Buscan solución ante decadente estado de 16 mausoleos emblemáticos

Por Sebastián Sottorff, El Mercurio.

Cementerio General:

Sepulcros, como el de Diego Barros Arana, no han podido ser restaurados.

A la fecha, pocos lugares de Santiago siguen evidenciando los daños del terremoto de 2010. Uno de ellos es el Cementerio General, que mantiene al menos 16 mausoleos emblemáticos sin restaurar.

Entre ellos se cuentan las sepulturas del filántropo y ex director del camposanto Manuel Arriarán Barros, del ex ministro de Obras Públicas Macario Vial y del diplomático, historiador, ex rector de la U. de Chile y autor de “Historia General de Chile”, Diego Barros Arana.

Estos mausoleos se encuentran en el sector del cementerio declarado Monumento Histórico, y varios ya no son más que un montón de escombros y ruinas.

Las razones de esta situación recaen en varios factores. Primero, las sepulturas son propiedades privadas, por lo que la administración del campo santo no puede intervenir. Segundo, muchos familiares y descendientes responsables de la mantención de los sepulcros no tienen los fondos necesarios para la reconstrucción o permanecen inubicables.

Por esa razón, la dirección del cementerio comenzó con un proceso de notificación, que hasta ahora ha dado buenos resultados. Hasta ayer, de los 16 mausoleos críticos, ocho familias ya se habían comunicado con la administración del cementerio. Entre ellas, las descendientes de Barros Arana.

“El mausoleo se encuentra en muy mal estado, pero ya solicitamos la autorización del cementerio para repararlo. Tenemos toda la intención de restaurarlo, pero por diversos motivos no habíamos podido concretar las obras. Nos interesa mucho la conservación de este lugar, por lo que queremos rehabilitarlo tal como era originalmente”, dice Carmen Sutil Servoin, tataranieta de quien también fue rector del Instituto Nacional.

Por su parte, la administración del cementerio es enfática en aclarar que se agotarán todas las instancias para reconstruir los mausoleos afectados. Lo mismo reafirma el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, ya que dicho cementerio depende de este municipio.

“La idea también es obtener toda la legitimidad para poder actuar si es que no logramos avances por las vías legales. Porque cuando una pieza patrimonial está en peligro, es responsabilidad de quien tiene la tuición o administración mantenerla y proyectarla hacia el futuro”, explica el edil, quien detalla que el municipio creó una Subdirección de Arquitectura Patrimonial, encargada de vigilar o asesorar los procesos de conservación de dichos mausoleos y otros inmuebles de la comuna.

“El Cementerio General es un patrimonio muy significativo para el país, y el bien último es preservar los mausoleos que hoy están dañados”, agrega.

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PLAZO

Dos semanas tienen las familias propietarias de los mausoleos dañados para contactarse con el cementerio.