Después de #Agua va! Algunos registros, conclusiones y aprendizajes
Por Constanza Echeverría Prado. Arquitecta UC; MPUR UC. Coordinadora Área Medioambiente y Entorno de Canales. Fundación San Carlos de Maipo.
Ya han pasado algunos días desde el desarrollo de la primera versión de #Agua Va! Una mirada sobre el territorio de SCL, encuentro que la Fundación San Carlos de Maipo y el Gobierno Regional Metropolitano de Santiago en conjunto han convocado y que tuvo lugar los días 7 y 8 de Agosto en el GAM, más una salida a terreno el viernes 9 del mismo mes. Por eso, resulta importante revisar las presentaciones y esbozar conclusiones, sacando algunos aprendizajes sobre los distintos avances y experiencias presentadas, en relación a cursos de aguas urbanas en Santiago de Chile y en el extranjero. La idea de esta primera versión del encuentro es medir nuestra situación en relación a lo expuesto, reforzando la restauración ambiental y urbana de estos cursos e involucrándolos, como sistema integrado, en la planificación, de forma de volverlos un factor de relato estratégico de nuestra ciudad.
El Seminario # Agua Va! persiguió objetivos que giraron en torno a ubicar con fuerza en la discusión pública la existencia de un sistema de cursos de aguas intercomunales relevantes de Santiago, así como la oportunidad urbana y medioambiental que representan para el desarrollo de una mejor ciudad, ya que es en los bordes de las aguas como suelos acotados, donde se puede restaurar la función ecológica de las aguas, sumar espacio verde público de esparcimiento y proveer conectividad limpia. Todo esto bajo un planteamiento y encuadre conceptual llamado “Ejes Verdes Intercomunales Integrados”, o simplemente, y como resulta más cómodo llamarlos, Gato (#) o Hashtag de Aguas. Esto, porque en el dibujo sobre la cuenca del valle de Santiago de cada eje, se observa que las aguas que corren en sentido oriente-poniente y sur-norte tienen una longitud intercomunal equivalente a los largos totales del área urbana de Santiago en ambas coordenadas, lo que es un hecho que construye la relevancia de estas líneas hídricas para el territorio completo de la ciudad.
El sistema presentado está constituido, de manera transversal al valle y desde la cordillera, por los ríos Mapocho y la quebrada de Macul en su extensión de aguas a través del Zanjón de La Aguada, ambos cursos se juntan en la comuna de Maipú. Complementario a este primer orden, la existencia de la quebrada de Ramón es gravitante, puesto que conduce sus aguas por el canal del mismo nombre y entrega su caudal excedente al canal San Carlos, a la altura de Tobalaba. De este modo, ambas quebradas mayores del sistema complejo de quebradas pre cordilleranas1 , de Ramón y Macul, son origen del “Gato de Aguas”, por lo que el sistema propuesto también asume un rol de inter penetración con la cordillera, o bien, crea accesos urbanos desde la ciudad a la montaña a través de los ejes Mapocho, de Ramón y Macul. Esto sin considerar todas las quebradas menores del contrafuerte cordillerano, las cuales son aproximadamente 30.
Desde el río Maipo hacia el extremo norte de la ciudad, en un sentido longitudinal, la situación es análoga, aún cuando las aguas sean producto de otra naturaleza: si el “Gato” en sentido O-P es de aguas torrenciales e intermitentes, en el sentido sur-norte, está constituido por aguas permanentes que son tomadas desde el río Maipo, río mayor y abastecedor de gran parte del agua para riego durante toda historia urbana de Santiago, asociado a la fundación de la Sociedad del Canal de Maipo en el año 1827 (agrupación que administra el escurrimiento a través de los canales con porte de aguas desde el Maipo). En concreto, San Carlos y el canal Las Perdices, son el “par hídrico” que corre desde la bocatoma en la localidad de la Obra, San José de Maipo, y que atraviesa la ciudad completa, construyendo de paso, frontera con el pie de monte2 , y llegando al río Mapocho en el caso del Canal San Carlos, desaguando parte de su caudal y atravesándolo bajo lecho, para luego avanzar hacia el norte con el nombre de El Carmen.
