El plan del intendente Claudio Orrego para que otro cerro de Santiago sea como el Santa Lucía
Por Nadia Cabello, El Mercurio. (30/03/14)
Autoridad definió las prioridades para el consejo regional:
Los cerros Blanco, Chena, La Ballena y Renca están dentro de las posibilidades para ejecutar allí un plan de mejoramiento y habilitación para la comunidad, que replique al del lugar en que se fundó la ciudad.
Proyectos intercomunales y no pequeñas intervenciones que beneficien a unos pocos. Esa es la máxima bajo la cual el intendente Metropolitano, Claudio Orrego, pidió al gobierno regional capitalino trabajar durante los próximos cuatro años.
Para ello, después de reunirse con las distintas bancadas políticas que conforman el consejo regional, Orrego, quien también preside el Gobierno Regional (Gore) Metropolitano, definió la lista de proyectos prioritarios.
Uno de ellos será el crear al menos un nuevo Santa Lucía en la capital. El objetivo es replicar el proyecto de Benjamín Vicuña Mackenna -antepasado suyo y quien también fuese intendente de Santiago, que transformó el cerro del centro de la capital en un espacio público- para recuperar algún otro cerro de la ciudad.
Las opciones entre las cuales se deberá decidir están los cerros Blanco, Chena, Renca o La Ballena. “Ojalá fueran los cuatro, pero tenemos que proponernos que lo logremos en al menos uno, como primer paso”, advierte.
La idea es construir senderos o mejorar los ya existentes, levantar mobiliario como bancas o miradores, tener un plan de áreas verdes que lo mantengan siempre en buen estado, instalar nuevos sistemas de iluminación y ampliar la seguridad de esos lugares.
De esa manera, se podría tener un nuevo ícono urbano, como lo es el cerro Santa Lucía en la comuna de Santiago, pero ahora en Recoleta, San Bernardo, Renca o Puente Alto.
“Hacer esto sería una obra que no beneficiaría a unos pocos, sino que a la ciudad entera”, asegura el intendente.
En esa misma línea, otros proyectos donde se pondrá el énfasis serán la transformación de la reserva Río Clarillo en Parque Nacional, respecto del cual los nueve consejeros regionales, de los 34 que se mantuvieron en el cargo después de la elección popular de noviembre pasado, contaron que ya tienen avanzados estudios, por lo que no demorarían tanto tiempo en materializarlo.
Dar más urgencia al programa Santiago Pedaleable es otro de los objetivos. En este se cuentan iniciativas como ampliar y mejorar las ciclovías y conectar las que ya están construidas, finalizar el proyecto 42K, sendero que va por el borde del río Mapocho, implementar un sistema público de arriendo de bicicletas regional y no comunal -“porque no nos sirve que cada comuna tenga el propio”, expone Orrego-, y declarar los cerros libres del tránsito de vehículos, entre otras medidas.
Para el Parque Metropolitano, el Gore trabajará en completar el paseo que unirá a Huechuraba, Vitacura, Providencia y Recoleta por el borde del cerro, cuya primera etapa está en ejecución. “Hay que ampliar el sendero y mejorar su estándar”, explica.
Para la promoción y guía de turistas y de los propios capitalinos, el Gore deberá trabajar en el programa Santiago Ciudad Inteligente. Una de las medidas será fomentar la creación de aplicaciones web sobre la ciudad.
En cuanto a las obras más pequeñas, pero relevantes para la calidad de vida de la ciudad, se empujarán programas de recuperación de veredas y de sitios eriazos, convirtiéndolos en plazas, que algunos municipios, como Santiago, ya están llevando a cabo, pero de modo particular.
Parque Lo Errázuriz, aspirado y lavado de calles y control canino podrían materializarse pronto
Dentro de la agenda del gobierno metropolitano vuelven a aparecer proyectos que si bien ya han sido tratados, aún no salen adelante. Es por eso que los consejeros se impusieron un “ahora sí”, por ejemplo, para aquellos que tienen sus presupuestos aprobados, pero que no se han ejecutado.
Entre ellos está el Parque Lo Errázuriz, en Cerrillos, con una inversión aprobada de $2.800 millones; el programa de aspirado y lavado de calles para 27 comunas de la capital con $2.706 millones; y el plan de control canino con $3.421 millones destinado tanto a la esterilización como a la educación de tenencia responsable de animales.
Más atrasados, pero también en la lista de prioridades, están las intervenciones de recuperación para el barrio La Chimba y el plan integral de agua potable y saneamiento rural, que aún no tienen financiamiento.