Estudio revela que una mejor planificación urbana puede evitar el 20% de las muertes prematuras
Casi el 70% de la población mundial vivirá en ciudades en 2050, según la OMS. Con el aumento de la población urbana, se hace cada vez más urgente desarrollar una planificación urbana y de transporte eficientes para los ciudadanos.
A fines de junio, Perspectivas de Salud Ambiental (Environmental Health Perspectives, en inglés), una revista mensual publicada con el apoyo del Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental, los Institutos Nacionales de Salud, Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE.UU., publicó un estudio que revela cómo esos temas pueden influir en la salud de las personas.
La investigación tomó como caso de ejemplo la ciudad de Barcelona y aplicó en esta la Evaluación de Impactos en Salud de la Planeación Urbana y del Transporte (Utophia, por sus siglas en inglés) y estimaron la exposición de los habitantes a la actividad física, la contaminación del aire, el ruido, el calor y el acceso a los espacios verdes, además de los datos de mortalidad de 1,3 millones de residentes de Barcelona mayores de 20 años.
Para esto, tomó como base las recomendaciones de los organismos internacionales y las comparó con lo que realmente se vive en Barcelona:
1. La actividad física: la OMS recomienda que los adultos mayores de 18 años deben realizar 150 minutos de actividad aeróbica de intensidad moderada o 75 minutos de intensidad vigorosa a la semana.
2. La contaminación del aire: La OMS recomienda que las concentraciones de exposición PM2.5 medios anuales no deben exceder de 10 mg / m3.
3. El ruido: La OMS recomienda que por lo menos de las 7 de la mañana a las 23:00 los niveles de ruido al aire libre no deben exceder los niveles de presión sonora equivalente superiores a 55 dB.
4. Calor: No existen estudios profundos sobre este tema, pero según el estudio de las áreas verdes y la disminución de los autos en las ciudades pueden proporcionar refrigeración en los meses de verano de hasta 4 ºC.
5. Los espacios verdes: La Comisión Europea y la OMS recomiendan que cada ciudadano viva a lo más a 300 metros de un área verde.
La investigación identificó que más del 70% de los adultos no eran suficientemente activos, que la contaminación del aire y los niveles de ruido de tráfico superan los valores recomendados, que los meses de verano de Barcelona eran demasiado calientes, y que un tercio de la población no vive dentro de la distancia recomendada de un área verde.
Los resultados obtenidos revelan que, si se cumplieran las recomendaciones internacionales en esas materias, es decir: si cada habitante realizara actividades físicas regularmente; si las partículas finas presentes en el aire y los espacios verdes en las ciudades fueran los recomendados por la OMS; etc, un 20% de las muertes prematuras de Barcelona podrían posponerse. En Barcelona, eso sería equivalente a 3.000 muertes anuales. Para esto, fueron considerados los datos del Instituto de Estadística de Cataluña, según el cual la esperanza de vida de las mujeres es de 86 años y la de los hombres, 80. Así, una muerte prematura sería toda aquella que ocurre muchos años antes de esta cifra.
La mayor proporción de muertes prematuras se puede evitar gracias al aumento de la actividad física, luego por la reducción de la exposición a la contaminación del aire, el ruido del tráfico y el calor. Por esto, la investigación concluyó que las mejores medidas a ser tomadas son la reducción del tráfico motorizado a través de la sustitución de modos de transporte de cero y de baja emisión y el incremento de áreas verdes urbanas.
Para leer el estudio completo, te invitamos a descargarlo aquí.
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