El lunes ingresa proyecto de ley que reinstala los fotorradares en zonas con más accidentes

Por MANUEL VALENCIA, El Mercurio

Iniciativa crea un nuevo servicio público que controlará a quienes excedan el límite de velocidad permitido:

Dispositivos sancionarán a quienes “corran” en autopistas. Multa máxima de $200 mil superará en 70% la que se paga hoy.

Solo tres de cada 10 mil conductores que transitan a exceso de velocidad son detectados hoy en la ciudad y las carreteras por Carabineros. Esa baja efectividad de los procesos de fiscalización ha permitido crear una sensación de impunidad que, según el Gobierno, ha llevado a que cuatro de cada 10 accidentes fatales tengan como causa el uso indiscriminado del acelerador.

El problema es más crítico si se consideran las conclusiones de una encuesta publicada ayer por “El Mercurio” que mostró que el 92% de los conductores reconoce sobrepasar “a veces” o “siempre” la velocidad máxima.

Con el objetivo de revertir este panorama, el Gobierno ingresará este lunes a trámite el proyecto de ley que permitirá reinstalar los fotorradares en las calles y carreteras del país.

La iniciativa -que fue anunciada en marzo pasado y finalmente se presenta después de tres intentos- busca imitar la experiencia de países como Francia y España, que redujeron a menos de la mitad las víctimas fatales por accidentes de tránsito, con la implementación de esta tecnología.

Los radares funcionarán bajo el alero de un nuevo servicio público, que tendrá a su cargo el Centro Automatizado de Tratamiento de Infracciones (CATI). Esta institucionalidad será la encargada de instalar los radares en los puntos con más accidentes, que incluirán cruces de alto tráfico y autopistas urbanas.

Esta entidad también controlará los dispositivos, captará las faltas y enviará los partes por correo a los conductores con una foto que pruebe la infracción.

Si se trata de excesos de velocidad de menos de 50 km/h por sobre el límite máximo establecido, los infractores podrán pagar la multa a través de una transferencia electrónica, con lo que se evitará que concurran y repleten los juzgados de policía local.

Ese parte será más caro que el actual. Hoy por excesos de entre 10 km/h y 20 km/h se cancelan desde 0,5 hasta 3 UTM ($20.467 a $122.805). Con el nuevo sistema, habrá cinco categorías y sanciones, que irán desde los $40 mil (para excesos de menos de 20 km/h) hasta los $160 mil (para 50 km/h).

Para excesos mayores a 50 km/h, quienes no respeten la norma deberán concurrir a los juzgados y pagar hasta $200 mil por la multa.

“Ése fue uno de los temas más relevantes y que más defendimos en el proyecto: dar las garantías al sistema y que las personas que pudiesen verse afectadas pudiesen tener una efectiva opción para reclamar frente a la justicia. Éste es un proyecto muy positivo. Donde se ha implementado (esta política), ha tenido excelentes resultados y permitirá que la conducta vial mejore”, señala una de las consultoras y redactoras del proyecto, la abogada Olga Feliú.

La creación del nuevo servicio público se distancia de la administración municipal que tuvieron los primeros fotorradares entre 1997 y 2001. Según los antecedentes que sustentan el proyecto de ley, en esa experiencia los dispositivos se instalaron como “cazabobos”: sin aviso a los conductores y con el propósito de convertirse en cajas recaudadoras. En el sistema actual, todos los radares serán informados y advertidos a través de señalizaciones de tránsito a los conductores, para disuadirlos de pisar el acelerador más allá del límite establecido.

“Esto está pensado en forma muy diferente a los fotorradares de antes. No es sorpresivo y los fondos están pensados en que los ingresos que dejen las multas financian el funcionamiento del mismo CATI y los excedentes se inviertan en medidas de seguridad vial”, afirma el ministro de Transportes, Pedro Pablo Errázuriz.

Sobre el clima político para aprobar el proyecto, asegura que cuenta con “voluntad política transversal, porque realmente representa un cambio fundacional en seguridad vial”.

DISUASIVO

Los conductores no serán sorprendidos por los radares: estarán señalizados con letreros.