Transantiago: El fin de la demanda referencial
El día 6 de Mayo es el último día en que los operadores recibirán sus utilidades a través del sistema de demanda referencial.
Este concepto fue introducido en los contratos como “demanda referencial garantizada” y se refiere a asegurar una cantidad de ingreso a cada operador, independientemente si transportan o no a los pasajeros requeridos o si cumplen con la frecuencia requerida para cada recorrido.
Sin embargo esto trae nuevos desafíos, principalmente al operador tecnológico Sonda, el cual luego de la implementación de la tarjeta Bip! sólo ha tenido tropiezos, existiendo aún un incumplimiento por parte de este de los servicios en los que Transantiago se debería apoyar.
¿Qué significará todo esto para el sistema Transantiago?
El fin de la demanda referencial significa que dejará de existir un pago fijo a cada operador, pasando a depender principalmente de los pasajeros transportados. Como lo pronostican varios expertos, esto traerá una mejora al servicio ya que dejará de ser rentable para las empresas el no sacar todos los buses a la calle, entregando pasajeros al resto de los operadores o al Metro.
Es así como se espera una mejora en las frecuencias y principalmente en la preocupación de los empresarios de mantener un buen servicio. Es paradójico como al comparar toda la gestión que se hace en Metro versus la de los buses, en éstos últimos parezcan casi como si no hubiera ninguna cabeza detrás que ordene y gestione el servicio.
Otro punto que se espera reducir es la alta evasión, estimada en un 30% Posiblemente desde esa fecha los buses ya no admitan pasajeros por las puertas traseras. Habrá que ver cuál es la estrategia que ocuparán las empresas a través de los choferes para lidiar con el problema de los “colados”.
Los cuellos de botella del sistema también se deberian solucionar, ya que en los puntos de transbordo críticos o de alta demanda es posible que una mejor gestión permita incluir más buses y mejorar las frecuencias con el fin de evitar las ya arraigadas colas.
Sin embargo, y todo lo anterior basado en la buena gestión de los operadores, el gran problema que se acerca es la capacidad del sistema para controlar el altísimo número de operaciones. Se dice que deberá controlar un número superior al total de operaciones realizadas por el sistema bancario chileno, demandando una cantidad inusitada de hardware y un software que permita realizar todo esto no sólo con la rapidez y eficacia requerida, sino también con seguridad.
Si seguimos el historial de problemas que ha tenido Transantiago, la mayoría ha sido originada en fallas o retrasos en la implementación de servicios.
Un breve resumen, donde pueden faltar algunos hechos, los problemas han sido:
- Retraso en la implementación del pago a través de la tarjeta bip al inicio del plan.
- Retraso (aún no cumplido) de todo el sistema de gestión de flota, software, gps con los que los operadores tendrían que controlar sus buses.
- Falla en la revalidación de los pases escolares.
- Ausencia de la información dinámica en los paraderos y buses.
¿Tendremos que agregar otra a la lista?
Más Información:
Las bases para la licitación de Transantiago
El por qué de la demanda referencial en los contratos
Como Metro pretende mejorar su servicio
