¿Quién salva al Muelle Vergara?
La noticia no deja de ser desalentadora. Debido al daño estructural descubierto tras un estudio encargado por la Municipalidad de Viña del Mar a la consultora RFA Proyectos, se constató el grave abandono del que ha sido objeto su estructura.
Salvaguardar la seguridad tanto de los turistas como locatarios requeriría unos $ 3.000 millones para evitar un colapso frente a un sismo o una marejada de envergadura.
El estudio ya tuvo como consecuencia que la sociedad MuniViña declinara renovar la concesión -caducada hace 3 años- devolviéndose en este caso a la Autoridad Marítima.
¿Los efectos siguientes? El desalojo de los locatarios y el cierre del muelle al público a la espera de que alguien se haga cargo.
Originalmente el muelle fue construido para descargar carbón en el año 1910 y hacer funcionar la Compañía Refinería de Azúcar de Viña del Mar (CRAV). Con su característica grúa, que en ese tiempo servía para las labores de estiba1 y desestiba de los buques que llegaban a ese lugar, pronto se consolidó como uno de los referentes de la ciudad de Viña del Mar.
Ya en 1983 fue remodelado y habilitado como un paseo turístico, siendo usado antes sólo por pescadores y estudiantes de la zona quienes lo ocupaban pese a no estar habilitado para su uso. El 9 de Mayo del 2000 la Municipalidad de Viña del Mar lo aprueba como Edificio Histórico.
Antes del cierre, constituía uno de los paseos más característicos de la ciudad, contando en sus instalaciones con artesanos, baños, juegos restaurants y tiendas varias que poco a poco fueron llenando la superficie del muelle impidiendo la vista hacia la bahía de Valparaíso.
Si bien el Muelle progresivamente fue deteriorándose con el tiempo, tanto estructural como visualmente, estaba en la mira de las autoridades de la ciudad jardín con el fin de llamar a concurso para una reestructuración total que permitiera recuperar uno de los más clásicos paseos de la ciudad.
Sin embargo debido al estudio el proyecto fue cancelado debido a la alta suma requerida sólo para consolidad la estructura que data del año 1910, dineros con los que el municipio no cuenta y que, si bien podrían ser otorgados a través de concursos de fondos públicos existentes, no existe hoy la voluntad política de hacerlo.
De nuevo caemos en el problema de qué hacemos por preservar nuestro patrimonio, no sólo cultural, sino también turístico, y de qué es lo que realmente se está haciendo frente a estructuras o construcciones que caen en el limbo de no tener quién se haga cargo de ellas.
Es de esperar que pronto se encuentre una solución no sólo a este problema, sino a otras muchas construcciones que están deteriórandose y no terminemos, como quizás sea el futuro del Muelle Vergara, cerrándolos al público y contemplando como caen.
Más imágenes aquí vía Flickr.
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