estima que casi un 15% de la población del país tiene más de 60 años.
De ahí que la adaptación de las ciudades se vuelve un tema trascendente, sobre todo porque hacia 2025 un 20% de los chilenos serán adultos mayores.
Y bajo esa línea, la Organización Mundial de la Salud comenzó hace algunos años a instaurar los preceptos de “ciudades amigables” con el adulto mayor, es decir, urbes que en su equipamiento e infraestructura consideren políticas y servicios dirigidos hacia este segmente etario.
El modelo considera la construcción de viviendas habilitadas para un fácil desplazamiento, semáforos más largos para quienes caminan más lento, bajadas para sillas de ruedas en los lugares públicos y actividades recreativas accesibles, entre otras recomendaciones.
Aquellas sugerencias fueron tomadas en cuenta por el Ministerio de Desarrollo Social y el Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama), que comenzaron a trabajar en el diagnóstico y la posible implementación de estas medidas.
Parte de ese análisis debe concretarse junto a los municipios, pues son los gobiernos comunales los que deben impulsar la materialización e inclusión de este tipo de medidas en sus calles.
Y hasta ahora, han sido cuatro las comunas que ya demostraron su interés para ejecutar mejoras en sus calles: Vitacura, Viña del Mar, La Serena y Victoria.
Las dos primeras ya cuentan con buenos índices de calidad de vida y ciertamente ya tienen programas de apoyo para el adulto mayor.
Pero todavía queda mucho por hacer. Así lo afirma el ministro de Desarrollo Social, Joaquín Lavín, quien reitera la necesidad de adaptar los espacios públicos para el adulto mayor.
“Las ciudades no están pensadas para el cambio demográfico que Chile está viviendo. Ya hay dos millones y medio de adultos mayores y está llegando el minuto en que tenemos que hacernos cargo de esta realidad”, plantea el secretario de Estado, quien detalla que “la idea es visibilizar el tema en el centro de las comunas y apoyar a los municipios para que obtengan fondos regionales y se transformen en ‘ciudades amigables'”.
Además de calles limpias, el modelo de “ciudad amigable” impulsado por las autoridades considera la construcción de veredas libres de obstrucciones y reservadas para los peatones. Eso conlleva la separación de las ciclovías de las aceras, una buena señalización externa y un transporte público accesible.
“En concreto, en el marco de nuestra Política Integral de Envejecimiento Positivo queremos ciudades y comunas que cuyas calles y edificios estén libres de barreras, de modo de mejorar la movilidad no solo de los mayores, sino también de personas con movilidad reducida, independiente de su edad”, sostiene Rosa Kornfeld, directora del Senama.
AUMENTO
Un 14,48% de la población de Chile tiene más de 60 años. En 2025, debería llegar al 20%.