Valparaíso, ¿Adios a los Troles?
Últimamente se han notado cambios en lo que respecta al patrimonio de Valparaíso. Las recientes explosiones en la calle Serrano dieron cuenta, entre otras cosas, que hay que hacer un esfuerzo por mantener infraestructura histórica, y que ese esfuerzo no es sostenible por pequeños comerciantes.
Pero casos como este hay varios, con el factor común de la poca rentabilidad de las formas tradicionales, lo que antes era sostenible y necesario ahora esta comenzando a ser obsoleto y hasta anecdótico frente a las nuevas formas de consumo de la sociedad, no solo porteña sino en general, y muchos edificios y formas comerciales tradicionales están destinados a adecuarse a los cambios o a desaparecer… o a ser subsidiadas.
Partiendo por los troles…
Los troles en Valparaíso estuvieron recientemente a un pelo de desaparecer el pasado 14 de junio. El sistema de trolebuses fue inaugurado el año 1953. La infraestructura (líneas, estaciones y máquinas) era estadounidense. Este sistema era heredero del de carros de sangre (tirado por caballos), y demás esta decir lo cómodo y agradable que es viajar en ellos. Desde que los conductores son amables, la estética hermosa, el sistema silencioso, los carros espaciosos, no contaminan y hasta el pasaje es mas barato, los troles son la mejor manera de Transporte público en el cual personalmente me he movilizado, sobre todo en estos tiempos de odio del usuario hacia su micro.
Cuando en la década del 60 los trolebuses comienzan a desaparecer del sistema de transporte público nacional, en Valparaíso se conservan, y finalmente en los 80 son vendidos por parte del Estado a privados. En la década del 90 se renovó la flota con máquinas suizas pero se mantuvieron las estadounidenses originales, que por lo demás son las mas antiguos del mundo.
El año 2002 la empresa suspendió por tres semanas su servicio, a raíz de la deuda que mantenía con la empresa que la provee de electricidad, Chilquinta. Y así sucesivamente hasta que este año el asunto de la rentabilidad de este medio finalmente colapsó y se anunció su cierre.
Sin embargo, y probablemente gracias a enorme presupuesto que se aprobó para salvar el fallido Transantiago, el gobierno accedió a pagar la suma inicial de 400 millones de pesos para salvar los trolebuses; de estos 180 millones serán para adquirir las 16 máquinas y lo restante para la construcción de un museo terminal en el sector de Torpederas, en Playa Ancha, hasta adonde va a llegar el servicio. Además se entregará un subsidio mensual de 12 millones de pesos para el mantenimiento de máquinas y los gastos energéticos.
Considerando que, como éste, hay tantos otros casos porteños de los cuales hablar, casos interesantes y notables, en las semanas que vienen se irán exponiendo algunos de ellos…a modo de registro y constancia.
* Fotos Felipe Guillon G.