Edificio dañado por el terremoto sigue sin ser demolido
Por Daniela Muñoz S., La Tercera.
La torre oriente del condominio Hermanos Carrera, de Maipú, tiene daños estructurales.
Cuatro años llevan los vecinos del condominio Hermanos Carrera, en Maipú, esperando que se concrete la demolición de una de las torres del recinto que resultó con serios daños en el terremoto de 2010. El riesgo de derrumbe atemoriza a las familias de los edificios que lograron ser reparados, quienes pasarán un nuevo aniversario del 27/F con el recuerdo junto a sus departamentos.
“Nos afecta, ya son cuatro años, no nos podemos estacionar y siempre está el riesgo y el temor de que se caiga”, señala la secretaria de la junta de vecinos del condominio, Claudia Salazar.
¿Por qué ha demorado tanto la demolición del inmueble? El alcalde de Maipú, Christian Vittori, explica que “al principio estaba la prohibición de intervenirlo, debido a una causa judicial que se mantuvo vigente hasta mayo de 2012”. Y dice que a eso se sumó que un informe del Ministerio de Obras Públicas, de agosto de 2012, señalaba que la construcción podía ser restaurada, lo que impidió el traspaso de recursos desde el Ministerio del Interior para la demolición.
El intendente de la Región Metropolitana, Juan Antonio Peribonio, a petición de los vecinos y del municipio, hizo gestiones para acelerar el trámite pidiendo a la Subsecretaría de Obras Públicas revisar los fundamentos de ese estudio para destrabar la decisión y reconsiderar el derrumbe.
Desde el MOP explicaron que se hizo una nueva evaluación de la capacidad estructural del edificio y en enero de 2013 emitieron un informe que indicaba la necesidad de demolición. Y añadieron que “el proceso de licitación de la obra se inició con fecha 16 de enero de 2014, día en que se publica en el Diario Oficial y Portal Mercado Público el llamado a Registro Especial de Contratistas”.
La intendencia informó que se estima que el contrato se inicie a fines de marzo y que, previo a los trabajos, se requiere hacer una serie de labores preliminares, como la instalación de cierres provisorios, desratización, traslado de empalmes eléctricos y solicitud de los permisos para ejecutar estas obras. Según lo proyectado, la demolición comenzaría a mediados de junio y terminaría a fines de agosto.
Los plazos fueron cuestionados por los vecinos. “Necesitamos que las autoridades hagan algo porque nos da terror pensar en que venga otro terremoto y el edificio se caiga”, sostuvo Claudia Salazar, representante de los residentes.