La cobertura del “Gato” sobre la cuenca metropolitana se puede resumir de la siguiente manera: en sentido longitudinal, 11 comunas quedan comprometidas en 57 k, que es la suma de 30,3 k del canal San Carlos y 27 K de El Carmen; Las Perdices, a su vez, suma 13 k. Transversalmente, el río Mapocho, aporta 32 k lineales en su tramo de área urbana, relacionando ocho comunas; la quebrada de Macul, 4.3 k y combinando dos y el Zanjón de La Aguada, 27k, vinculando ocho. Por lo tanto, el “Gato de Aguas”, potencialmente, puede sumar hasta 136 k (considerando también el largo urbano de la quebrada de Ramón) y relacionar 26 comunas con borde aguas de restauración de función ecológica, áreas verdes lineales recreativas y conectividad limpia a la manera de ciclo paseos.
Sobre esta plataforma, se dio inicio al encuentro de dos días de #Agua Va!, con tres ponencias inaugurales. La primera, estuvo a cargo de Eugenio García, director creativo de El Otro Lado Consultores, quien introdujo, por una parte, el momento actual que viven las ciudades como “espacio de relaciones” de “sistemas complejos” en referencia a las redes interpersonales, y dentro de estas redes, al papel que cumplen las aguas. También se presentaron los casos de Australia y Bogotá: el primero en torno al tema de la “Habilitación y restauración de corredores naturales”, y el segundo, en torno al “Componente hídrico como una matriz ecológica principal”. Ambas ponencias estuvieron a cargo de Tony Wong, Chief Executive del Cooperative Research Center de Australia, y de José Fernando Cuello, subdirector de Eco Urbanismo del Municipio de Bogotá, respectivamente.
Tony Wong trajo consigo conceptos que acompañaron la conversación de ambos días, como también el trabajo actual y futuro de la Fundación San Carlos, especialmente, en la proyección y socialización del “Gato de Aguas”. Entre estos, el entender la demanda social sobre una mejor ciudad, mejor ambiente y movilidad limpia, a partir de tres tipologías de corredores separados, pero complementarios: de transporte, verdes y azules, donde los de transporte, obviamente, están constituidos por la movilidad motorizada pública y privada (con énfasis en la pública); los verdes, por áreas verdes de restauración ambiental y recreativas, y los azules, por las aguas urbanas. También, se asumió que el “Gato” no es la mera línea de aguas, sino que más bien, el ancho o espesor que compromete necesariamente las riberas y bordes, reflejando y potenciando la condición inherente de éstos, como corredores urbano-ambientales.
Posteriormente , el primer panel de expertos estuvo compuesto, entre otros, por Milo Millán, Jefe de Cauces y Drenajes de la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) del MOP, Fernando Colchero, Jefe de la oficina de Proyectos Ciudad del MINVU, Mauricio Fabry, Director del Parque Metropolitano, Alejandro Gómez, Gerente General de la Sociedad del Canal de Maipo, y señores consejeros regionales.
Mientras Millán dirigió su ponencia definiendo las competencias técnicas de la DOH sobre los cauces naturales, bajo la cual son administrados e hidráulicamente mejorados los principales cursos fluviales del territorio, con el fin de proteger de desbordes e inundaciones a las áreas habitadas aledañas, los profesionales del MINVU hicieron lo propio detallando el desafío que implica para la ciudad el aumento y consolidación de áreas verdes urbanas en espacios de restricción para la edificación y protección de aguas, haciendo hincapié en que la ejecución de un estándar de área verde no es problema a la hora de pensar, desde el Estado, la ejecución de estas intervenciones, pero sí lo es la mantención, o mejor dicho, la conservación de estos suelos, ya que en “cinco años de conservación el monto de ésta se iguala al monto de inversión del proyecto”, como indicó Colchero, a la luz de su presentación sobre un “Programa de conservación de áreas verdes y propuestas para su creación”. Fernando Colchero también comentó que la inequidad en el acceso a áreas verdes es clave a la hora de hablar de desigualdad urbana, al mismo tiempo que aclaró un aspecto muy importante: “Bajo el argumento de que los Gobiernos Regionales están facultados para invertir en conservación de áreas verdes, no se ha tomado ninguna medida de política pública que permita romper el inmovilismo imperante en el tema”.
