Municipalidad de Santiago anuncia catastro de edificios centenarios para evitar siniestros
El incendio del Palacio Aldunate, hace dos días, generó la toma de medidas.
Por V. Pozo y D. Villegas, La Tercera
El abandono, los problemas eléctricos y la antigüedad de más de un siglo, juegan en contra de varios palacios construidos a principios del siglo XX en el eje Alameda, entre Bulnes y calle Brasil.
En la época en que este sector era el barrio alto, se construyeron estas casonas que alcanzaban los 1.000 m2. Hoy, sin embargo, la mayoría está convertida en bodegas o locales comerciales, razón por la cual no se invierte en la mantención de su estructura y las hace más vulnerables a incendios y derrumbes, como sucedió la madrugada del 9 de abril con el Palacio Iñiguez -en Dieciocho con Alameda- y la del 10 de noviembre, con el Palacio Aldunate, en Ejército. Ambas sufrieron fallas eléctricas y terminaron dañadas por las llamas.
Ante la posibilidad de que este tipo de siniestro continúe repitiéndose con otros inmuebles de Santiago centro, la alcaldesa Carolina Tohá, anunció la creación de un catastro para 2014, de inmuebles con peligro de sufrir incendios, derrumbes, inundaciones y plagas de termitas. Esto implica que la municipalidad estudiará cuáles edificios los protegerá con la denonimación de Conservación Histórica (ver recuadro) y cuáles postulará al Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) para que sea más fácil concursarlos a fondos de financiamiento. A esto, se sumará un congreso el lunes 18, destinado a dar soluciones al tema patrimonial.
Desde que asumió su mandato en Santiago, Tohá manifestó particular interés por preservar este tipo de “tesoros” urbanos contemplados en una lista con 19 edificios institucionales o académicos, 15 palacios, 13 iglesias, 22 museos y ocho bibliotecas.
Financiamiento al patrimonio
El Palacio Iñiguez está dentro de una categoría llamada Zona Típica, entregada en 1983 por el CMN con el fin de que no fuera demolida o que su fachada fuera alterada en su arquitectura (ver recuadro).
Antes del incendio, se había planeado refaccionar este inmueble luego del 27/F. Dado que no existe un presupuesto especial para mantención o reparación del patrimonio arquitectónico de Santiago, los dueños del edificio, el Duoc, debieron gestionar los recursos para esos fines con el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, quien aportó $ 120 millones. En tanto, $ 240 millones corrieron por parte de ellos.
Pese a haber conseguido el financiamiento, aún las obras no parten. “Teníamos pronosticado comenzar en octubre, pero se agrandó el encargo. A los arreglos de la fachada se sumaron arreglos del interior y ahora estamos esperando que la Dirección de Obras de la municipalidad autorice el diseño de este espacio”, cuenta el arquitecto a cargo del proyecto y miembro de la fundación Procultura, Raúl Irarrázabal.
Al igual que este edificio, el Palacio Aldunate está dentro de una Zona Típica, pero tiene la categoría de Conservación Histórica, un clasificación que el municipio respectivo solicita al Ministerio de Vivienda y Urbanismo para que lo otorgue.
Eso no implica que la cartera entregue fondos para restauración, sino que sólo autoriza permisos para hacer arreglos.
Fondos para restaurar
El secretario ejecutivo de CMN, Emilio de la Cerda, explica que en Chile es difícil obtener financiamiento para preservar hitos con valor arquitectónico y que tengan algún tipo de categoría según el CMN. De hecho, la Ley 17.288, de 1970, estipula la que “es el propietario (de cada inmueble) quien deberá conservarlo debidamente; no podrá destruirlo, transformarlo o repararlo, ni hacer en sus alrededores construcción alguna sin la autorización del CMN”, explica De la Cerda.
En materia de entrega de dineros para restauraciones, el Estado lanzó en 2010, post 27/F, los Fondos Concursables para el Patrimonio Cultural, los que otorgan un porcentaje del total de gastos, para remodelar un edificio patrimonial. Así se han conseguido dineros para reparar el Palacio de la Alhambra, la Posada del Corregidor y la Cervecería Ebner, entre otras propiedades.
Además, hay otros dineros concursables, pero sólo para edificios declarados Monumento Nacional o en vías de ser declarado así, como el del Programa de Puesta en Valor del Patrimonio, impulsado por la Subsecretaría de Desarrollo Regional, el Gobierno Regional y el MOP. Contempla US$ 100 millones anuales, los que ya se han adjudicado El Templo Votivo de Maipú, la Catedral de Santiago y la Casa Colorada.
Categorías que protegen
En Santiago, los edificios de carácter patrimonial pueden recibir tres tipos de distinciones que aseguren en cierto modo su conservación.
* Monumento Histórico Nacional: Esa categoría la da el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) y estipula que “los objetos que formen parte o pertenezcan a éste no podrán ser removidos sin autorización del consejo (…)”. Además, en caso de que el inmueble sea de un privado, la normativa especifica que es éste quien debe hacerse cargo de su mantención. Bajo esta norma, no se puede botar nada de su estructura original.
* Zona Típica: La entrega también el CMN y “las agrupaciones de bienes inmuebles urbanos o rurales, que forman una unidad de asentamiento representativo de la evolución de una comunidad humana y que destacan por su unidad estilística”. En esta categoría se pueden intervenir el interior de las construcciones, mas no sus fachadas.
* Conservación Histórica: Es otorgada por los municipios y visada por el Minvu. En Santiago hay 11 comunas que cuentan con estas zonas y siete sectores de Santiago Centro tienen esta categoría.