Diseño Urbano y la Calidad del Espacio Público en Chile: Caso Sanhattan / CCU
por Magdalena López y Nicolás Arévalo, introducción de David Assael.
Siguiendo con el análisis del diseño urbano y la calidad de los espacios públicos que empezamos con el Post de Nueva Las Condes, esta vez nos enfocamos en un nuevo espacio público ubicado en el corazón de Sanhattan. Este espacio surge en torno al nuevo edificio corporativo de CCU, el que viene a ocupar uno de los últimos lotes que quedaban vacíos en la gran manzana donde hace muchos años se localizaba la principal planta productora de la Compañía de Cervecerías Unidas (CCU).
Recuerdo que hace como 10 años un periódico realizó un ranking de las peores obras de arquitectura de Santiago y para esto fueron consultados al rededor de 20 arquitectos entre los que figuraban varios premios nacionales, quienes eligieron como top 1 precisamente al conjunto de edificios que hoy se conoce como Sanhattan . Esto se debía a que en algún momento fue un sólo gran terreno donde se presentaba la oportunidad única de hacer un centro de negocios internacional, con un gran mix de usos, espacios públicos de calidad, etc… en cambio, este gran predio se desarrolló lote a lote, y se fueron construyendo edificios de forma independiente.
Entre los modernos edificios acristalados símbolos del progreso de nuestro país, quedaron panderetas, diferencias de alturas, espacios perdidos o sin salida y en general un espacio público muy pobre y fragmentado. Hasta se tuvo que incluir una calzada vehicular en la vereda para poder solucionar los grandes problemas de tránsito generados en la zona. Con el tiempo, este conjunto de edificios se ha convertido en un símbolo nacional que aparece en más de la mitad de las postales de Santiago, y simultáneamente en el símbolo del espacio público desaprovechado, donde no hay lugares para estar, malas circulaciones y muy pocas cosas para hacer… varios años después de comenzado, ahora que la manzana esta casi construida por completo, hemos decidido evaluar qué tal son los últimos espacios públicos que se están generando. Todo el análisis, después del salto.
El perfeccionamiento y los nuevos requerimientos del área de oficinas permiten desarrollar nuevas formas de generar sub-centros.
El nuevo Sanhattan es una de las primeras experiencias que se atreve a partir de los años 80s a formar nuevos centros que reúnen al sector terciario concentrando el sector financiero más exclusivo de la capital y a la vez estableciendo un núcleo que pretende consolidarse a lo largo del tiempo. La iniciativa marca el inicio del desplazamiento de los edificios de oficinas desde el tradicional centro de Santiago hacia las nuevas periferias, como es el caso de El Golf, Providencia, Las Condes y Vitacura.
Esta suerte de Manhattan Latinoamericano se inserta en el área formada por Vitacura, Costanera, Nueva Tajamar e Isidora Goyenechea. Esta excelente localización le entrega una buena accesibilidad peatonal y vehicular. Además ubica al conjunto a medio camino entre los barrios residenciales de clase acomodada y el centro histórico de Santiago.
Analizando la escala macro nos encontramos con una localización que va mas allá de la escala de ciudad, compitiendo con el resto de las ciudades latinoamericanas por una localización privilegiada en este contexto.
Al tomar uno de los modernos edificios nos damos cuenta de la realidad del espacio público en el renombrado Sanhattan: el edificio de la CCU.
Este caso es uno de los últimos edificios desarrollados en el área y es considerado por algunos, uno de los proyectos con mayor riqueza arquitectónica, que a la vez contrasta con la pobreza de sus espacios públicos, particularmente en su plaza central a nivel de la calle Vitacura. Caracterizada por sus esculturas de gran tamaño la plaza se constituye como un vacío entre los edificios colindantes.
A diferencia de Nueva Las Condes, el proceso de gestión no permite desarrollar un espacio publico para la ciudad, si no que se reduce a los oficinistas y la población flotante del sector, lo que no quita la posibilidad de generar un lugar de buena calidad, donde intervenga el Diseño Urbano en todo el proceso de desarrollo del proyecto.
Ante tan realidad hemos desarrollado una metodología que, en líneas generales, califica con nota 1 – 3 – 5 – 7 distintas variables que intervienen a la hora de pensar, proyectar y desarrollar un buen espacio público según las recomendaciones de diseño de Project for Public Spaces, quienes se preguntan What makes a succesfull place? que nos permite evaluar tanto este proyecto de espacio público como otros en Santiago desde la perspectiva del usuario. Les presentamos la primera evaluación que busca calificar la CALIDAD de Espacio Público:
PROMEDIO: 3.7
Como era de esperar, con todos los antecedes de gestión, planificación y diseño que existen, el espacio permanece vacío e inanimado: algunos oficinistas deambulan entre las esculturas con cigarros en la mano, escapando del sol y de los reflejos de los edificios en verano, pero buscándolo en invierno. La falta de consciencia de la necesidad de diseño urbano queda nuevamente ante nuestros ojos, ya que nos encontramos frente a un caso donde la falta de visión desaprovechó la oportunidad de generar un Espacio Público con atractivos e intereses para la gente. Incorporar nuevas y variadas actividades nos permite dejar de pensar el espacio público como “el espacio que da a la calle” y empezar a entenderlo como “el espacio que interactúa con la ciudad y es mediador entre el edificio y la gente”, o sea ¿dónde esta la interacción ciudadana y la generación de vínculos que debe regalar el espacio publico?
Juzgue usted.
Artículo recomendado: Nueva las Condes, la Ilusión del Espacio Público.