La mitad de los ciclistas santiaguinos usan la bicicleta para ir a trabajar o estudiar
Rapidez, ahorro y comodidad son los principales atributos que otorgan los “pedaleros” a sus vehículos, a los que asignan básicamente un rol funcional.
Por Manuel Valencia, El Mercurio
Por años, Javier Piña (39) usó su bicicleta para divertirse. Desde niño solía ir de paseo con toda su familia, y ya más adulto, comenzó a subir el cerro San Cristóbal, casi como un ritual de los fines de semana, hasta que un día optó por ampliar el uso de su mountain bike . “Me gustaba mucho, y decidí que iba a ir al trabajo en bicicleta, en un tiempo en que poca gente la usaba. Ahí fue una opción, y lo hacía también porque es mucho mejor empezar el día en bicicleta. Pero ahora, con el taco no hay alternativa. La uso todos los días, y en estos 12 años en que no me he despegado de ella he visto que cada vez más oficinistas van en bici”.
Cuenta que el trayecto desde su casa, en la calle Luis Thayer Ojeda de Providencia, hasta su trabajo, en Nueva Costanera (Vitacura), le toma casi una hora en auto. “En bici me demoro, cronometradamente, 23 minutos; la mitad del tiempo”.
Ese mismo motivo es el que explica que el 47,8% de los ciclistas de Santiago utilicen las suyas para fines prácticos: el 36,1% para ir a trabajar y el otro 11,7% para estudiar, porcentajes muy superiores al 22,4% que las ocupa para hacer deportes.
¿Qué razones motivan a quienes la ocupan para ir a la oficina? Para el 79,8%, es el ahorro que genera dejar el auto en casa. El 75,5% asegura que se demora menos y el 66,8% pedalea al trabajo o a la universidad por razones de salud.
Todos estos datos son la conclusión del primer perfil del ciclista santiaguino, elaborado en conjunto por la Mutual de Seguridad y el Automóvil Club.
El estudio, que tomó 700 casos representativos de la capital, permitió concluir, por ejemplo, que el 53,6% de los ciclistas son mujeres y que en el 35,8% de los hogares hay dos bicicletas.
“Hay un fenómeno mundial de auge de la bicicleta, y frente a eso, se debe instalar una cultura de su uso, porque hoy es híbrida, se comporta como vehículo y peatón, no hay infraestructura suficiente ni regulación. Hay un equilibrio precario que hace necesario que se norme, que cumpla exigencias de un vehículo. Hoy, la Ley de Tránsito pone a las bicicletas en la calzada, pero por sentido común funcionan en las veredas, y nadie fiscaliza el atropello de peatones, porque los ciclistas sienten que están investidos de una estatura moral porque no contaminan”, dice Alberto Escobar, gerente de asuntos públicos del Automóvil Club.
El sondeo permitió también pesquisar algunas críticas: el 82,2% sostiene que hay pocos e insuficientes estacionamientos para bicicletas y el 75,4% acusa que hay pocas ciclovías. Y el 59,6% afirma que los automovilistas son agresivos con quienes se transportan en dos ruedas.
El sostenido aumento de la bicicleta como medio para ir a trabajar es visto con atención por la Mutual de Seguridad.
Carolina Navarrete, directora de Asuntos Públicos y Responsabilidad Social Empresarial de la entidad, señala que este mayor uso hace necesario atender los requerimientos que expresan los ciclistas. “Ellos indican, por ejemplo, que sufren conflictos con los automovilistas, que son bastante agresivos con ellos, y eso hay que mirarlo”.
VIAJES
Según estadísticas del Gobierno, el 3% de los viajes diarios en la capital se realizan en bicicleta.