Por su parte, Mauricio Fabry destacó la red de parques urbanos que en la actualidad dependen del PMS, organismo que ha tomado bajo su tutela varias otras hectáreas de áreas verde, aparte de las que genuinamente corresponden al brazo del cerro San Cristóbal. Esto, en pos de crear una red de parques y así contribuir al “equilibrio ambiental” de la ciudad. Fabry explicó el modelo financiero, con lo cual, inmediatamente, se deduce la importancia del costo del agua para un sistema de riego y las especies a plantar y, cómo en el caso del Cerro San Cristóbal, estas áreas son conservadas ocupando agua cruda proveniente del río Maipo a través de El Carmen y del Mapocho, por medio del canal metropolitano.
Posteriormente , Alejandro Gómez se referiría a la red de canales y al acomodo de ésta conforme la ciudad ha ido creciendo y expandiéndose sobre su perímetro agrícola. Según comentó, el tejido de canales, abiertos y entubados representa para Santiago, un valioso activo urbano y ambiental.
En la primera sesión de proyectos se presentó el “Ciclopaseo Mapocho 42k”, “Parque Ciclovía Las Perdices” y “Mapocho Pedaleable”, todos ejecutados o en vías de ejecución en los bordes o superficies ribereñas del “Gato de Aguas”, y en el caso de los dos primeros, con la FSCM como socio estratégico. Si bien estos proyectos y obras reivindican los bordes de aguas como un espacio para proyectos urbanos de envergadura, dejan pendiente la concreción de su componente ambiental. Es decir, logran tejer o suturar bordes urbanos discontinuos e inconexos, como en el caso de 42K y Las Perdices, y proveen una movilidad limpia, pública y masiva en el caso de Map8 Pedaleable. Sin embargo, esto no es suficiente para restaurar ambientalmente los cursos de aguas, lo cual se concluye como uno de los grandes desafíos de proyectos urbanos de bordes agua en la ciudad de aquí en adelante.
Por lo tanto, la brecha a subsanar es la restauración en las riberas de los cauces, y que éstas vuelvan a cumplir una función ecológica completa, reconstituyendo hábitat natural, aminorando impactos de desborde y mejorando la calidad, velocidad y escurrimiento del agua. Cosa que será demandada cuando “el peatón vuelva a conquistar los borde aguas”, como señaló Wong, a propósito de las restauraciones ambientales ejecutadas en Melbourne, Australia.
Con la separación conceptual entre áreas verdes urbanas recreacionales y ambientales y la complementariedad entre éstas instalada, comenzamos el segundo y último día de presentaciones. Abrió Pilar Giménez, Jefa de la División de Desarrollo Urbano del MINVU, y ex secretaria de la comisión para la nueva Política de Desarrollo Urbano. La arquitecta planteó su ponencia desde la pregunta hecha por la convocatoria de ¡#Agua Va!: ¿Cómo posicionar la transformación de los bordes agua, actuales pasivos ambientales, para el discurso o relato estratégico de SCL? Para dar respuesta, inició comentando cuán importante fueron para la génesis de la PNUD los equilibrios ambientales, por medio de la siguiente cita: “Los asentamientos humanos y productivos deben desarrollarse de forma sustentable, equilibrada con el medio natural, reconociendo y valorando los sistemas en que se insertan”. (Propuesta Política Urbana, 2013). Este tema forma parte de los objetivos principales de la Política para ciudades sustentables, donde se declara que los IPT se deben plantear “considerando los sistemas naturales del territorio planificado y su capacidad de carga, con especial atención a las cuencas hidrográficas…” (Propuesta Política Urbana, 2013). De esta manera, muy interesante fue el aporte de Giménez al contrastar el # con su real factibilidad de implementación, arrojando dos aspectos fundamentales a rescatar : (a) lo legal y reglamentario y (b) lo financiero, en lo que dice relación a la conservación. En síntesis, cuatro serían las medidas para hacer factible la implementación del “Gato de Aguas” al alero de la nueva PNUD:
– Un nuevo artículo 59 que incorpore el concepto de “…espacio público dentro de las afectaciones de utilidad pública, permitiendo la incorporación del concepto de “Vía Verde”3 .
