El origen de la propuesta que llevó a Santiago a “100 Ciudades Resilientes”

Esta semana, la Fundación Rockefeller anunció cuáles son las 35 ciudades que se suman a 100 Ciudades Resilientes, organización que ayuda a las ciudades a desarrollar una estrategia para que sean más resilientes, lo que significa que mejoren su capacidad de recuperación tras una crisis física, social y económica.

De las 35 ciudades seleccionadas este 2014, nueve son latinoamericanas, incluyendo a Santiago. De esta manera, se suma a las 32 escogidas en 2013 y que el próximo año llegará a las 100 ciudades.

La elección de nuestra ciudad fue posible luego que la Organización Resiliencia Sur, integrada por estudiantes chilenos de la escuela de postgrado en Harvard Graduate School of Design (GSD Harvard), desarrollara una propuesta en colaboración con el arquitecto Pablo Allard y el Gobierno Metropolitano.

Para saber más de este trabajo, contactamos a los integrantes de la organización.

Resiliencia Sur es una organización integrada por Catalina Picon (MLA, 2015), María Ignacia Arrasate (MDes, 2015), Flavio Sciaraffia (MLA, 2015) y Juan Pablo Ugarte (MArch 2014) y que, según nos cuentan, “nació de un interés común en temas de resiliencia y sustentabilidad urbana”.

Cuando surgió la idea de postular a Santiago a la organización 100 Ciudades Resilientes, contactaron a Pablo Allard, arquitecto y actual Decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad del Desarrollo, quien impulsó la idea que luego fue presentada a la Intendencia Metropolitana, con la que se conformó una mesa de colaboración.

A través de ésta, la organización elaboró una propuesta que “toca los temas más críticos que afectan a la Región Metropolitana desde el punto de vista de la Resiliencia Urbana y en un ámbito multidimensional”.

Propuesta

Descripción de la Organización Resiliencia Sur. La postulación se trató como una breve, pero profunda investigación focalizada a detectar las vulnerabilidades y fortalezas de la Región Metropolitana en relación a las situaciones críticas y tensiones a las cuales la ciudad se ve enfrentada regularmente.

En este entendido, la idea fue perfilar a Santiago como una ciudad preparada en muchos ámbitos, pero a la vez con desafíos que se relacionan con su realidad social, espacial y física. Esta lógica fue lo que, sin duda, permitió que la ciudad fuera seleccionada como una de las ganadoras. Además, gracias al trabajo colaborativo con la Intendencia y diversas entidades del ámbito público y privado, fue posible detectar actores y socios claves para poder abordar los desafíos futuros y a la vez afianzar las alianzas y fortalezas que la ciudad posee.

Entre las situaciones críticas destaca la pobreza y desigualdad reflejada en altos niveles de segregación socio-espacial, la cual además se expresa en altos niveles de descontento social. La falta de acción en temas de integración ha permitido consolidar focos de pobreza que afectan la calidad de vida de gran parte de la población; falta de espacios públicos, servicios y transporte público ameno, rápido y de calidad, son sin duda los factores más importantes.

Otra problemática detectada por el equipo es la falta de una visión sistémica en torno a la planificación del crecimiento urbano, el cual ha generado una pérdida de áreas naturales críticas para la provisión de servicios ecosistémicos y áreas verdes. Esto repercute negativamente en temas de calidad del aire, prevención de inundaciones y aluviones, recarga de acuíferos e incendios forestales.

Por otro lado, Santiago posee grandes fortalezas que reflejan la capacidad humana, administrativa y técnica para enfrentar desafíos. Una de ellas es la baja fatalidad y colapso de edificaciones en terremotos de alta magnitud. Esto es debido a una normativa exigente y aplicación y fiscalización efectiva por parte de las instituciones gubernamentales en torno al diseño estructural. En la misma línea de las fortalezas, la robustez del sistema de subsidios para la vivienda social y el oportuno giro de la política hacia la calidad de la vivienda y los espacios urbanos, perfilan a Santiago y al país como líder y ejemplo en este ámbito.

Como conclusión, y dados los desafíos y fortalezas y su expresión a nivel Metropolitano, el equipo consideró que la Intendencia de Santiago es la institución que posee la capacidad de abordar las problemáticas a una escala territorial, permitiéndole navegar transversalmente a través de diversas instituciones y divisiones administrativas, de manera de aunar fuerzas y conciliar las diferentes perspectivas que existen en torno al desarrollo urbano de Santiago.

Proyecciones

Cuando los integrantes de Resiliencia Sur terminen sus estudios relacionados a la Arquitectura del Paisaje en GSD Harvard, pretenden instalar los temas sobre resiliencia urbana en Chile, ya que consideran que “el desarrollo urbano en Chile debiese actualizarse en relación a los últimos paradigmas de planificación urbana sustentable para alcanzar mayores de niveles de equidad socio-espacial en la ciudad”.

Así, manifiestan su interés de seguir trabajando con la Intendencia en la implementación de una estrategia de resiliencia para Santiago.