A cinco años de la erupción, chaiteninos buscan recuperar zona más dañada del pueblo
Por Soledad Neira Farías, El Mercurio.
Piden más inversión pública en sector sur:
Escasez de viviendas, afirman, impide que más personas retornen a vivir en la capital de Palena.
“Estamos olvidados del país… Luchamos mucho por recuperar el pueblo, que es la puerta de entrada a la Patagonia, pero seguimos sin luz ni agua”, dice Marisol Gallardo. Ella, igual que otras 160 familias, iniciaron en 2011 la ocupación ilegal de las casas ubicadas en el sector sur de Chaitén, el área más afectada por la erupción y posterior crecida del río Blanco, que partió al poblado en dos y cubrió completamente de cenizas y barro a esa zona de la ciudad.
Se estima que hay más de 1.200 personas viviendo en el pueblo, la mayoría en el sector norte, donde a principios de 2011 se habilitaron el agua potable, la electricidad y se ha reinstalado el 75% de los servicios públicos que fueron trasladados luego de la erupción.
Los chaiteninos afirman que mucha gente quiere volver, pero no hay viviendas disponibles en la zona habilitada, lo que llevó a un numeroso grupo de familias a instalarse en el área sur, aún bajo el decreto de restricción de poblamiento del Gobierno, ya que presenta un mayor riesgo ante un nuevo desborde del río.
Allí no tienen agua ni electricidad permanente, porque al no estar en el área de seguridad no hay inversión pública. Las casas se abastecen a través de mangueras conectadas a un río, y la luz se obtiene con motores diésel, pero solo entre las seis de la tarde y la medianoche. “Todo lo que hacemos es con el esfuerzo familiar”, dice Marisol Gallardo.
Así, mientras en el sector norte cada vez se ve más actividad, las calles están limpias y han recuperado áreas verdes, en el sector sur solo avanza el desarme de casas y despeje de escombros ordenado por Bienes Nacionales. “Tenemos decretos de demolición del MOP (…) somos responsables, como propietarios, de no mantener inmuebles con riesgo de ruina”, explica la seremi de BB.NN. en Los Lagos, Carolina Hayal.
Pero en Chaitén, vecinos y autoridades están batallando para que esta zona no sea desmantelada y se pueda rehabilitar, para recuperar la unidad del poblado. “Chaitén es uno solo”, dice enérgica Rita Gutiérrez, hija de colonos y de las primeras en regresar al pueblo.
Por esto, el alcalde Pedro Vásquez y un grupo de concejales pidieron hace dos semanas al ministro del Interior, Andrés Chadwick, que se detenga la demolición de las casas del sector sur que se mantienen en buen estado.
El objetivo de los chaiteninos es que la ciudad retome su rol de capital de Palena y puerta de entrada a la Patagonia, y recuperar su industria turística. “Para eso necesitamos rehabilitar completamente el pueblo, normalizar los servicios de agua potable y luz eléctrica en el sector sur. Recuperar el turismo permitirá que llegue más gente a vivir a la zona”, agrega Vásquez.
En marzo se reinstaló en Chaitén la comisaría de Carabineros, y el alcalde adelanta que en septiembre se instalará una unidad de caballería del Ejército, en dependencias del Parque Palena de esa institución. “Ese destacamento, que incluye a 80 personas, sumará desarrollo económico”, agrega.
889 propiedades compró el fisco en Chaitén. 70 de ellas están arrendadas a residentes.
9 hectáreas de terrenos traspasará BBNN al Serviu para construir viviendas sociales en la zona.