– Planes urbanos estratégicos como instrumentos de gestión, que permiten una reflexión estratégica de la ciudad y la definición de una cartera de proyectos consistente a esa visión, con el objetivo de generar procesos de transformación.
– Plan de Inversión que reúna los aportes de los proyectos, que permitiría a los municipios contar con los recursos para poder construir proyectos de espacio público.
-Programa de mantención de los parques, que apoye la sostenibilidad de los gravámenes, asegurando su mantención en el tiempo.
A partir de estas importantes conclusiones, Fernando Cuello, arquitecto colombiano, subdirector del departamento de Eco Urbanismo del Municipio de Bogotá, expuso los hitos más importantes en cuanto a planificación y desarrollo urbano-ambiental de su ciudad. Hubo coincidencia con Tony Wong en la mutación a una nueva tipología de áreas verdes durante el paso de las distintas administraciones, logrando transmitir el énfasis que la ciudad de Bogotá ha puesto en el desarrollo y conservación de áreas verdes ambientales, en comparación con las de recreación, quizás por la abundancia hídrica de la ciudad y en cuyos entornos la preocupación principal es la conservación de hábitats, donde las intervenciones antrópicas deben ser altamente respetuosas con el medio natural.
Para esto, clave fueron los pasos previos tomados por el municipio de Bogotá en la institucionalización de bienes ambientales para lograr la conservación y operación de las áreas urbanas ambientales. En diez años, desde 1990, los siete hitos descritos a continuación, definieron la “Estructura Ecológica Principal (EEP)” como línea de desarrollo urbano ambiental de Bogotá.
– Normas de protección de elementos naturales (sistema hídrico y orográfico). Estatuto de ordenamiento físico .Distrito Especial de Bogotá, Acuerdo 6 de 1990.
– Artículo 8, Constitución Política Colombiana: Punto b) “Los bienes de uso público son inalienables, imprescriptibles e inembargables”. 1991
– Acuerdo 19: Humedales adquieren categorías de áreas protegidas, 1994.
– Acuerdo 2: Plan de Ordenamiento Físico del borde suroriental de la ciudad que constituyó el Parque Entre Nubes, formado por los cerros de Juan Rey, Guacamayas y Cuchilla Gavilán, 1997.
– Acuerdo 35: Se reitera realizar estudios y obras necesarias encaminadas a mantener recuperar y conservar los humedales, tanto en su parte hídrica como biótica, 1999.
– Decreto 619 Plan de Ordenamiento Territorial. Inclusión del sistema hídrico. Definición de Usos principales de preservación y restauración de flora, fauna y educación ambiental y Usos condicionados de recreación pasiva, 2000
– Adopción de la Convención RAMSAR. Política Distrital de Humedales, 2002.
Finalmente, el seminario cerraría con dos bloques consecutivos: “Ciudadanía, integración y buenas prácticas” y “Ciudadanía, medioambiente y buenas prácticas”, donde, entre otros, se contó con la participación de: Aguas Andinas, en su experiencia de RSE territorial con el proyecto Mapocho Urbano Limpio y Parque Aguas de Ramón; la Municipalidad de Providencia, con la experiencia de cabildos para la construcción del Plan de Desarrollo Comunal y los emprendimientos sociales en movilidad urbana. También, el Movimiento Furiosos Ciclistas, Fundación Mi Parque y los proyectos Parque Inundable la Aguada y Ciclovía Participativa de La Reina, a cargo de la arquitecta y del paisajista Juana Zunino y Hector Olivo, respectivamente.
- Echeverría, Constanza. “Espacio del agua y frontera urbana. El caso de la quebrada de Macul en su escorrentía hasta el canal San [↩]
- Ídem [↩]
- Vía Verde: vía destinada a vehículos de energía humana y a peatones, que puede no formar parte del sistema vial y que atraviesa grandes distancias en la ciudad asociada a fajas de cursos de agua, borde costero, pie de monte, áreas verdes, parques, bandejones, vías ferroviarias o caminos en desuso. Ponencia “Equilibrio Ambiental en la Nueva Política Nacional de Desarrollo Urbano”. Giménez, Pilar, Jefa de División de Desarrollo Urbano , MINVU. Seminario #Agua Va!. Agosto, 2013. [↩]