Spittelau: El proyecto de vivienda social más caro de la historia
Durante muchos años, la franja de terreno ubicada en las orillas del rio Donaukanal, en el distrito de Spitellau en Viena fue considerado inedificable. Las condiciones de aislamiento en las que se encontraba, al estar entre el rio y dos grandes vias más una linea de metro bien lo hacían asociarse a una isla y el hecho de estar atravesado por un viaducto abandonado y declarado patrimonio histórico aumentaban esta percepción.
En el año 1994, el concejo de la ciudad empieza a pedir estudios para este lugar, reconociendo el potencial de regenración urbana existente. La propuesta de Zaha hadid nace como uno de estos estudios. Inicialmente se persenta con una mezcla de programas comprendidos por estudios para artistas, restoranes, bares y tiendas, albergados en 3 edificios que rodeaban el viaducto sin tocarlo, con el fin de superar el tema del aislamiento al convertirlo en un destino atractivo en sí mismo.
Al aparecer el interés de privados por realizar la inversión, la cosa empieza a tomar un giro inesperado que complica el panorama. El proyecto es tomado por la empresa SEG, quienes para hacer una inversión que fuera rentable, necesitaban hacer drásticos cambios en la propuesta de Zaha Hadid. De esta manera, el proyecto se convirtió primero en vivienda de lujo y finalmente en vivienda social. Las razones? En un estudio de factibilidad, vender viviendas de lujo no aparecía como algo rentable, especialmente considerando que la empresa buscaba vender por adelantado las unidades para así tener el capital necesario para la inversión. Entonces, si el proyecto se convertía en vivienda social, los capitales por parte del sector público estaban garantizados.
Entre pitos y flautas, finalmente el proyecto terminó costando la módica suma de 10 millones de euros. Si bien tal cantidad de plata (unos 6000 millones de pesos chilenos) no es tanta cuando se habla de hacer ciudad, ha generando una serie de críticas por parte de la comunidad, ya que este es un proyecto que se destina solamente a 31 unidades de vivienda.
Ante este escenario, se trata de ensalzar el proyecto tanto por sus valores estéticos como el rol que juega en términos de regenración del área deteriorada, pero surgen las preguntas de rigor ¿Vale la regenarción de un paño menor dentro de la trama urbana los recursos destinados?¿Es justificable la inversión para tan pocos beneficiarios? Posibles justificaciones a estas interrogantes se pueden encontrar en un futuro si se piensa este proyecto como un detonante a otras inversiones, principalmente para la revitalización del borde del río, aunque cualquier mayor profundidad a esto está necesariamente dada entendiendo el contexto social y económico de la ciudad.
En todo caso son preguntas transversales, aplicables a la manera de hacer ciudad tanto para los privados como para el sector público y la manera de priorizar inversiones en relación al beneficio que generan.
Imágenes: www.bdonline.co.uk