Histórica Fábrica de Paños Bellavista-Tomé en riesgo de demolición por un proyecto inmobiliario
La Fábrica de Paños Bellavista-Tomé fue construida en 1865 para acoger la industria textil del empresario Guillermo Délano Ferguson en Tomé, Región del Biobío.
Desde entonces, han pasado 151 años y sus instalaciones y espacios comunitarios, entre los que se encuentran una escuela, un gimnasio, una iglesia y un mercado, además de viviendas para los 2 mil trabajadores que la fábrica llegó a tener, son parte esencial del paisaje urbano y de la historia e identidad de sus habitantes.
Sin embargo, en 2007, la fábrica debió cerrar por motivos económicos y la empresa que posteriormente la adquirió, el Grupo Sabat, pretende concretar en las 6,2 hectáreas de su superficie -sin incluir los edificios comunitarios-, un proyecto inmobiliario que requiere de cambios en el uso de suelo -pasando de industrial a inmobiliario- y la demolición de este emblemático patrimonio de la ciudad, manteniendo únicamente las fachadas la torre reloj.
Es por esta razón que los ciudadanos y las organizaciones patrimoniales locales se agruparon en la Mesa Ciudadana por el Patrimonio de Tomé, grupo que a través de distintas actividades e instancias no solo está trabajando para evitar que ocurra esta pérdida, sino que además para lograr que la fábrica sea reconocida como Monumento Nacional, en la categoría de Monumento Histórico, una iniciativa que se comenzó a impulsar en 2014.
Para conocer más antecedentes de este caso, entrevistamos a su vocero, Claudio Ramírez, quien además es presidente del Consejo Comunal para el Patrimonio de Tomé. Según nos cuenta, en mayo de 2014, la Municipalidad de Tomé ingresó una solicitud al Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) para que la fábrica obtuviera la declaración patrimonial, pero aún no han obtenido una respuesta oficial sobre en qué etapa está el proceso.
No obstante, esta situación podría cambiar durante este mes, ya que un equipo del CMN viajaría a Tomé en las próximas semanas, según nos cuenta Claudio. Al respecto sostiene que en alguna instancia espera que puedan “escuchar mayores antecedentes”.
Respecto al proyecto inmobiliario en cuestión, que los vecinos describe como “180 mil metros cuadrados de hormigón”, aún no ha sido exhibido a la comunidad, pero según nos dice Claudio, el grupo empresarial ya le presentó una propuesta a la municipalidad y a su Concejo para impulsar el cambio en el uso de suelo.
Ante esto, las organizaciones patrimoniales locales y los vecinos le enviaron una carta a la municipalidad, en la que solicitan “crear instancias de Participación Ciudadana temprana en este proceso de modificación del Plano Regulador Comunal (PRC). Dicha participación debe ser de carácter informado, inclusivo, representativo y resolutivo, de modo de plasmar en esta modificación las visiones que tenemos los tomecinos (respecto al manejo del patrimonio), y en lo particular lo concerniente a la Textil Bellavista Oveja-Tomé”.
En la carta, firmada por firmada por la Unión Comunal de Juntas de Vecinos, las tres JJ.VV. del sector de Bellavista, el Colegio de Profesores, la Sociedad Cultural Sócrates, el Centro de Educación y Cultura Mistral, el Preuniversitario Popular y el Consejo Comunal por el Patrimonio de Tomé, además piden que un equipo técnico pueda trabajar en la elaboración de instrumentos de planificación urbanos, específicamente planes seccionales que hagan posible proteger el patrimonio comunal.
Por ahora, el patrimonio que no corre riesgo son las instalaciones comunitarias en torno a la fábrica, las que incluso se pueden visitar. El carácter abierto de estos espacios es lo que los habitantes de Tomé quieren que también se replique en la fábrica, para lo que proponer habilitarla como un lugar con fines culturales, una idea que impulsan en el grupo de Facebook titulado “Salvemos la Fábrica Bellavista, no departamentos, sí un museo”.
Incluso, en un llamado público difundido en la misma red social, invitan a los vecinos a sumarse en la causa para que el recinto sea declarado Monumento Histórico y que con ello se promuevan inversiones que favorezcan el desarrollo turístico y económico de la zona.
Mientras no se decida el futuro de la fábrica, la Mesa Ciudadana por el Patrimonio de Tomé seguirá trabajando para evitar su demolición, ya sea parcial o total. En este sentido, Claudio nos cuenta que buscarán aumentar el número de participantes de la instancia y que continuarán informando a la comunidad, local y nacional, sobre el caso porque “es importante para nuestra identidad la mantención de la industria con una data de 1865. Nosotros decimos que esta textil es parte de nuestro ADN social, porque no hay nadie en nuestra comuna que no haya tenido algún pariente lejano o cercano trabajando en dicha empresa. Es un gran tótem”.