Los patrones ambientales, económicos y demográficos de crecimiento urbano en el mundo
Tomando como referencia las Perspectivas Mundiales de Urbanización elaboradas en 2014 por la ONU, el programa de investigación Urban Age, dependiente del centro internacional LSE Cities, acaba de identificar las diferencias entre los patrones demográficos, económicos y ambientales que se proyectan en las diferentes regiones como producto de los cambios urbanos.
Estas diferencias se obtuvieron usando como base el informe de la ONU que sostiene que en 1950 el 30% de la población global vivía en zonas urbanas, una cifra que llegó a un 54% el año pasado y que se proyecta que suba a un 66% en 2050.
Los cambios demográficos desproporcionados
Si bien históricamente la urbanización se ha dado mayormente en América del Norte y Europa, no fue hasta mediados del siglo XX que en estas regiones llegó a su punto máximo, haciendo que desde entonces se mantenga. No obstante, en 2014, Londres protagonizó un crecimiento demográfico en contra de esta tendencia y alcanzó su máximo histórico de 8.6 millones de habitantes que no se veía desde inicios de la Segunda Guerra Mundial.
Asimismo, durante el siglo XX, hubo otras ciudades fuera de estas regiones que desde la década del 50 principalmente, tuvieron crecimientos notorios, entre las que destacan Bombay (India) con 240 mil habitantes por año hasta los ’90, Ciudad de México y Sao Paulo con más de 300 mil y Tokio con más de medio millón de personas en la misma proporción.
Junto con esto, es necesario agregar que después de los ’90 es posible reconocer que el crecimiento se trasladó a África y Asia, particularmente en China en esta última región, en donde se mantiene hasta hoy.
Es por esto que Urban Age plantea que la urbanización es un proceso que ocurre de manera desproporcionada en las distintas regiones, ya sea en cuanto a su crecimiento y distribución.
Esta afirmación la respalda en la clasificación de crecimiento demográfico en las ciudades con más de un millón de habitantes que hizo la ONU, dividido en 1950, 1990 y proyectado para 2025, sobre el que sostiene que las ciudades más grandes del mundo tendrán durante las próximas décadas una población que va a crecer internamente de manera natural y producto de la migración.
Así el programa considera que las mayores tasas de crecimiento se van a dar en África e India. Por ejemplo, en Bombay se estima que habrán 51 nuevos habitantes por hora, y en la misma relación, 79 en Nueva Delhi y 53 en Shanghai. En tanto, Nueva York tendrá 9 personas por cada hora y Londres, 10.
En las ciudades latinoamericanas, como Ciudad de México, Sao Paulo y Río de Janeiro, las cifras serán intermedias en comparación con las anteriores, siendo de 22, 18 y 10 respectivamente.
El desempeño económico
La desproporción es un tema que al igual que en los patrones demográficos se mantendrá en el desempeño económico de 700 ciudades que tengan más de 500 mil habitantes durante los próximos 15 años, según la ONU. De hecho, en 2012, esto ya fue palpable en las grandes ciudades del mundo que representan un 33% de la población mundial y que generan más del 55% de la producción económica global.
Es por esto que se estima que en 2030, el Producto Interno Bruto per cápita tendrá grandes diferencias que serán notorias entre hemisferios, pero con excepciones en América Latina, China, Medio Oriente y Oceanía.
El origen de las emisiones contaminantes
La ciudad de residencia y los patrones de consumo están íntimamente relacionados. En este sentido, Urban Age pone como ejemplo que una persona que vive en los Emiratos Árabes Unidos es más probable que consuma 40 veces más energía que una que vive en Bangladesh. En tanto, una persona que viva en Reino Unido puede consumir la mitad que uno que viva en Estados Unidos, lo que equivale a menos que alguien que viva en Dinamarca.
La presencia de fuentes energéticas renovables también es desproporcionada debido a que si bien representan un 13% de la producción energética global, varían según su uso. Esto porque mientras en los países de altos ingresos se usan para biomasa y electricidad, en los de bajos ingresos se usan para calefacción y cocinar.
Asimismo, la generación de emisiones de carbono también presenta grandes diferencias, ya que los países con los mayores niveles de contaminación son Australia, China y Sudáfrica, debido a su dependencia del carbono, en contraste con lo que ocurre en Dinamarca que tiene mayores fuentes renovables.
En el caso de las emisiones de transporte, éstas también tienen relación con las tasas de motorización, por lo que se aglutinan en Estados Unidos y China, los que son los responsables de un 39% de las emisiones globales de este rubro.
Usando los datos hasta aquí presentados, Urban Age formuló una Huella Urbana para África, China, Europa e India. Acerca de la huella de África, el programa establece que un 37% de los habitantes de esta región viven en zonas urbanas, mientras que en China esta huella equivale a un 54%.
En Europa, esta tasa alcanza un 73%, lo que la convierte en la región más urbanizada de las cuatro, ya que en India el nivel de urbanización es de un 32%.
El informe Perspectivas Mundiales de Urbanización 2014 de la ONU lo puedes descargar aquí.
Referencias: ONU, Urban Age y The Guardian.
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