Punta Arenas se pone con el espacio público.
Por Bárbara Silva
Punta Arenas, Iquique, Arica, Antofagasta y Valparaíso son ciudades que históricamente han dado la espalda a sus condiciones geográficas, construyendo su vida urbana distanciado de su borde. De este modo se viene a la mente la frase “lo que no tiene límite no tiene forma”, que en estos casos tiene relevancia. Lo lógico es reconocer (cuando existen) los límites explícitos del lugar e incorporarlos a la trama urbana aportando espacios públicos y la componente de paisaje tan particular en cada caso.
El asunto de todo esto es poder dar identidad al borde y saberse parte de él , este es el objetivo del proyecto de la Costanera de Punta Arenas , que además de ser una obra de infraestructura vial debe ser un proyecto urbano, de recuperación de costa e implementación de espacios públicos para la ciudad mas importante de la Patagonia chilena (y la ciudad mas austral del mundo).
El objetivo del proyecto es darle comunicación y salida a los dos puertos con que cuenta la ciudad, por lo que la vía además de ser una costanera de carácter turístico debe absorber el flujo de camiones que salen desde el puerto hacia el aeropuerto y hacia Argentina.
Este proyecto bicentenario tiene como presupuesto 9.800 millones de pesos según fuentes del Ministro de Obras Publicas. En este momento el proyecto está en manos del MINVU , quien esta modificando el proyecto anteriormente planteado por el MOP , para poder darle la coordenada urbana y así recuperar los espacios públicos de borde como playas, humedales y otorgarle continuidad a la ciudad y quitarle la condición de autopista.
El nuevo proyecto propone:
Parque de equipamiento urbano
Parque arenal
Un hibrido con atraviesos, que son remates de las vías parques, una estructura reconocible en la ciudad.
El parque arenal rescata todo el borde arenoso, playas abandonadas y recupera zonas de juncales mediante paseos que los dejen encerrados.
Lo que resulta importante es que el proyecto se “alcanzo a rescatar a tiempo”, antes de que la autopista siguiera consumiendo el borde del estrecho y aislara completamente el borde con su paisaje y connotación tan simbólica para el continente como estrecho del fin del mundo y como conexión entre mares.
Esto es interesante porque el proyecto alcanzó a dar un vuelco reconociendo que la ciudad daba su espalda al límite y ahora quiere acercarse a el desde un proyecto urbano, además de valorizar los elementos naturales del paisaje como parte importante.
Lamentablemente las oportunidades que nos entregan los bordes costeros como lugares de espacio público no serán aprovechados del mismo modo para todas las ciudades, tal es el caso del borde de Valparaíso, en donde los terrenos pertenecen al TPV (Terminal portuario de Valparaíso) y su planteamiento de borde costero es bastante lejano al propuesto para Punta Arenas, en el puerto de la quinta región se proponen viviendas en altura y paseos además de otros equipamientos que sacan provecho de borde , convirtiéndose en grandes proyectos , pero que siguen dejando de lado el real sentido de devolverle el borde a la ciudad que es que la ciudadania se sienta identificada con una imagen de ciudad y el borde integrado a la trama, nada mas alejado de Valparaíso que las torres de viviendas al estilo Miami Beach.
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