Con cinco recursos de protección intentarán frenar criadero de cerdos en zona de lago Rapel
Por Mª Angélica Venegas, El Mercurio.
Serán interpuestos mañana en la Corte de Rancagua por tres alcaldes, vecinos y agricultores locales:
Temen eventual contaminación de aguas y malos olores en cuenca recién declarada Zona de Interés Turístico. Empresa dice que hay poca disposición para crear mesas técnicas que aclaren dudas.
En una acción coordinada durante las últimas semanas, los alcaldes de Las Cabras, Litueche y La Estrella, junto a pequeños agricultores de la localidad de Pulín y a la Corporación de Desarrollo y Protección del Lago Rapel (Codepra), iniciarán hoy una ofensiva judicial para revertir la aprobación ambiental entregada a la empresa MaxAgro para construir un plantel de crianza de cerdos en la zona, con una capacidad de 93 mil animales al año.
Óscar Anwandter, presidente de la Codepra -que reúne a vecinos y dueños de casas de veraneo del lago-, y que ayer participó en una nueva reunión con los asesores jurídicos de los tres municipios, dijo que la estrategia definida será presentar mañana viernes cinco recursos de protección por separado, en representación de cada una de las instancias que se oponen al proyecto.
Tanto los alcaldes como los vecinos temen que el criadero afecte a la zona con eventuales malos olores, contaminación de aguas y proliferación de moscas, lo que además podría impactar en el desarrollo del lago Rapel, que en diciembre pasado fue declarado como Zona de Interés Turístico (ZOIT).
Por eso han trabajado en conjunto medidas para revertirlo. En Litueche, la radio local difunde los potenciales problemas al turismo que traerá la iniciativa, en Pulín se instaló un letrero caminero que rechaza el proyecto, y han repartido volantes con el mismo objetivo.
“Acá todos están bien informados, y eso está bien porque esto es algo muy negativo”, afirma el concejal de Litueche Tulio Campos, quien fue alcalde de la comuna por 36 años.
Aunque el plantel de cerdos se ubicará a 3 km del poblado de Pulín (200 habitantes) y a 7 km del embalse -fuera del límite de la ZOIT-, los habitantes de la zona creen que afectará el desarrollo turístico de Rapel.
“Esta situación afecta al lago y la declaración de Zona de Interés Turístico, y eso nos afecta a todos (…) La zona ya está saturada de empresas del mismo giro comercial”, dice el abogado de la Municipalidad de Las Cabras, Enzo Pierattini.
Los opositores al proyecto cuestionan la instalación de una “cortina vegetal” con bosque de eucaliptos que MaxAgro propone para dispersar malos olores, así como el riesgo que los líquidos residuales de la crianza escurran hacia algunos de los esteros que llegan al lago.
“No hay tecnología en el mundo ni cortina vegetal que salve a una comunidad de los malos olores. Acá tenemos otro plantel de cerdos, de Agrosuper, cuya cortina vegetal nunca pudo frenar la contaminación y además ahora se quemó con los incendios forestales”, critica el alcalde de La Estrella, Gustavo Fernández.
Empresa presenta reclamación
En paralelo, MaxAgro presentó un recurso de reclamación ante el director ejecutivo del Servicio de Evaluación Ambiental, pidiendo que se modifique la condición impuesta en la resolución de calificación ambiental, que condicionó la operación del plantel de crianza a que el bosque de eucaliptos tenga una altura de 10 m, y no los tres metros que esta había comprometido.
El gerente general de MaxAgro, Cristián Kühlenthal, dijo que esta reclamación obedece a que los bosques deben regarse con los purines tratados que se deriven del proceso de crianza, ya que de otra forma se utilizaría agua de napas subterráneas en una zona de escasez hídrica. “Es necesario tener instalado el proyecto con sus animales para que el proyecto sea eficiente”, explica.
Respecto de la efectividad de esta cortina vegetal de 330 ha como mitigador de olores, Kühlenthal afirma que se trata de una medida complementaria, ya que “la no percepción de olores por parte de los vecinos se basa en la tecnología que nosotros vamos a implementar respecto a las construcciones de los pabellones y con respecto al tratamiento de los purines”, aseguró el ejecutivo.
Y ante la oposición que ha enfrentado la aprobación del proyecto de US$ 18 millones, el ejecutivo de MaxAgro dice lamentar la poca disposición que han mostrado la comunidad, los alcaldes y la Codepra para constituir mesas técnicas que permitan aclarar sus dudas.
“Los dos planteles más grandes de MaxAgro están funcionando hoy con esta tecnología. Tenemos vecinos a 500 metros, sin ningún árbol, y no tenemos ningún problema con ellos ni con las comunidades”, afirma.