Luego de un siglo de abandono, Antofagasta prepara el rescate de su único pulmón verde
Por Mario Alejandro Rojas, El Mercurio.
Casi $10 mil millones de inversión para Avenida o Parque Brasil, de un kilómetro de extensión:
Falta de mantención y el clima desértico lo tienen al borde del colapso, pese a estar en la principal área residencial y comercial.
El auge de la industria salitrera de principios del siglo XX permitía lujos para esa época, como que barcos que trasladaban instrumentos musicales, como pianos, entre Europa y Brasil, recogieran tierra en este último país y la transportaran a Antofagasta para habilitar el primer parque en esa desértica ciudad.
Ése sería el origen de la construcción y nombre de la actual Avenida o Parque Brasil, de casi un kilómetro de extensión, hasta hoy, pese a su deterioro, el principal pulmón verde en la zona.
Actualmente está al borde del colapso, tras casi un siglo de abandono, por el clima desértico y la falta de agua en la ciudad, lo que recrudeció en las décadas de 1940 y 1950, cuando apenas había agua para abastecer a la población.
En esos años, incluso se habría usado agua servida para su regadío.
También lo ha afectado la contaminación ambiental, y en décadas más recientes, los daños provocados en los árboles por las corrosivas fecas de patos yecos (Phalacrocorax brasilianus).
Para rescatarlo, el Consejo Regional de Antofagasta destinó $85 millones al financiamiento del diseño de un plan de remodelación.
Éste será licitado este año, y los trabajos incluirán la reposición de veredas, calzadas, áreas verdes, senderos peatonales, luminarias, monumentos, glorietas, piletas, juegos infantiles y estacionamientos. Todo, con una inversión en torno a los $10 mil millones, el 20% del presupuesto municipal 2013.
“Es una prioridad por las áreas verdes y lugares de esparcimiento, con estacionamientos, mejor iluminación, e incluso lugares para tomarse un café al aire libre. Casi no tenemos eso, y nos servirá para mejorar la calidad de vida”, sostiene la alcaldesa Karen Rojo.
“Debe ser funcional, no sólo ornamentación y observación de áreas verdes, sino que los vecinos sean consultados sobre qué tipo de paseo y jardines quieren, porque no tenemos otro parque, y debemos armonizarlo con el comercio y uso residencial”, explica Ulises Gómez, arquitecto y docente de la UC del Norte.
Ubicado a una cuadra del mar y a diez de la Plaza de Armas, en las últimas dos décadas dejó de ser sólo uno de los principales sectores residenciales.
Combina esa condición con proyectos inmobiliarios de más de 4.000 UF, con ser el principal boulevard comercial de Antofagasta, con pubs, restaurantes, boutiques, farmacias, centros médicos, jardines infantiles, supermercados, bancos, edificios públicos, consulados y empresas.
“El valor del metro cuadrado es de 53,2 UF -el más alto de la ciudad-, igual que en el centro”, indica Jacqueline Leiva, presidenta de la Cámara Chilena de la Construcción local.
Pero el progreso ha tenido su costo. Los ombúes, árbol traído de Argentina, se secaron hace casi medio siglo, y hoy predominan palmeras, arbustos y flores.
“Resume la historia de la ciudad. Antes de ser parque se hacían carreras de caballos y burros. Hoy es un enfermo terminal por recuperar”, añade el historiador Floreal Recabarren, que vive a pocas cuadras.
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ÁREAS VERDES
Antofagasta tiene 2,2 m2/habitante, pero la OMS recomienda 9 m2/habitante.